Barrick Gold presentó un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para avanzar con el cierre de Pascua, el lado chileno del proyecto que tiene su réplica (Lama) en Argentina. El plan presentado ante el el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) requerirá una inversión de US$ 136 millones
El estudio presentado se basa en más de veinte años de información hidrológica de la región y busca restablecer el área y el flujo de agua a la condición natural que tendrían si Pascua no estuviera. En etapas, propone eliminar toda la infraestructura remanente, monitorear la calidad del agua con la participación de vecinos y autoridades, manteniendo la planta de tratamiento como respaldo hasta lograr los parámetros de calidad del agua esperados.
Mark Bristow, CEO y presidente de Barrick, estuvo recientemente en Alto del Carmen, donde anunció esta presentación a la comunidad y enfatizó el compromiso de la empresa: "Desde 2019, Barrick ha emprendido una transformación global. En Chile, aprendimos del pasado, y un nuevo equipo viene trabajando en el cierre de Pascua durante los últimos tres años. Con la presentación de este EIA, sumamos una hoja de ruta clara para restablecer el área a condiciones naturales y cumplimos con la obligación de modificar el cierre, proponiendo además la participación de la comunidad en todas sus etapas".
La caracterización del EIA no identificó impactos significativos en el agua, pero reconoce la preocupación legítima de la comunidad y anticipa medidas de transparencia como monitoreo ambiental participativo, mesas de trabajo colaborativas y una extensa consulta indígena para escuchar, dialogar abiertamente e informar a la comunidad de manera oportuna.
Una vez completado, la inversión total en este proyecto de cierre se estima en aproximadamente US$ 136 millones durante un período de casi 10 años, un proceso que incluye permisos, construcción y monitoreo ambiental con las comunidades, todo bajo la supervisión y aprobación de las autoridades.
Antes de presentar el EIA, Barrick llevó a cabo un proceso voluntario de participación ciudadana anticipada con más de mil personas y realizó visitas al sitio con vecinos y autoridades, las más recientes en enero de 2024. A medida que avance el cierre, Barrick seguirá contribuyendo al desarrollo de la comunidad, con programas como «Emprende Alto», que ya ha beneficiado a 347 emprendedores en la zona.
"Como compartí con la gente de Alto del Carmen, buscamos que este cierre sea participativo, asegurándonos que será respetuoso de su calidad de vida y el medio ambiente. A la vez, creemos en la importancia que este depósito tiene para Chile, la comunidad y la empresa. Es crucial avanzar con el mandato de cierre y al mismo tiempo continuar reevaluando el potencial del proyecto y los beneficios que podría brindar a las comunidades locales, la economía de Chile y su gente. Mientras tanto, para Lama en Argentina, también estamos priorizando una reevaluación integral basada en nuevos esfuerzos de exploración en todo el distrito y la utilización de la infraestructura ya construida", concluyó Bristow.
Según Marcelo Álvarez, Director de Asuntos Gubernamentales de Barrick Sudamérica, desde el punto de vista de la empresa “el plan de cierre aprobado en la RCA habla de un tratamiento de agua por 100 años, si el proyecto se hubiera construido y hubiera operado durante 30 años, que era el proyecto de vida útil de la mina. Eso nunca ocurrió, porque el proyecto nunca se terminó de construir y lo único que se hizo fue los canales de agua para construir el botadero y ese botadero, hoy tiene solo el 1% de lo que hubiera tenido si el proyecto hubiera operado”.
Dentro del plan de cierre, explica Álvarez, se incluirá el desmantelamiento de las infraestructuras restantes. Es importante destacar que este proyecto comenzó su desarme en 2019, cuando la compañía minera aceptó lo dictado por la Corte Suprema, que confirmó duras sanciones contra las recientes operaciones en Pascua Lama.