Con la reactivación de más de 200 pozos, la reactivación de inversiones en el sector y la licitación de nuevas áreas, la provincia de Mendoza logró detener la caída y estabilizar la producción de hidrocarburos. 

La extracción de petróleo es una actividad fundamental para Mendoza que debe aprovecharse al máximo. Aunque la tendencia mundial es restringir el uso de combustibles fósiles, es importante explotar la mayor cantidad de recursos posibles y direccionar la renta petrolera hacia la diversificación de la matriz energética y productiva.

Los yacimientos tienen un declive natural y para mantener el nivel de producción se requieren inversiones constantes en exploración y perforación. En Mendoza, se han implementado medidas de estímulo para la reinversión en producción, lo que trajo nuevos actores.

Además de conseguir que se reactivaran más de 200 pozos y que se invirtiera en el sector, se comenzó a delinear el futuro del lado mendocino de Vaca Muerta.

YPF avanza en la exploración sobre el recurso no convencional mendocino y ya se están realizando pruebas de producción en los pozos de Vaca Muerta, con resultados que podrían generar un nuevo vector de crecimiento en nuestra provincia.

Además, este año se lanzó la licitación de 12 áreas petroleras con un nuevo modelo de “licitación continua”, que además de hacer de Mendoza una plaza atractiva, garantizará que los llamados sean permanentes y no queden desiertos.

Este nuevo modelo permite eficientizar los procesos. El sector petrolero tiene mucho para darle a la economía de Mendoza y debemos aprovecharlo.

Cabe recordar que la venta de activos de YPF en Mendoza Norte, Mendoza Sur y Llancanelo presenta una oportunidad histórica en Mendoza, ya que se trata de yacimientos que pueden tomar operadoras con foco en la explotación convencional, lo que permitiría mayores inversiones y más eficientes.