Está previsto que la demanda de cobre siga aumentando y supere la oferta primaria en los próximos cuatro años. De acuerdo con el análisis de BloombergNEF, es probable que el desfase entre la oferta y la demanda provoque un aumento del 20% en los precios del cobre de aquí a 2027.
Según el análisis de Kwasi Ampofo, jefe de la sección de Metales y Minería de BloombergNEF, la oferta primaria de cobre será inferior a la demanda entre 2023 y 2027, y la producción secundaria apoyará cada vez más la oferta con hasta 5,4 millones de toneladas métricas en 2027.
En 2024, se prevé que el déficit de oferta primaria sea de 3,6 millones de toneladas, inferior a la media de los últimos 10 años de 3,9 millones de toneladas.
Basándose en estos factores, es más probable que los precios del cobre respondan al sentimiento económico que al equilibrio de la oferta y la demanda a largo plazo.
A partir de 2025, se prevé que el déficit de oferta alcance un máximo de 4,5 millones de toneladas, y entonces los precios deberían empezar a reflejar un mercado más ajustado que en años anteriores.
De este modo, se estimulará la producción a partir de fuentes de reciclado para satisfacer la creciente demanda. Además, es probable que la economía mundial supere los temores de recesión, lo que conducirá a una estabilización de las tasas de interés.
El nivel de déficit en 2025 será similar a los 4,6 millones de toneladas de 2021, cuando el precio medio del cobre era de US$ 9.700 por tonelada.
Este año, la incertidumbre ha rodeado a la demanda de cobre y ha tenido un impacto significativo en los precios. El cobre ha experimentado volatilidad de precios en 2023, impulsado por la lenta recuperación económica de China y las sombrías perspectivas económicas de Estados Unidos.
EL PRECIO DEL COBRE EN LO QUE VA DE AÑO
El precio medio del cobre en la London Metal Exchange en lo que va de año es de US$ 8.659 por tonelada, con un máximo de US$ 9.356 en enero y mínimos de US$ 7.902 a finales de mayo.
Además, los indicadores económicos de Corea del Sur y Japón se han hecho eco de la misma debilidad observada en China, y las lecturas de los índices de directores de compras de los principales centros manufactureros asiáticos han registrado continuos descensos mensuales.
China es responsable de más del 50% de la demanda mundial de cobre, según BNEF. Una desaceleración económica en el país podría ejercer una importante presión a la baja sobre los precios.
Por otra parte, aunque la menor tasa de inflación de EE.UU. del 3,2% en julio de 2023 frente al máximo del 8,5% de un año antes podría ser un signo de suavización de los precios, también podría aumentar las expectativas de que el ciclo de endurecimiento de las tasas de interés se suavice, lo que a su vez podría impulsar los precios del cobre en los próximos dos años.