El funcionario nacional Luis Lucero expuso ante la Comisión de Minería, presidida por el diputado Walberto Allende (UxP), y se refirió a la situación actual de la actividad minera y a las proyecciones de desarrollo del sector.
“La minería es la oportunidad de generar riquezas en muchos ámbitos y, particularmente en aquellos donde por geografía y por desarrollo económico-cultural, no hay otras oportunidades”, aseguró el secretario de Minería de la Nación.
"Todos sabemos de la enorme posibilidad de generar riqueza que ya estamos viviendo y vamos a seguir transitando en los próximos 3,4 años, si hacemos las cosas bien”.
Además, el funcionario nacional afirmó que “la minería ocurre en, gracias a y en beneficio de las provincias, dueñas de los recursos naturales”, y en ese sentido hizo hincapié en “la enorme oportunidad de generar riqueza que tiene la Argentina”.
“Hay que destrabar algunas realidades que nos impiden alcanzar nuestro máximo potencial, así como también es fundamental tener una mirada de medidas a largo plazo”, expresó.
Ante las inquietudes de los diputados en relación a la situación de las provincias, Luis Lucero manifestó que “la Nación no puede tener injerencia sobre el ejercicio de las atribuciones impositivas provinciales”, ya que -aclaró- “las provincias tienen un margen para competir entre ellas por las inversiones o para cooperar entre ellas para capturar inversores”.
"El inversor se siente confundido cuando advierte realidades demasiado visibles entre una provincia y otra. Hay países que son unitarios y que tienen una organización obviamente diferente y el inversor compara en el mundo a donde pone su dinero para hacer utilidades. Entonces, cada provincia es dueña de hacer lo que decida mejor para su territorio y su economía según la constitución nacional. Nosotros seremos siempre respetuosos de eso. Digo que pueden decidir competir o cooperar. Están las provincias que tienen la capacidad de traer esas inversiones".
Lucero resaltó que el inversor que llega al país tiene absoluta conciencia que seguramente deba hacerse cargo del costo de la infraestructura en torno al proyeto "así ocurrió en varios grandes proyectos que se hicieron 20, 30 años atrás, con aporte del inversor privado para construir líneas de alta tensión, para mejorar equipos ferroviarios."
"El inversor hoy sabe que Argentina y sus provincias están sin capacidad de financiar esos trabajos. Nuestra visión desde la Secretaría es que nosotros tenemos que proveerle al inversor herramientas jurídicas para que pueda aportar el capital para hacer la infraestructura necesaria, con un esquema inteligente que nos permita que esa infraestructura quede en buen estado para la provincia y para las comunidades, y que en el transcurso tenga las garantías de que el acceso y el uso de esa infraestructura va a ser el que necesita".
Y agregó que "Nuestro desafío, y así lo hemos tomado, es encontrar en modelos que ya existen en nuestra legislación, como el artículo 31 de la ley de energía eléctrica, esquemas que permitan que el privado financie, que el privado tenga acceso privilegiado para satisfacer la necesidad del proyecto, y que esa infraestructura quede al final del proyecto para beneficio de la comunidad y de la provincia".
Para graficar la importancia de tener reglas claras y cumplirlas, Lucero apuntó que en los 90 y 2000 Argentina tuvo un boom minero por una serie de factores, la ola de precios ascendentes de los commodities que producimos y por otro lado una política económica de apertura a los mercados internacionales y libre flujo de capital. "Eso permitió un desarrollo minero muy importante en esos años que todavía disfrutamos porque todavía quedan en actividad aproximadamente unas 6 o 7 minas, la mayoría de ellas en Santa Cruz y otras en el norte, en San Juan, todavía producían. Y no había RIGI, pero sí había una ley de inversiones mineras".
Esa Ley de Inversiones Mineras aún está vigente pero se le aplicaron dos limitaciones regulatorias que hoy día restan certeza a la llegada de nuevas inversiones. La primera cuando se empezó a cobrar derechos de exportación a proyectos que tenían estabilidad fiscal sin derechos de exportación y después por una decisión presidencial se les empezó a aplicar el régimen de liquidación obligatoria de divisas de exportación a proyectos a los que se les había dicho que no se les iba a aplicar.
"Casi todo lo que hemos visto desarrollado básicamente ha sido desarrollado por inversores extranjeros. Bienvenidos son, pero sería realmente deseable ver a inversores argentinos también apostando por el futuro de la minería en la nación".
Hay que aprovechar la realidad del litio pero sabiendo que el mundo ya mira más allá, está mirando el hidrógeno y está mirando otras fuentes para generar electromovilidad. "Así que aún las cosas que ya son una realidad pueden llegar a dejar de serlo. El cobre presenta otro panorama, parece ser algo más necesario en el largo plazo para las soluciones de electromovilidad y los yacimientos de cobre tienen vidas del orden de los 20, 30, 40 años".
Y agregó que "cuando hablamos de minería hablamos de proyectos que van a vivir con nosotros 30, 40, 50 años y que van a dar trabajo y generar impuestos y sueldos por décadas. Quiero simplemente hacer esta reflexión porque necesitamos tener una mirada a largo plazo como país para esta industria".
“Tenemos que tener minería de gran nivel y explotar nuestros recursos con las herramientas que hoy disponemos, y de cara al futuro, tenemos que reconstruir credibilidad para el inversor”, concluyó el secretario de Minería.