Las novedosas instalaciones producirán diariamente 1.500 barriles; su emplazamiento demandó una inversión cercana a los US$ 50 millones
El gobierno de Bolivia inauguró su primera planta industrial de biodiésel con el objetivo de disminuir la pesada carga económica que implica la subvención de los combustibles fósiles y para hacer frente a la caída de la producción local de gas.
El país sudamericano destinó el año pasado más de US$ 1.800 millones para la subvención de precios a los hidrocarburos, además de US$ 2.974 millones para importar gasolina y diésel, según datos oficiales.
"Bolivia no puede depender día a día de la importación. A partir de hoy, empieza a producir su propio biocombustible de la materia prima que producen nuestros hermanos del agro", dijo el presidente Luis Arce en un acto público en el oriente boliviano.
La planta de Biodiésel 1 fue emplazada en la región agroindustrial de Santa Cruz y está prevista la puesta en marcha de otra planta similar en la ciudad altiplánica de El Alto en los próximos meses. Entre ambas producirán 3.000 barriles por día.
Para el 2025 se tiene programada la inauguración de la planta de diésel renovable HVO, que producirá 9.000 barriles por día en base a una amplia gama de materias primas, que incluyen aceites, aceite crudo y grasa animal, entre otros, según la estatal YPFB.
En conjunto, las inversiones en plantas de biodiésel llegarán a alrededor de los US$ 400 millones para contrarrestar la onerosa subvención a los combustibles fósiles que importa Bolivia.
CÓMO ES LA PLANTA DE BIODIÉSEL DE BOLIVIA
“A diferencia de Paraguay, Argentina y Perú, en Bolivia estamos encarando un proyecto con características y alcances muy particulares como la flexibilidad de los equipos para producir biodiésel con diferentes materias primas como la soya, aceites usados de cocina y aceites vegetales que se obtienen del macororo y distintos cultivos disponibles”, explicó semanas atrás Armin Dorgathen, presidente de YPFB.
Además, para contar con autonomía de trabajo, este complejo cuenta con una playa de tanques para la recepción de materia prima con una capacidad de 6,4 millones de litros y una playa de despacho para el producto terminado con una capacidad de 3,1 millones de litros. A esas estructuras se suman otras dando un total de 34 tanques para este proyecto.
“Es importante considerar que los proyectos de plantas industriales que han sido iniciados posterior a 2020, es decir tras la pandemia y durante los conflictos bélicos mundiales, tienen un mayor costo en cuanto a equipos y tiempos de provisión”, precisó la autoridad de la estatal petrolera.
La Planta de Biodiésel 1 que se comenzó a construir en 2022 también producirá borra, materia grasa y glicerina. “Este proyecto tiene el objetivo de una mayor seguridad energética para el país e impulsar la industria agrícola con un combustible amigable con el medioambiente por sus bajas emisiones de C02”, agregó Dorgathen.
Algunos aspectos técnicos importantes que inciden en el costo de la planta son el sistema de control dedicado, sistema F&G, sistema de blending, caldero a gas con sistema de control completo (BMS), laboratorio de última generación para control de calidad de las distintas etapas del proceso, talleres de mantenimiento, red contra incendio, agua, agentes espumantes y sistema de tratamiento de efluentes conforme a la normativa boliviana e internacional.
A esto se suma, el factor de transporte y logística de equipos y materiales para la construcción, que es mayor por la localización geográfica de Bolivia.
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