El balance del secretario de Energía es contundente, el sistema energético actual está desinvertido, desfinanciado y es altamente ineficiente, con alto riesgo de desabastecimiento mientras la balanza comercial mostraba cifras deficitarias, confirmado por la ex Energía, Flavia Royon y el actual Eduardo Chirillo, pero podría comenzar a revertirse según las estimaciones del Presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, Nadin Argañaraz.
Según las últimas cifras oficiales, la balanza comercial acumulada de los últimos 10 años en materia energética dio una pérdida de US$ 30.000 millones acumulados.
Según las cifras publicadas en X por el consultor Argañaraz, la balanza negativa por US$ 47 millones. Pero, mejora de US $4.312 millones respecto a 2022. Al descomponer la variación, se tiene que el efecto precio generó un extra de US$ 153 millones y el efecto cantidades uno de US$ 4.159 millones.
Y agrega que "las mayores exportaciones físicas aportaron US$1.122 millones, mientras que las menores importaciones físicas permitieron ahorrar US$1.906 millones. De esta forma, el saldo mejoró en US$4159 millones".
En particular, lo que respecta a sistema eléctrico, Chirillo afirmó que, en 2023, el financiamiento del Estado fue US$ 7.200 millones y en el 2022 fue US$ 10.000 millones. Además, el Estado decidió que CAMESA, que es el organismo que organiza el mercado, sea el comprador de combustibles, con lo cual se generan sobrecostos que no se pueden pasar a tarifa y que también el Estado tiene que pagar.