El problema de la falta de combustibles y los inconvenientes de todo tipo que genera continúan en todo el país, y en Jujuy se desconoce cuándo se solucionará esta problemática. En medio del debate, el análisis y la proyección de posibilidades, el Administrador General de empresa Ledesma, y presidente de la Unión Industrial de Jujuy, Federico Gatti, analizó las posibilidades y beneficios del bioetanol.

"Hoy es una realidad; cuando uno carga nafta incorpora un 12% de biocombustible, algo que está establecido por ley. De ese porcentaje, la mitad es biocombustible de maíz y la otra de caña de azúcar. Esta es una realidad que tiene, además, una proyección en cuanto al crecimiento y a permitir continuar generando inversiones genuinas en el norte, trabajo registrado y en blanco, seguir sustituyendo importaciones de nafta, que es lo que vemos con la crisis de la falta de combustible", dijo Gatti.

"El bioetanol permitió, en los últimos años, sustituir US$ 1.000.000.000 que antes Argentina pagaba a productores de combustible en otras partes del mundo, y ese dinero hoy queda en el país. Como tema principal, la importancia que tiene como combustible renovable, sustentable, materias prima como la caña de azúcar o el maíz, que son cultivos que tienen muy buena relación con el medio ambiente, en contraposición a la nafta de combustible fósil, que es lo que generalmente se utiliza”, agregó. 

“Parte de lo que pasa en Argentina es que producimos motores denominados “fuel flex”; Argentina los exporta, y en los países donde los exportamos, entre ellos Brasil, utilizan mezclas 100% de bioetanol o mezclas que van del 20% en adelante. Argentina tiene capacidad de producir los motores, lamentablemente se exportan, pero todavía no se utilizan localmente", explicó el directivo.

"En Estados Unidos, el usuario puede usar entre una mezcla que va del 10% y el 100% de bioetanol: compra un chip en estaciones de servicio, que vale US$ 150, y con eso chipea o reprograma la computadora del automóvil y puede cargar cualquier mezcla de alcohol. La tecnología avanzó muchísimo", agregó.

En la década de 1980, Argentina tuvo un programa pro alcohol que generó problemas mecánicos, porque la combustión no era perfecta, pero hoy la tecnología avanzó mucho y en gran parte del mundo se utilizan biocombustibles en mezclas que van desde el 10% hasta el 100%. Argentina tiene la capacidad para seguir aumentando el corte interno y eventualmente poder exportar este combustible limpio a otras partes del mundo, según informó Gatti. 

Respecto a los intereses e impedimentos, Gatti dijo que  "hay un poco de todo; se requieren inversiones en estaciones de servicio para que haya surtidores de biocombustibles con una mezcla mayor. El gran competidor de esto es la petrolera estatal, entonces hay intereses, pero el mundo tomó una dirección con el cambio climático: la sustitución de combustibles fósiles".

"Cada vez hay menos petróleo, entonces, cada vez será más caro. Esta crisis de Argentina, que nos quedamos sin combustibles un fin de semana porque los barcos que estaban comprados están varados fuera del puerto porque Argentina no tenía los dólares para pagarlos. Todo esto hace que, a mediano plazo, los intereses confluyan y Argentina vaya a una política sostenible de bioetanol, como así también la electro movilidad. No son dos líneas separadas, sino que son combustibles que Jujuy genera, que el norte argentino genera a través del litio o la caña de azúcar y el maíz, y que contribuirán a tener una energía mucho más limpia en el futuro, no solo para el mercado local sino para exportar y generar divisas para el país”, agregó.

Por otra parte, sobre las leyes, Gatti explicó que "la remuneración que tiene el litro de bioetanol supone los costos de producción más una ganancia razonable. Hoy ese precio está muy por debajo del precio de las naftas. De esa fórmula que todavía no se aplica en su totalidad (se aplicará desde el 20 de noviembre), según las autoridades de la Secretaría de Energía, hoy recibimos $80 menos por litro que lo que corresponde, con lo cual es un combustible limpio y además bastante económico en cuanto a su producción".

