AMBHINI AISHWARYA
Los precios del oro están demostrando una resistencia en los mercados asiáticos, recuperándose de los recientes descensos y acercándose a los niveles máximos mensuales a pesar del menor volumen de negociación debido a la festividad de Acción de Gracias.
El freno en el avance del dólar estadounidense se produce en medio de las crecientes expectativas de que la Reserva Federal haga una pausa en sus agresivas subidas de tipos. El metal precioso cotiza justo por debajo de la marca crítica de los US$ 2.000, con un importante nivel de resistencia en los US$ 2.010 aún por superar.
El miércoles (22/11), el sentimiento del mercado se vio influido por una probabilidad superior al 50% de que la Reserva Federal recorte los tipos de aquí a mayo de 2024, lo que influyó en la dinámica del dólar, a pesar del reciente énfasis de la Fed en mantener los tipos más altos o incluso endurecerlos aún más si la inflación sigue descontrolada.
Los indicadores económicos presentaron un panorama mixto: la encuesta de la Universidad de Michigan sobre la confianza de los consumidores indicó un aumento de las expectativas de inflación, mientras que las solicitudes de subsidio por desempleo cayeron a un mínimo mensual de 209.000, lo que sugiere una mayor rigidez del mercado laboral.
Por el contrario, un descenso mayor de lo esperado en los pedidos de bienes duraderos puso de manifiesto la preocupación por la ralentización de la demanda económica.
El análisis técnico apunta a niveles clave para el oro, con un soporte inmediato situado entre US$ 1.989 y US$ 1.988 y un soporte adicional entre US$ 1.979 y US$ 1.978. Si estos niveles no se mantienen, los precios del oro podrían volver a probar la Media Móvil Simple (SMA) de 200 días, cerca de US$ 1.940. Por el contrario, si supera la formidable resistencia de US$ 2.010, los precios podrían apuntar a la resistencia intermedia de US$ 2.022.
En los mercados de divisas, el dólar estadounidense se debilita notablemente frente a divisas importantes como el dólar neozelandés (NZD) y el yen japonés (JPY), mientras que muestra fluctuaciones menores frente al euro (EUR) y la libra esterlina (GBP).
La interacción entre los precios del oro y la dinámica del dólar sigue siendo observada de cerca por los inversores, que calibran la posible dirección de la política de la Reserva Federal y sus implicaciones para los mercados financieros.