La Declaración reconoce el papel clave de la energía nuclear para mantener al alcance el objetivo de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados Celsius
Más de 20 países, incluidos Estados Unidos, Francia y Emiratos Árabes Unidos, llamaron en la COP28 a tripilicar la energía nuclear en el mundo hasta 2050 comparado con los niveles de 2020, para reducir la dependencia del carbón y el gas.
El anuncio fue hecho en Dubái por el enviado climático estadounidense, John Kerry, junto a varios líderes como el presidente francés, Emmanuel Macron, al señalar que la energía nuclear es clave para alcanzar la neutralidad de carbono.
Los países firmantes, entre los que se encuentran entre otros Estados Unidos, Bulgaria, Canadá, República Checa, Finlandia, Francia, Ghana, Hungría, Japón, Corea del Sur, Países Bajos, Polonia, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido, se comprometen a “trabajar juntos para avanzar en el objetivo global de triplicar la capacidad de energía nuclear desde 2020 hasta 2050, reconociendo las diferentes circunstancias internas de cada participante”.
De igual modo, también se comprometen a adoptar medidas nacionales para garantizar que “las centrales nucleares funcionen de manera responsable y de conformidad con los más altos estándares de seguridad, sostenibilidad, protección y no proliferación”, y que los residuos de combustible se gestionen de manera responsable a largo plazo.
Los firmantes aprovechan para invitar a los accionistas del Banco Mundial, las instituciones financieras internacionales y los bancos de desarrollo regionales a fomentar la inclusión de la energía nuclear en las políticas de préstamos energéticos de sus organizaciones.
Todo ello dado el “papel clave de la energía nuclear para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, mantener un límite de 1,5°C en el aumento de temperatura y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, de acuerdo con el comunicado conjunto publicado por el Departamento de Energía de Estados Unidos, en el que los firmantes piden a otros países que se suscriban a esta declaración.
Según el informe “Climate Change and Nuclear Power 2015”, durante los últimos 45 años, la utilización de la energía nuclear evitó la emisión de más de 65 Gt CO2 en todo el mundo. Esta cantidad equivale al 41% del total de las emisiones evitadas por las fuentes bajas en carbono (hidráulica, otras energías renovables, y nuclear).
De acuerdo a los datos publicados por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a junio de 2023 en el mundo se encuentran 410 reactores nucleares en operación, con una capacidad instalada de más de 368.000 MWe.
Además, existen 57 reactores nucleares en construcción, principalmente en Asia y Europa del Este.
A la hora de mencionar casos puntuales, la generación eléctrica con tecnología nuclear para el año 2021 en Francia es del 69% sobre su total, mientras que en Estados Unidos alcanza un 19%. Entre los casos más destacables aparece China, que pasó de un 2% de participación nuclear en la matriz, en 2011, a un 5% en 2021.
En lo que respecta al futuro, OIEA actualizó las proyecciones de generación nuclear, en las cuales el escenario de máxima al año 2050 duplica a la generación del año 2021, lo que representaría el 14% del total de la oferta de energía eléctrica mundial, con más de 7.000 TWh.
Cabe destacar que estas proyecciones de generación eléctrica representan un escenario en el cual, al año 2050, se encontrarían en funcionamiento y aportando energía entre 404 y 873 centrales nucleares de 1.000 MW para los escenarios de alta y baja, respectivamente.
En este punto es importante reforzar que la energía nuclear es, junto a las Energías Renovables Intermitentes (ERI) como la eólica y solar, entre otras, una de las tecnologías que permiten generar electricidad con menos emisiones de carbono respecto a las centrales térmicas convencionales.
Pero, debido a que las ERI quedan sujetas a la intermitencia del recurso renovable, no pueden sustituir la generación nucleoeléctrica, que es actualmente la única fuente capaz de suministrar grandes cantidades de electricidad en forma estable y confiable, en el momento que se la requiere.
