KPMG presentó, por quinto año consecutivo, el "Global Female Leaders Outlook. Liderar en tiempos de crisis". En esta oportunidad, el informe correspondiente a Argentina, destaca y comprende experiencias y contextos entre las mujeres líderes, lo cual facilita acceder a una visión integral de sus agendas del presente.

La composición de las muestras abre una ventana sobre diferencias y similitudes entre las ejecutivas locales y sus pares del resto del mundo para conocer cómo responden, en cada caso, a los esfuerzos que demandan en la actualidad temas como ESG, Tecnología, Diversidad e Inclusión y Manejo de crisis múltiples, entre otros.

"El universo muestral de las mujeres argentinas nos proporciona una valiosa orientación sobre las perspectivas de las empresas a las que representan en el desafiante entorno local", dijo Néstor García, presidente y CEO de KPMG Argentina.

"Confiamos en que este trabajo no sólo brinde un panorama de la coyuntura y sus retos, sino que también inspire para la toma de decisiones futuras", agregó García.

El 9% de las argentinas consultadas tienen entre 30 y 39 años, el 43% se encuentra entre 40 y 50 años y el 48% supera los 50 años. El 79% tiene hijos (en la muestra global sin Argentina el 70%), y en su vida familiar el 83% cuenta con apoyo en el manejo de su vida privada y familiar.

Aún son bajos los porcentajes de mujeres que en Argentina integran el board ejecutivo (sólo un 8%) y también las que tienen responsabilidades estratégicas (17%). La muestra Argentina revela que la mayoría (33%) es Socia o Directora y apenas el 4% ocupa cargos C-Level.

Un 17% es responsable de la estrategia de su empresa y un 29% ocupa cargos en Riesgo, Legales y Compliance. El 71% de las líderes argentinas tiene más de 5 años en el cargo y solo el 4% tomó una nueva posición en el último año.

Todas las ejecutivas que participaron ocuparon puestos gerenciales y la mayoría (38%) lo hace desde hace más de 20 años.

PERSPECTIVAS DE CRECIMIENTO
Se consultó acerca del nivel de confianza en el crecimiento de la economía global para los próximos 3 años y, como refleja el gráfico, las encuestadas argentinas demuestran un optimismo marcadamente superior a las de otros países.

Esto podría deberse a la apreciación que desde la Argentina se hace sobre las crisis de otros países, ya que los indicadores que en otras partes del mundo resultan alarmantes son comparativamente muy inferiores a aquellos que recurrentemente se registran a nivel local.

Por otra parte, luego de la reciente crisis global producida por la pandemia, la recuperación del conjunto global ha sido más sólida – a pesar de los desafíos aún pendientes – que en la Argentina.

En cuanto a las respuestas globales, el incierto panorama que plantean la invasión rusa a Ucrania sumado a la alta inflación y la desaceleración del crecimiento de la economía mundial generaron respuestas que en conjunto reflejan que cerca de la mitad de la muestra tiene sentimientos negativos o neutros sobre las expectativas futuras de crecimiento.

Con respecto al optimismo acerca de las perspectivas de crecimiento en los próximos 3 años para el propio país de cada encuestada, los porcentajes de respuestas optimistas abarcan sólo un tercio de la muestra en la Argentina.

La visión negativa – sumando a quienes tienen nada de confianza y las que tienen no mucha confianza – alcanza a la mitad de ese universo mientras que un 21% se muestra neutral.

Si bien el escenario preelectoral de la Argentina despierta expectativas de cambios macroeconómicos tendientes a superar la crisis, estas respuestas reflejan que hay conciencia de que los resultados visibles no surgirán en el corto plazo.

Las respuestas globales excluyendo a la Argentina se distribuyeron en porcentajes similares para los pronósticos positivos y negativos (40%) y el resto dio respuestas neutras.

Los porcentajes de consultadas que confían tanto en el crecimiento del sector en el que se desempeñan como en el de la compañía para la que trabajan son muy altos en ambas muestras.

En el caso de Argentina, si bien se sabe que los cambios macroeconómicos esperados luego de las elecciones no tendrán un efecto amplio en lo inmediato, sí hay expectativas de que un nuevo eventual gobierno ponga en marcha a sectores clave que a su vez empujen a otras industrias.

Una interpretación análoga podría aplicarse a los gráficos que agrupan a mujeres del resto del mundo (los porcentajes de confianza en el crecimiento de su sector y de su compañía son muy similares a los de Argentina). Confían también en el efecto de arrastre que podrían ejercer los sectores menos afectados por la crisis global sobre otros sectores relacionados y por ende sobre un grupo significativamente numeroso de compañías de distintos rubros.

EL PANORAMA DE INGESOS DE LA ORGANIZACIÓN PARA LOS PRÓXIMOS TRES AÑOS
Esta pregunta puso de relieve el hecho de que los escenarios volátiles de la economía mundial dificultan en gran medida la posibilidad de pronosticar con certeza los niveles de crecimiento de las empresas para el próximo trienio.

Mientras que en la muestra de la Argentina la mayoría (29%) proyecta entre un 2.5 y un 4.99% por año, en el total sin la Argentina un 26% (mayoría) hace el mismo pronóstico.

El resto de las respuestas en los dos universos están muy fragmentadas en apreciaciones que van desde un decrecimiento de un 20% hasta un crecimiento que supera el 20%.

Para las ejecutivas locales el riesgo regulatorio o de cumplimiento (10%), el relacionado al talento (15%), a la ciberseguridad (15%) y a la tecnología emergente o disruptiva (11%) son los que más podrían afectar el crecimiento de la organización.

Al comparar las respuestas con las ejecutivas del resto del mundo sin Argentina, el riesgo económico, con factores como suba de tasas de interés, inflación y recesión (18%) ocupa el primer lugar, seguido de talento (12%), incertidumbre política (10%) y riesgos regulatorios y de cumplimiento (10%).

El 57% de las encuestadas argentinas priorizará en los próximos 3 años la inversión en nueva tecnología, mientras que el restante 43% lo hará en habilidades y capacidades de sus empleados.

En cambio, en la muestra global sin Argentina los porcentajes son 25% y 75%, respectivamente.

Resiliencia Consultadas sobre cuál es la principal característica que hará a una empresa resiliente frente la incertidumbre actual, las participantes de ambas muestras coincidieron en su apreciación: “rápida adaptación a los cambios del negocio”.

Tanto globalmente como en la Argentina, esta respuesta mayoritaria estuvo cercana al 90%, mientras que en porcentajes muy pequeños de ambos universos muestrales las respuestas se distribuyeron entre “disrumpir el mercado”, “proteger el núcleo del negocio” y “ninguna de estas respuestas”.