El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Siva, dijo que no descarta que la estatal petrolera Petrobras explore hidrocarburos en un área próxima a la desembocadura del río Amazonas, pese a que la licencia ambiental para hacerlo le fue negada.
A mediados de mayo, la principal autoridad ambiental del país negó el único permiso que le faltaba a Petrobras para explorar los yacimientos de crudo que se cree existen en el denominado margen ecuatorial, como se conoce a la cuenca marina situada frente a la desembocadura del Amazonas, en el Oceáno Atlántico, considerada una prometedora reserva de hidrocarburos.
Para entonces, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) argumentó que existían "inconsistencias preocupantes de alta vulnerabilidad socioambiental para la operación segura en la nueva frontera exploratoria", según recordó EFE.
"(Petrobras) puede seguir soñando. Y yo también quiero seguir soñando. Ese estudio del Ibama no es definitivo. Señala fallas técnicas que Petrobras tiene derecho a corregir", dijo Lula en una rueda de prensa.
De acuerdo con el mandatario brasileño cuando se sepa qué es lo que pasa se tomará una decisión.
El margen ecuatorial brasileño es una zona de aguas profundas del Atlántico en la que Guyana y Surinam ya descubrieron reservas con hasta 13.000 millones de barriles de crudo.
Petrobras estima que el horizonte de explotación en esa zona puede rendir 14.000 millones de barriles de petróleo.
Según el Ibama, la desembocadura del Amazonas es considerada una región de "extrema sensibilidad socioambiental" porque alberga reservas ambientales, territorios indígenas, manglares, arrecifes de coral, así como una variada diversidad marina con especies en peligro de extinción, como el delfín gris y el manatí.