La petrolera estatal brasileña Petrobras decidió detener las ventas de varios activos clave, tras concluir una amplia revisión de los procesos de desinversión iniciados durante el anterior gobierno del ex mandatario Jair Bolsonaro.
El gigante petrolero dijo en un comunicado al mercado de valores brasileño que ya no venderá los grupos terrestres de Urucu y Bahía-Terra, y tampoco hará lo propio con el yacimiento de Manati y Petrobras Operaciones, su filial en Argentina.
Los procesos de desinversión habían sido iniciados por la anterior gerencia de Petrobras, durante el mandato del ex presidente Jair Bolsonaro, quien fomentó que la empresa pusiera en venta activos considerados no esenciales para centrarse en la exploración de petróleo en aguas profundas y reducir su nivel de deuda, según destacó Reuters.
Pero la situación cambió después de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumiera su tercer mandato en enero de este año, ya que varios de esos procesos se detuvieron y se espera su cancelación definitiva, incluyendo el de Bahía-Terra, que la empresa ya había anticipado que no seguiría adelante.
La decisión supuso un duro golpe para las empresas energéticas brasileñas más pequeñas, Petroreconcavo y Eneva, que el año pasado habían hecho una oferta conjunta de 1.400 millones de dólares por Bahía-Terra para pasar a una fase de negociación.
A pesar de retirar la venta, Petrobras había dicho antes que aún podía buscar socios para el emprendimiento.
La gigante estatal aseguró que su nueva política para el área de exploración y producción de petróleo se basa en "maximizar el valor de la cartera centrándose en activos rentables", al justificar la decisión de cancelar las ventas.
RESERVAS
La nueva política de la empresa incluye asimismo "la reposición de reservas de petróleo y gas (incluyendo la exploración de nuevas fronteras), el aumento de la oferta de gas natural y la promoción de la descarbonización de las operaciones", agregó la firma.
Según destacó BAE Negocios, Petrobras aseguró que la posibilidad de mantener "otros activos" en su cartera sería reevaluada periódicamente en función de la actualización de los objetivos de rentabilidad y de las oportunidades de descarbonización, dejando la puerta abierta a posibles nuevas desinversiones en el futuro.
La estatal añadió que seguirá adelante con la venta de sus participaciones en las centrales termoeléctricas Brasympe/Termocabo, Suape II y Araucaria. En cada una de ellas posee una participación de cerca del 20%.
En otro comunicado, Petrobras también anunció que había firmado un memorando de entendimiento con Mubadala Capital para explorar una posible inversión en un proyecto de biocombustible que el inversor de Abu Dabi está desarrollando en Brasil.