El retraso en los acuerdos sugiere que Rusia tendría que esperar más años de los previstos para una mayor salida de gas
Rusia y China siguen enfrentadas sobre los costos y precios de entrega de un nuevo gran gasoducto ruso de gas natural a China, lo que podría provocar retrasos en su construcción, según el primer ministro de Mongolia, país que tiene previsto acoger un tramo de la infraestructura.
"Las partes china y rusa todavía están haciendo los cálculos y estimaciones y están trabajando en los beneficios económicos", declaró el Primer Ministro de Mongolia, Luvsannamsrai Oyun-Erdene, al Financial Times.
"Las dos partes aún necesitan más tiempo para realizar una investigación más detallada sobre los estudios económicos", declaró el funcionario mongol al FT.
El retraso en los acuerdos sugiere que Rusia tendría que esperar más años de los previstos inicialmente para disponer de una mayor salida de gas por gasoducto en China que pudiera sustituir en parte los volúmenes de gas que ha perdido en el mercado europeo, según destacó Tsvetana Paraskova en OilPrice.
En la actualidad, Rusia suministra gas por tubería a China a través del gasoducto Power of Siberia, uno de los mayores proyectos recientemente finalizados por Gazprom y el primer ducto de gas ruso a China.
Ahora se habla del Power of Siberia 2, pero las negociaciones entre Rusia y China no han avanzado mucho. Aún no se ha llegado a un acuerdo sobre el Power of Siberia 2 debido a algunos puntos conflictivos, entre ellos los precios a los que Gazprom suministrará el gas.
El gasoducto Power of Siberia 2 se diseñó para transportar gas desde la región rusa de Altai, en Siberia Occidental, hasta el noreste de China a través de Mongolia.
Rusia podría iniciar la construcción del tramo de Mongolia del gran gasoducto de gas natural a China ya en el primer trimestre de 2024, según declaró a finales del año pasado la viceprimera ministra rusa, Viktoria Abramchenko.
Se prevé que el diseño de la sección correspondiente a Mongolia de Power of Siberia 2, Soyuz Vostok, se apruebe en el primer trimestre de 2024 y la construcción podría comenzar a partir de esa fecha, según declaró la viceprimera ministra Abramchenko en octubre de 2023, citada por la agencia de noticias rusa TASS.