En lo que va del 2024, la balanza energética de Argentina fue positiva por US$ 2.414 millones en comparación con el mismo período del año pasado que fue de US$ 2.176 millones.
Según explicó en X Nadin Argañaraz, el presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), al descomponer la variación de la balanza de dólares de la energía, se tiene que el efecto precio generó una caída de US$ 70 millones y el efecto cantidades una suba de US$ 2.246 millones.
En el parcial, el principal aporte de dólares vino por el lado del ahorro generado por las menores importaciones. Por el menor precio de la energía importada se ahorraron US$ 17 millones y por la menor cantidad de energía importada el ahorro fue de US$ 1.585 millones. La suma da la cifra de US$ 1.602 millones.
En materia de exportaciones, las mayores cantidades exportadas más que compensaron el menor precio, siendo positivo el efecto sobre la balanza de dólares en US$574 millones. Por los menores precios se perdieron US$88 millones y por las mayores exportaciones físicas se obtuvieron US$ 662 millones.
Según el documento elaborado por el Departamento Técnico del IAE Mosconi, la balanza comercial energética, entre los años 2013 y 2016, las exportaciones de combustibles y energía han mostrado una tendencia a la baja.
En la última década, Argentina tuvo déficit energético en 9 de 10 años: sólo hubo superávit en el año 2020, momento en que la pandemia del Covid-19 paralizó el comercio internacional. El saldo comercial energético ha sido deficitario desde el año 2013, con excepción del 2020, hasta el 2023 con picos de déficit en los años 2013 y 2014 (US$ -6,902 y US$ -6,401 millones), donde se registró la mayor suma de importaciones de energía con US$ 12.464 y US$ 11.343 millones respectivamente. Sin embargo, el récord de importaciones energética fue en 2022 aunque también lo ha sido el de exportaciones.
Mientras que, según las cifras de la Secretaría de Energía, enlos últimos 10 años, la balanza comercial energética dio una pérdida de US$ 30.000 millones debido a altos costos de generación eléctrica y precios subsidiados y para revertirlo el gobierno nacional persigue tres objetivos: autosuficiencia, normalización y financiamiento