Con motivo de los 140 años de historia del gremio, el dirigente de SONAMI realizó un repaso de los temas que dificultan el desarrollo minero del país y que le preocupan y ocupan a la entidad
La Sociedad Nacional de Minería, como federación gremial que agrupa tanto a pequeños empresarios mineros como a empresas de mediano y gran tamaño, es el referente gremial más importante de la minería nacional.
“En estos 140 años de historia, Sonami ha tenido un rol fundamental en el desarrollo de la minería en Chile. Podemos decir que la historia de nuestra organización es, a la vez, la historia de la minería moderna de Chile”, destaca su presidente, Jorge Riesco. Con motivo de esta conmemoración, el directivo aborda diversos temas que preocupan y ocupan al gremio. Uno de ellos es el litio.
“Creemos que la Estrategia Nacional del Litio es confusa e incompleta que, en rigor, en los hechos, tiene paralizado el crecimiento de una industria que podría ser muy dinámica y activa. Tenemos la fortuna de contar con las mayores reservas de este preciado mineral, fundamental para la electromovilidad. Y que, por lo mismo, enfrenta una alta demanda, con precios aún muy atractivos”, agrega.
- Usted ha sido crítico con la Estrategia Nacional del Litio. ¿Por qué?
- Hoy, pese a que tenemos las mayores reservas, no lideramos la producción. Perdimos el primer lugar como productores de litio (en 2022, Australia produjo 61.000 toneladas, contra las 39.000 de Chile y las 19.000 de China) y Chile actualmente es el segundo productor de litio en el mundo y, aun para sostener esta posición, es perentorio que se otorguen las certezas necesarias de modo que se concreten nuevos proyectos.
Incluso, según un estudio reciente, Chile podría quedar relegado al cuarto lugar al año 2030. Esta realidad debiera impulsarnos a promover activamente todos los proyectos posibles. Sin embargo, no contamos con todas las definiciones que permitan aprovechar esta bonanza.
Si bien conocimos los lineamientos de la Política Nacional, consideramos que no otorga toda la certidumbre necesaria para impulsar la explotación del litio: amparándose en el carácter no concesible del litio, pone énfasis en la participación del Estado en todo el ciclo productivo de la industria, respecto de lo cual se ha dicho incluso que aspira a una participación mayoritaria, y no proyectos de litio, dentro de los límites de sus concesiones —incluyendo algunos que ya están muy avanzados—, podría permitir poner dichos proyectos en pronta operación.
lo mismo puede decirse respecto de las empresas del Estado que poseen concesiones en esas zonas, como Codelco y Enami, que deberían ser facultadas administrativamente para convenir acuerdos que les permitan poner en producción sus proyectos en forma expedita.
- ¿Cree que la permisología es un gran obstáculo para el desarrollo minero?
- Absolutamente. Es un tema que nos preocupa y se lo hemos planteado a la autoridad en múltiples ocasiones, por cuanto la excesiva cantidad de permisos y trámites, así como los tiempos de tramitación, están afectando seriamente la materialización de muchas inversiones.
Casi 440 trámites, según un informe de la Comisión de Evaluación y Productividad, que se traducen en más de 309 permisos, de los cuales 63 son permisos sectoriales prioritarios.
Todo, a través de un extenso periplo donde participan distintos funcionarios, de diversos servicios y dependientes de diferentes autoridades, cuyas competencias se confunden, duplican o superponen, haciendo de esto un proceso extremadamente desgastante y carente de sentido práctico. Necesitamos urgentemente abordar esta problemática y generar soluciones efectivas, si queremos responder a la responsabilidad de crecimiento de producción que nos impone la actual realidad.
- ¿Qué medidas está adoptando la industria en materia de seguridad minera?
- La seguridad en la minería no solo es un tema que forma parte de la cultura de las empresas mineras, cualquiera sea su tamaño; es un valor que está por sobre cualquier otra consideración operativa o de productividad.
Esta es una actividad riesgosa por naturaleza. Sin embargo, a través del tiempo y con gran compromiso de la industria, hemos logrado transformarla en una actividad segura, con muy baja accidentabilidad, demostrando que cuidamos a nuestra gente. Queremos renovar nuestro compromiso con el valor de la seguridad y, como tal, debemos contribuir a practicarlo y compartirlo, pues así se consolida.
Para concretar esto, esperamos llevar adelante un programa de transferencia de mejores prácticas entre todos los sectores de nuestra organización. Esperamos hacerlo en coordinación con el Ministerio de Minería, Sernageomin y organizaciones del mundo sindical, pues consideramos que el tripartismo puede ser especialmente eficaz para lograr un verdadero impacto. Tenemos experiencia. Según datos recientes, en los últimos 10 años hemos reducido en más de un 80% las fatalidades en accidentes de la minería.
Con todo, cada cierto tiempo recibimos dolorosos remezones —cada fallecimiento e, incluso, cada accidente, lo es— que nos recuerdan que no podemos relajarnos y, por el contrario, debemos redoblar los esfuerzos de cuidado y prevención.
Debemos perseverar, pues, en consolidar las buenas prácticas y aplicar nuevas herramientas para incidir en las conductas de todos nosotros.