El gobernador electo de San Juan, Marcelo Orrego, completó su gabinete al designar a Juan Pablo Perea al frente del Ministerio de Minería. Su nombre venía sonando hace tiempo, dado que es vocal del Instituto de Exploraciones y Explotaciones Mineras (IPEEM), encabezó el equipo técnico de minería, es de confianza del mandatario y participó de las reuniones de transición con el actual ministro uñaquista, Carlos Astudillo.
El desafío de Perea será avanzar en las aprobaciones ambientales de los proyectos de cobre que esperan y que impulsarían la posición de mayor potencial para la producción de Argentina.
"La situación está compleja. Hay situaciones macro que hacen que, en este momento, si bien hay desarrollos mineros que se están explotando en la provincia, tengo fue que cuando cambie esa situación macro, vamos a poner más proyecto en funcionamiento", dijo Perea.
"San Juan tiene mucho potencial y los sanjuaninos tenemos que estar a la altura de los recursos que la provincia posee y nosotros vamos a actuar en consecuencia", completó.
El alto potencial cuprífero de la Argentina se ubica en la zona de los Andes centrales junto a Chile y Perú, con un volumen aproximado de reservas de cobre por 1.033 millones de toneladas métricas para la región, lo que representa el 40% de las reservas mundiales de cobre.
De ocho megaproyectos ubicados en distintas provincias, cinco de ellos se encuentran en San Juan. Además de ser los que se encuentran en estado más avanzado y con el atractivo de inversión mejor posicionado de Latinoamérica para el sector, según un informe de la Secretaria de Minería.
Según los últimos resultados de la Encuesta del Fraser Institute, Argentina se clasificó como la cuarta región menos atractiva del mundo para la inversión, con una puntuación media de atractivo de inversión de 59,7.
San Juan es la mejor provincia clasificada cuando se considera sólo la política a pesar de la disminución en su puntaje PPI (-6.27 puntos) este año. La provincia se desempeña particularmente bien en el área de Seguridad, que no recibió respuestas negativas.
Sin embargo, todos los encuestados mostraron preocupación por las barreras comerciales, que experimentaron un aumento de 36 puntos respecto al año pasado.
Los inversionistas también mostraron una mayor preocupación por la incertidumbre con respecto a la administración y aplicación de la regulación existente (+8 puntos) y las regulaciones laborales (+6 puntos).