En medio de la incertidumbre económica, Argentina se prepara para las elecciones generales del 22 del octubre mientras los productos suben y la disputa política aparece en los discursos de oficialistas y candidatos.

Con campañas poco ocultas en el sistema de transporte de Buenos Aires estigmatizando medidas de los opositores oficiales, el país camina hacia un nuevo futuro donde hay tres personajes principales y, según la encuestas, dos de ellos llegarán al balotaje.

Después de las corridas por el dólar, la escasez de productos de primera necesidad y la falta de precios, llegó el turno de que los combustibles vuelvan a entrar en escena.  El 31 de octubre termina el congelamiento acordado entre Massa y las petroleras en agosto. Economía advierte que el futuro de los precios depende del resultado electoral.

En el marco del evento Smart Grid y ante la consulta sobre el futuro de los precios de la nafta, la secretaria de Energía, Flavia Royón, advirtió que en caso de una victoria de Milei, los precios podrían tener un brusco aumento debido a la dolarización y a los altos precios internacionales del barril de petróleo. Royón indicó que sería necesario considerar el tipo de cambio utilizado en la dolarización y los impuestos congelados a los combustibles. Sin embargo, no se dio un número concreto ya que esto dependerá de varios factores.

En caso de que Massa continúe en la carrera hacia el balotaje, se espera que se mantenga la política de aumentos en línea con la inflación y el poder adquisitivo de los argentinos. Sobre la propuesta de la oposición de cerrar la brecha de precios entre el mercado interno y el de exportación, Royón consideró que los valores de los combustibles deben reflejar la realidad local.

Como consecuencia de la devaluación que dejó el día después de las PASO, Massa cerró un acuerdo de precios con petroleras para  que subieran 12,5% y luego mantengan los precios congelados hasta el 31 de octubre.

Entre las ideas que pregona la Libertad Avanza  se destacan como los principales ejes la reforma económica, la competencia de monedas que podría culminar en una dolarización, la unificación del tipo de cambio, la reducción de gastos estatales y la privatización de empresas públicas.

En términos tributarios, las reformas contemplan la eliminación y baja de impuestos, así como las retenciones y derechos de exportación y todo tipo de aranceles de importación para insumos.