Bolivia tiene suficientes reservas de litio para negociar numerosos contratos de explotación pero los interesados deberán aceptar el modelo de negocios del país,que actúa mediante una empresa estatal
En el contexto de la cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el presidente de Bolivia, Luis Arce, informó que recibió pedidos de reuniones para discutir precisamente opciones de acceso al litio boliviano.
"Con todos hemos sido muy claros. Es nuestra política de gobierno, y en ella el país participa de toda la cadena productiva. Desde la minería, pasando por la industrialización y la comercialización, el Estado boliviano va a participar", dijo Arce..
Según destacó France24, Arce dijo que el tamaño de las reservas de litio "da para que muchas empresas puedan participar. Hay litio para todos. Estas son las reglas del juego, y quien acepte las reglas del juego será bienvenido".
La UE adoptó un ambicioso plan para dejar de lado los automóviles con motor de combustión interna en beneficio de modelos eléctricos, pero precisa de acceso a enormes cantidades de litio, esencial para la construcción de las baterías.
Así, el litio es un componente fundamental para la estrategia europea de descarbonización de su economía y su producción industrial.
LA ESPERANZA DE UN PAÍS
En ese cuadro, Bolivia se destaca por la magnitud de sus reservas. Junto con Chile y Argentina, forma parte del Triángulo del Litio, donde se estima que están situadas alrededor de la mitad de las reservas mundiales.
Estudios sugieren que las reservas de Bolivia podría alcanzar los 21 millones de toneladas métricas, una escala que hace que este país sin salida al mar atraiga las atenciones de todo el mundo y lo torna un protagonista central del mercado energético.
Sin embargo, Chile y Argentina se apoyan en un modelo de asociación directa con empresas privadas, al tiempo que Bolivia tiene al frente a una empresa estatal, Yacimientos de Litio Boliviano (YLB), creada en 2017.
El precio del litio ha pasado de unos US$ 5.700 por tonelada a fines de 2020 a más de US$ 60.000 por tonelada apenas dos años más tarde. Para Arce, el tener que negociar con una estatal "es mucho mejor, hay más seriedad".
Por fuerza de la Constitución boliviana, dijo, "todos los recursos naturales son del Estado y tienen que ser administrados por el Estado, y las ganancias tienen que corresponder mayoritariamente al Estado boliviano".
MADUREZ POLÍTICA
En Bruselas, Arce participó en la cumbre de la UE y la CELAC, que cerró el martes en medio de una agria controversia porque la declaración final del encuentro hizo referencias a la guerra en Ucrania pero no mencionó a Rusia, como querían los europeos.
Al fin de los dos días de negociaciones, apenas un país se negó a suscribir el documento. De acuerdo con fuentes diplomáticas coincidentes se trató de Nicaragua.
En documentos de esta naturaleza "uno no lleva todo lo que quiere y no quiere todo lo que se añade", dijo Arce, para quien es necesario "mucha madurez política para aceptar el consenso de la gran parte de los países".
"Yo creo que todos los países han hecho un gran esfuerzo para poder llegar a un comunicado donde mayoritariamente se ha consensuado", expresó el mandatario, un economista de 59 años.