El banco estadounidense proyectó que el metal rojo repuntará durante la segunda mitad del próximo año a US$ 3,91 la libra, mientras que para el litio advirtió excesos de suministro
CRISTOBAL MUÑOZ
Excesos de suministro de litio, un repunte del cobre, transición energética y riesgos geopolíticos en el petróleo serán las claves que según Bank of America (BofA), marcarán a los commodities en 2024.
Dentro de sus proyecciones para el cobre, el banco prevé que el metal rojo repuntará en la segunda mitad del año. "Si bien ajustamos a la baja el precio del cobre al valor de mercado, se trata de un ingrediente esencial de la transición energética y anticipamos mercados en general ajustados en 2024”, sostuvo.
“Es posible que los precios enfrenten vientos en contra a principios del próximo año debido a desafíos macroeconómicos persistentes en los mercados desarrollados, antes de repuntar en la segunda mitad, cuando la actividad económica global pueda ser más fuerte”, apuntó BofA.
En cuanto a precios, BofA proyectó que el cobre se transará a US$3,91 la libra (actualmente está en torno a US$3,8) y a US$ 8.625 por toneladas en 2024, mientras que en 2025 estimó que aumentará a US$ 4,76 la libra y US$ 10.500 por tonelada.
LO QUE VIENE PARA EL LITIO...
Por el lado de los minerales no metálicos, BofA alertó para el litio que "si bien el mercado sigue creciendo de manera exponencial, los equilibrios del mercado cambian drásticamente entre excedentes y déficits”.
“Esperamos excesos de suministro en 2023 y 2024. Un escenario más débil ya se refleja en los precios, con un fuerte descenso en el precio del espodumeno (suministro minero) y el carbonato e hidróxido (productos químicos derivados)”, añadieron.
En detalle, el banco estadounidense prevé que el carbonato de litio operará a US$ 16.500 por tonelada en 2024 y de US$ 21.875 por tonelada en 2025, mientras que para el hidróxido de litio anticipó un precio de US$ 18.000 por tonelada en 2024 y de US$ 23.375 por tonelada en 2025.
TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Según BofA, muchos factores que aseguraron que los precios se mantuvieran este año se mantendrán hasta el 2024, siendo el principal de ellos el gasto en energías verdes.
“Aunque el inicio de 2024 puede ser desafiante, si esas tendencias van acompañadas de un amplio repunte económico es posible que los ‘mined commoditties’ vuelvan a subir, potencialmente respaldados también por un dólar más débil y un fin del ciclo de alzas, junto con un fin del desabastecimiento”, dieron cuenta.
“En general, recomendamos hierro para el primer trimestre, oro en verano y cobre/aluminio en la segunda mitad de 2024”, apuntó el banco.
RIESGOS GEOPOLÍTICOS Y EL PETRÓLEO
Según los economistas de BofA Global Research, el crecimiento de la demanda mundial de petróleo debería ralentizarse el próximo año, en línea con la moderación a un 2,8% del PIB mundial en 2023.
Por ello, ven tres opciones de venta “suaves” para los precios del Brent.
“En primer lugar, la OPEP+ lleva recortando la oferta desde 2022 y es probable que siga haciéndolo en 2024. En segundo lugar, la Casa Blanca dijo que empezaría a rellenar la Reserva Estratégica de Petróleo a US$72 el barril de WTI. En tercer término, el costoso carbón chino ha elevado el precio mundial de la energía”, prevén.
Estos escenarios aún dependen, en parte, de eventuales riesgos geopolíticos que podrían elevar los valores del petróleo. “Los riesgos al alza para los precios del petróleo podrían provenir de las tensiones en Medio Oriente, la aplicación de sanciones estadounidenses y los posibles recortes de tasas de la Fed en 2024”, advirtieron.
“Eso sí, la amplia capacidad de producción excedentaria debería ayudar a frenar cualquier repunte importante”, aclararon.
De esta manera, BofA proyectó que el Brent alcanzará una media de US$ 90 por barril y el WTI de US$ 86 en 2024.