Estados Unidos, con la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) de 2022 adoptó medidas audaces para promover la producción nacional de minerales críticos, con el doble objetivo de apoyar una rápida transición energética y disminuir la dependencia estadounidense de China y Rusia, dos países que el Departamento de Energía de EE.UU. ha etiquetado como "entidad extranjera preocupante" (FEOC, por sus siglas en inglés).

Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, China representa el 70% de la extracción mundial de tierras raras y el 90% de la producción refinada.

Sin embargo, desvincularse del creciente sector chino de las energías renovables está resultando una tarea difícil, ya que el país está reforzando su control sobre la industria. China aprovecha su aplastante dominio de los elementos de tierras raras (ETR) y los minerales esenciales para las energías limpias para expulsar a los competidores occidentales y proteger su cuota de mercado.

Los productores chinos han inundado los mercados de ETR y metales para baterías como el litio, provocando grandes caídas de precios y haciendo insostenible la continuidad de las operaciones de sus competidores. Desde el año pasado, el litio ha bajado más de un 80%, mientras que el níquel y el cobalto se han desplomado más de un 40%.

En respuesta, mineras de Australia a Canadá se han visto obligadas a recortar la producción, retirar planes de inversión e iniciar despidos. Incluso los mayores productores, como la minera de tierras raras MP Materials, con sede en Las Vegas (Nevada), y su homóloga australiana Lynas Rare Earths, apenas resisten, y sus acciones se han desplomado espectacularmente.

El año pasado, China emitió tres lotes de cuotas de producción de tierras raras, la primera vez que emitía tres cuotas en un solo año desde que inició el sistema de cuotas. La cuota total para 2023 alcanzó la cifra récord de 255.000 toneladas, lo que supone un aumento interanual del 21,4%.

Beijing también ha endurecido significativamente las normas que rigen las exportaciones de varios metales y minerales críticos. El año pasado, prohibió la exportación de tecnología para fabricar imanes de tierras raras, intensificando una prohibición anterior sobre la exportación de tecnología para extraer y separar materiales críticos.

En 2022, el Ministerio de Comercio chino solicitó la opinión pública sobre una posible prohibición de la exportación de tecnología para fabricar imanes de neodimio-hierro-boro, imanes de samario-cobalto e imanes de cerio, supuestamente para proteger la seguridad nacional y el interés público.

La situación mundial del níquel es calamitosa y, en mi opinión, constituye una amenaza extrema para la seguridad nacional e internacional, así como para el medio ambiente.

Me entristece ver el cierre de muchos de los activos de níquel de Australia Occidental (First Quantum Minerals, Wyloo, BHP, Panoramic Resources Limited) y la revisión por parte de BHP de sus operaciones en NiWest.

"Se trata de una evolución muy negativa para la seguridad de la cadena de suministro y para el medio ambiente: sólo servirá para reforzar el dominio del níquel (sucio) indonesio en el mercado y concentrar aún más los suministros de metales críticos en manos de la FEOC", ha lamentado en LinkedIn Ashley Zumwalt-Forbes, subdirectora del departamento de Baterías y Materiales Críticos del Departamento de Energía estadounidense.

Incluso el gobierno de Biden ha reconocido que desvincularse de China es una tarea difícil. "No se trata de China. Estamos encantados de trabajar con ellos en esto y ahora mismo compramos muchos de los minerales a empresas chinas. Se trata de diversificar".

"El mundo necesita que se impliquen: el panorama más amplio es el cambio climático, y no vamos a resolver la crisis climática sin la participación de la RPC", declaró José Fernández, subsecretario estadounidense de Crecimiento Económico y Medio Ambiente, en una reunión informativa celebrada en Nueva York el año pasado.

LA COOPERACIÓN NÓRDICA PODRÍA SER LA RESPUESTA
Afortunadamente, no todo está perdido. Los países nórdicos y aliados de Estados Unidos, en particular Groenlandia, Noruega, Suecia y Finlandia, son ricos en níquel, cobalto, litio y grafito, que siguen en gran medida sin explotar. Según el Consejo Nórdico de Ministros, el lecho rocoso nórdico alberga más de 43 millones de toneladas de yacimientos económicamente viables de minerales de tierras raras.

Bloomberg New Energy Finance ha clasificado a Finlandia, Suecia y Noruega entre los ocho países más favorables para el desarrollo de minerales críticos y de la cadena de suministro de baterías.

Aún mejor, Estados Unidos y sus aliados han sentado las bases que hacen posibles futuros acuerdos de suministro. En junio de 2022, Estados Unidos y sus socios del G7 pusieron en marcha la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Globales, cuyo objetivo es construir cadenas de suministro de energía limpia mediante la deslocalización de las cadenas de suministro de energía limpia.

Según el Net Zero Industrial Policy Lab de la Universidad Johns Hopkins, las asociaciones entre Estados democráticos podrían producir suficientes minerales para que el mundo pudiera limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados. Sin embargo, alcanzar estos objetivos exigiría una cooperación tecnológica y financiera extraordinaria.