El fabricante chino de automóviles eléctricos BYD mantuvo conversaciones con la empresa brasileña Sigma Lithium sobre un posible acuerdo de suministro, empresa conjunta o adquisición. 

Según informó al Financial Times  el presidente brasileño de BYD, Alexandre Baldy, directivos de la emrpesa se reunieron con la directora ejecutiva de Sigma, Ana Cabral Gardner, en Sao Paulo el mes pasado. 

Desde Sigma comentaron que en enero que había iniciado una cotización primaria de la empresa en Nasdaq y en la Bolsa de Valores de Singapur.

BYD, respaldada por Berkshire Hathaway (BRKa.N) de Warren Buffet, anunció en julio que invertiría 3.000 millones de reales (US$ 600 millones) en un nuevo complejo industrial en el noreste de Brasil, y se espera que las operaciones comiencen a mediados de 2024.

BYD está finalizando las negociaciones con Ford para comprar la fábrica cerrada en Camaçari, a unas 30 millas al norte de Salvador, la capital del estado de Bahía. Cuando la planta abra como se espera a finales de este año, será la operación de vehículos eléctricos más extensa de BYD fuera de Asia.

Brasil es ahora el octavo productor mundial de automóviles. El país tiende a producir modelos económicos dirigidos a nivel nacional y a otros mercados en desarrollo; en el caso de Ford, los subcompactos Fiesta y Ka ahora descontinuados y un mini-SUV, llamado EcoSport.

Las inversiones chinas en Salvador y sus alrededores se destacan como un moderno contrapunto a las casas en tonos pastel, las iglesias barrocas y las calles estrechas de la ciudad. Un grupo de empresas chinas controladas por el Estado está planeando un puente de US$ 1.300 millones que conectará a Salvador con la isla de Itaparica.