"Está todo dado para que Argentina no sufra estas crisis; obviamente hay que tener proyección de plantación de caña y maíz. La fórmula se puede aplicar; por mucho tiempo, abastecer el mercado con bioetanol para el sector azucarero fue a pérdida, ya que recibimos esos $80 pesos menos de lo que corresponde, entonces, también hay que dar cierta seguridad de que la fórmula se aplicará, que se respetará la ley, que es lo que prometió la Secretaria de Energía Royon: que respetarán la ley. A partir de ahí hay que hacer una proyección de mayor plantación de caña, mayor volumen de producción, mayor corte obligatorio, y hay que ir creciendo de a poco”, agregó. 

En palabras del directivo, en un futuro próximo el corte de bioetanol será mayor que el de las naftas, con lo cual la rentabilidad que tiene el estacionero es sobre el precio de la nafta, el litro que vende, que cobra al productor, y sobre eso tiene un margen garantizado. Sobre el mismo tiene que pagar los costos de la operación, así funciona el negocio de estaciones de servicio. Por eso hoy están cerrando estaciones de marca blanca, porque con el costo del combustible no logran pagar los gastos operativos.

Para el estacionero tiene que ser algo transparente, y lo que hay que garantizar es que en Argentina paguemos el combustible al valor que corresponde. El de Argentina es el 4° combustible más barato del mundo, y en otros países tienen una economía muy complicada comparada con la nuestra en cuanto a inflación. En Venezuela, que es un gran productor de petróleo, (el litro) costaba un bolívar y se quedó sin petróleo.

"Lamentablemente, hay que cumplir las leyes económicas y remunerar el costo del combustible a lo que realmente vale. Massa lo mencionó un poco tarde: el 60% de lo que uno paga del litro de nafta son impuestos, y en algunas provincias o municipios se paga una tasa adicional, con lo cual estamos hablando de que entre el 60% y 70% de lo que hoy se paga es un impuesto que se lleva el Estado. A esto hay que reverlo porque hace que toda la cadena esté casi fundida y el único que recibe la remuneración es el Estado”, dijo. 

“La Asociación que nuclea a las principales líneas aéreas comerciales estableció, por ley, que para 2050 el 50% de combustible que utilizan tiene que ser biocombustible, básicamente etanol. Eso genera, para los países productores que tenemos capacidad de producir, sobre todo caña de azúcar o maíz, un negocio que requerirá casi 700 plantas de producción en América Latina, una inversión de US$ 150.000.000.000 y dos millones de puestos de trabajo genuinos en América Latina", agregó.

Además, anunció que hay dos o tres países que tienen capacidad para hacer esto: Brasil y Argentina. Argentina tiene que empezar a sentar las condiciones políticas y económicas para estas grandes inversiones y oportunidades que se generarán.

"A esto hay que empezar a hacerlo en 2030 o 2032: hay que hacer inversiones y plantaciones. Estamos hablando de 2.000.000 de puestos de trabajo genuinos para quedarse con una parte importante de eso y que no se vaya a Brasil, Venezuela o Colombia. Tienen que trabajar seriamente el sector público y privado, es una parte muy importante que cambiará el perfil productivo del norte. Sumemos a eso la potencialidad del litio, que para 2050 haya muchos más autos de combustión eléctrica. Tenemos un horizonte muy positivo; lamentablemente, estamos discutiendo temas que ya se resolvieron en gran parte del mundo: la inflación, que el Estado no puede gastar más de lo que recauda, pero no podemos quedarnos sin nafta porque hay un fin de semana largo. Hay que salir de esa discusión chica”, dijo Gatti.  

“Tendremos que trabajar mucho desde el sector privado; hay que batallar las oportunidades que tiene Argentina. Hay que levantar la cabeza y mirar al futuro, que es lo que requiere el mundo: energía limpia y alimentos, y Argentina y Jujuy son grandes productores”, completó.