El insumo industrial es clave a nivel mundial en la fabricación de chips para autos eléctricos. Lo desarrollará el reactor RA-10 a través de la Comisión Nacional de Energía Atómica e INVAP
¿Qué tiene que ver la energía nuclear en general y la construcción del reactor multipropósito RA-10 en Ezeiza por parte de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), con la industria automotriz? El ingeniero Eduardo Gigante, director Nacional de Desarrollo Territorial en Litio y Baterías en Secretaria de Asuntos Estratégicos, lo explicó a través de su cuenta en X (ex Twitter).
El Proyecto RA-10, actualmente en construcción en Ezeiza, tiene como objetivo desarrollar el Reactor Nuclear Argentino Multipropósito RA-10. La construcción comenzó en 2016 y actualmente registra un avance global del 80%. Se prevé que la obra civil finalice en 2023 y la instalación se ponga en marcha a fines del 2024, según información oficial.
La finalización de su construcción permitirá que el país produzca silicio, un insumo central que se usa para la producción de chips de autos eléctricos. El RA-10, así, apunta a generar servicios que brindará la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) a la industria local e internacional, más allá de la provisión de energía.
"El RA-10 es un reactor multipropósito de investigación y producción del tipo pileta abierta con una potencia de 30 MW, para tener idea de tamaño, Atucha 1, nuestra primera central nuclear tiene una potencia de 362 MW, es decir, más de 10 veces el reactor RA-10", detalló Gigante.
"Uno de los servicios que prestará el RA-10 es el dopado de silicio, básicamente es un material determinado, se le agregan impurezas en forma intencional, para modificar ciertos parámetros de este material. La introducción de impurezas en materiales es un proceso que se practica hace siglos. El acero que vemos continuamente es hierro con una impureza, el carbono, efectivamente el acero es una solución sólida de carbono en hierro, que hace que se modifiquen varias de sus propiedades mecánicas”, agregó.
"¿Por qué? Simplemente porque el RA-10 no se va a utilizar para generar energía eléctrica a escala, su función va a ser totalmente distinta, una función muy muy importante para el país, y es la de sostener y acrecentar la producción de radioisótopos medicinales para tratamientos como el cáncer y la utilización de los mismos para diagnóstico por imágenes", explicó el experto.
Uno de los servicios que prestara el RA-10 es el dopado de silicio. Esto es, básicamente, que a un material determinado, se le agregan impurezas en forma intencional, para modificar ciertos parámetros de este material, ¿qué se modifica?
"La introducción de impurezas en materiales es un proceso que el ser humano viene practicando hace siglos. De hecho, el acero que vemos continuamente, es hierro con una impureza,el carbono, efectivamente el acero es una solución solida de carbono en hierro, que hace que se modifiquen varias de sus propiedades mecánicas", explicó.
En el caso del silicio, el dopado, o su contaminación con impurezas, lo que logra es modificar sus propiedades eléctricas, lo que lo hace útil para fabricar chip de computadoras de muy alto rendimiento. Existen dos formas de dopar silicio, a través de un proceso químico, o por medio de irradiación en un reactor. Lo bueno que tiene hacerlo a través de irradiación en un reactor, es que el producto final es de excelente calidad y prestaciones, muy superiores al logrado por el medio químico.
"El RA-10 va a tener posiciones dentro del reactor para irradiar silicio, que se hace introduciendo en el reactor, los lingotes de silicio puro, y son irradiados por un determinado periodo de tiempo (de acuerdo a cuanto queremos de impurezas)- Imagen Lay out OPAL Australia. Este proceso es bien conocido y ya lo hace el reactor OPAL, en Australia, Reactor diseñado íntegramente por INVAP. Y ahora viene la cuestión de la industria automotriz", dijo Gigante.
Además, el experto estima que un auto a combustión interna actual (de última generación) necesita de alrededor de entre 1.000 a 1.500 chips de computadora para funcionar, pero en el caso de un automóvil eléctrico este valor alcanza los 3.000 a 3.500 chip de alto rendimiento y potencia (en este caso se habla de una electrónica de potencia, porque están sometidos a tensiones y corrientes elevadas) que solo pueden ser producidos con dopaje de silicio de alta calidad, es decir, silicio dopado por transmutación neutrónica, que es justamente el que se obtiene en procesos del RA-10.
"En síntesis, este reactor va a ser central en la producción de silicio dopado para la transición energética (un servicio muy bien remunerado, ya que no hay muchos reactores que brinden esto y otros productos muy importantes como los radiofármacos) nuestro reactor va a funcionar y sostenerse económicamente, siendo no solo de importancia fundamental desde lo social (medicina), sino tecnológico y científico. Nuevamente, hay que estar orgullosos de esto, el reactor está casi terminado y se estima que entrara en funcionamiento en 2024-2025", completó Eduardo Gigante, director Nacional de Desarrollo Territorial en Litio y Baterías en Secretaria de Asuntos Estratégicos