LA DECLARACIÓN
Reconociendo el papel clave de la energía nuclear para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero y neutralidad de carbono a mediados de siglo o alrededor de esa fecha y para mantener un límite de 1,5 °C en el aumento de la temperatura al alcance de la mano y alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7;
Reconociendo la importancia de las aplicaciones de la ciencia y la tecnología nucleares que contribuyen a monitorear el cambio climático y abordar sus impactos, y destacando la labor del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a este respecto;
Reconociendo que la energía nuclear ya es la segunda fuente más importante de energía base limpia y distribuible, lo que tiene beneficios para la seguridad energética;
Reconociendo que los análisis de la Agencia de Energía Nuclear de la OCDE y la Asociación Nuclear Mundial muestran que la capacidad mundial instalada de energía nuclear debe triplicarse para 2050 para alcanzar emisiones globales netas cero ese mismo año;
Reconociendo que el análisis del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático muestra que la energía nuclear triplicará aproximadamente su capacidad eléctrica instalada global de 2020 a 2050 en el escenario promedio de 1,5°C;
Reconociendo que el análisis de la Agencia Internacional de Energía muestra que la energía nuclear se duplicará con creces entre 2020 y 2050 en los escenarios globales de emisiones netas cero para 2050 y muestra que la disminución de la energía nuclear haría que alcanzar el cero neto sea más difícil y costoso;
Reconociendo que las nuevas tecnologías nucleares podrían ocupar una pequeña huella terrestre y pueden ubicarse donde sea necesario, asociarse bien con fuentes de energía renovables y tener flexibilidades adicionales que apoyen la descarbonización más allá del sector energético, incluidos los sectores industriales difíciles de reducir;
Reconociendo las actividades del OIEA para ayudar a sus Estados miembros, previa solicitud, a incluir la energía nuclear en su planificación energética nacional de una manera sostenible que cumpla con los más altos estándares de seguridad y salvaguardias y su iniciativa “Atoms4NetZero” como una oportunidad para las partes interesadas. intercambiar conocimientos;
Reconociendo la importancia de financiar la capacidad adicional de energía nuclear necesaria para mantener al alcance un límite de 1,5°C en el aumento de la temperatura;
Reconociendo la necesidad de un compromiso político de alto nivel para impulsar nuevas acciones en materia de energía nuclear;
Los participantes en este compromiso:
Comprometerse a trabajar juntos para avanzar en el objetivo global aspiracional de triplicar la capacidad de energía nuclear desde 2020 hasta 2050, reconociendo las diferentes circunstancias internas de cada Participante;
Comprometerse a tomar medidas nacionales para garantizar que las centrales nucleares funcionen de manera responsable y de conformidad con los más altos estándares de seguridad, sostenibilidad, protección y no proliferación, y que los residuos de combustible se gestionen de manera responsable a largo plazo;
Comprometerse a movilizar inversiones en energía nuclear, incluso a través de mecanismos de financiación innovadores;
Invitar a los accionistas del Banco Mundial, las instituciones financieras internacionales y los bancos regionales de desarrollo a alentar la inclusión de la energía nuclear en las políticas de préstamos energéticos de sus organizaciones, según sea necesario, y a apoyar activamente la energía nuclear cuando tengan ese mandato, y alentar a los organismos regionales que tener el mandato para hacerlo y considerar la posibilidad de proporcionar apoyo financiero a la energía nuclear;
Comprometerse a apoyar el desarrollo y la construcción de reactores nucleares, como pequeños reactores modulares y otros reactores avanzados para la generación de energía, así como aplicaciones industriales más amplias para la descarbonización, como la producción de hidrógeno o combustibles sintéticos;
Reconocer la importancia de promover cadenas de suministro resilientes, incluido el combustible, para las tecnologías seguras utilizadas por las centrales nucleares durante todo su ciclo de vida;
Reconocer la importancia, cuando sea técnicamente factible y económicamente eficiente, de prolongar la vida útil de las centrales nucleares que funcionen de acuerdo con los más altos estándares de seguridad, sostenibilidad y no proliferación, según corresponda;
Comprometerse a apoyar a las naciones responsables que buscan explorar nuevos despliegues nucleares civiles bajo los más altos estándares de seguridad, sostenibilidad y no proliferación;
Dar la bienvenida y alentar compromisos complementarios del sector privado, organizaciones no gubernamentales, bancos de desarrollo e instituciones financieras;
Resolver revisar el progreso hacia estos compromisos anualmente al margen de la COP;
Llamamos a otros países a sumarse a esta declaración.