Según informó Thiago Barral, secretario de Planificación de la Transición Energética de Braisl, el país está estudiando proyectos por valor de unos US$ 30.000 millones para producir hidrógeno con bajas emisiones de carbono. 

Brasil estima que tiene una producción potencial de 1.800 millones de toneladas métricas. Según destacó Barral, el potencial provendría de fuentes renovables como la eólica y la solar, así como de la captura de carbono de las emisiones de combustibles fósiles.

Según Reuters, se trata de proyectos en evaluación que ya cuentan con memorandos de entendimiento (MoU) o precontratos firmados para la implementación de plantas productivas a escala comercial, o proyectos piloto desarrollados en programas de investigación y desarrollo (I+D), explicó el secretario.

El sondeo, elaborado por la Empresa de Pesquisa Energética (EPE), muestra que los proyectos se concentran principalmente en los estados costeros —dada la oportunidad de exportar hidrógeno a otros mercados— y en las regiones del Sudeste, Sur y Nordeste.

Los datos fueron presentados en un evento sobre el Plan Nacional del Hidrógeno, que prepara el gobierno para sentar las bases para el desarrollo local de una industria de combustibles, que se proyecta como fundamental para la transición energética.

El auge del hidrógeno ofrece el potencial para reducir la dependencia de los combustibles fósiles en diferentes países y contribuir a la reducción de las emisiones de carbono. Brasil, en particular, tiene una ventaja estratégica en este mercado. Con su matriz eléctrica mayoritariamente limpia y su capacidad para invertir en energías renovables a gran escala, apunta a exportar hidrógeno a Europa.

La expectativa es que Brasil se convierta en uno de los países más competitivos del mundo en la producción de hidrógeno verde debido a su matriz eléctrica con una fuerte participación de fuentes renovables.

EL DEBATE
Expertos defendieron la creación de un ambiente regulatorio que favorezca la producción de hidrógeno verde, dadas las características naturales del territorio nacional, como la abundante oferta de agua, según destacó Agencia Senado. 

La creación del marco regulatorio del sector contribuirá a aumentar la competitividad de Brasil, que hoy cuenta con un 47% de fuentes renovables en su matriz energética, y permitirá al país enfrentar los desafíos futuros en el proceso de transición energética global.

El debate con los especialistas fue promovido por la Comisión Especial creada por el Senado para evaluar, en un plazo de dos años, los programas del gobierno para el hidrógeno verde e incentivar la ganancia de escala de esta tecnología para generar energía limpia.

Considerado el elemento más ligero del universo y con alta densidad energética, el hidrógeno verde o sostenible se puede encontrar en combinación con otros elementos como el agua o en estado puro como en depósitos o cuencas en la superficie terrestre. Su proceso de extracción es complejo, y existen raros casos en los que se puede encontrar en su forma natural en formaciones geológicas.

Además de ser útil en todos los modos de transporte (carretera, aéreo, marítimo y ferroviario), el hidrógeno verde también se puede utilizar en la industria alimentaria, la generación de electricidad residencial e industrial, en refinerías, en el proceso de producción de otros combustibles, como diésel verde, producción de amoníaco, fertilizantes y combustible marino. El uso de vehículos pesados ​​propulsados ​​por hidrógeno ya se da en China, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón y Alemania, entre otros.

El director general de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP), Rodolfo Henrique de Saboia, dijo que Brasil tiene que organizarse para enfrentar los desafíos futuros relacionados con la transición energía por la que pasan todos los países del mundo.

"Tenemos que hacer frente a una transición energética que, a diferencia de las demás, no está impulsada por la eficiencia económica. Será una transición que habrá que cubrir con incentivos para que nuevas fuentes se vuelvan competitivas, y la importancia de los entes reguladores en ese sentido es primordial para regular el tema”, dijo.

Como parte de esta estrategia, la ANP instaló una mesa de trabajo para discutir y definir la estrategia de la agencia en el ámbito del Programa Nacional de Hidrógeno (PNH2), actualmente en desarrollo, que crea la política que regula la producción y uso de hidrógeno verde, con fines energéticos, que está siendo tramitado por la comisión especial- y el PL 725/22, que regula la inclusión del hidrógeno verde como fuente de energía en Brasil y establece parámetros para incentivar el uso de hidrógeno sostenible. El texto, que está siendo discutido por la Comisión de Medio Ambiente (CMA), fue escrito por el ex senador Jean Paul Prates, actual presidente de Petrobras.

Por otra parte, el superintendente de Agua y Estudios Socioeconómicos de la Agencia Nacional de Agua y Saneamiento Básico (ANA), Felipe de Sá Tavares, dijo que Brasil ha venido avanzando en la creación de un entorno regulatorio para el hidrógeno verde como una forma de desarrollar un potencial que cada vez es más más más visible.

"Hoy, el líder mundial en hidrógeno verde es China, y Brasil puede superar con creces este papel. China tiene el 30% de la producción mundial, Brasil tiene menos del 1%, pero con la posibilidad de llegar a números significativos , dijo.

Entre los factores que contribuyen a la producción de hidrógeno en Brasil, el superintendente de la ANA citó la ocurrencia de agua dulce y salada en abundancia, el suministro privilegiado de agua dulce y un potencial hidroeléctrico y eólico “envidiable”.

"Tenemos todo para ser líder en la producción de un combustible tan relevante como el hidrógeno verde. En el litoral brasileño ya tenemos varios proyectos en desarrollo, como Ceará", agregó.