Flavia Royon, secretaria de Energía de la Nación, Pablo González, presidente de YPF, y Daniel Montamat, ex secretario de Energía, participaron del primer capítulo de Energía, evento organizado por La Nación. Allí, analizaron la obra del Gasoducto Néstor Kirchner, la Ley de Promoción del GNL y el desarrollo del potencial energético argentino, entre otros temas.
La secretaria de Energía, Flavia Royon, estuvo presente en el evento de Energía, y se refirió a la discusión con la oposición respecto de la “autoría” del Gasoducto Néstor Kirchner recientemente inaugurado, que el año que viene permitirá ahorrar US$ 4.000 millones en importaciones de GNL.
Cabe recordar que cuando se inauguró, el ex ministro de Economía Martín Guzmán buscó adjudicarse la obra y fue cruzado por Royon y el titular de Enarsa, Agustín Gerez, mientras que también hubo una disputa twittera por “el padre de la criatura” entre la vicepresidenta Cristina Kirchner y el ex presidente Mauricio Macri.
“El gasoducto es un proyecto que ya se sabía que iba a ser necesario hace muchos años. En la gestión de Macri se dejó una licitación que estaba a cargo de un privado. El esquema que se planteó ahora es distinto. Es un tema estratégico y ahora todos se pelean por ver quién es el padre de la criatura, pero claramente la gestión anterior también lo podría haber hecho, se tomó un endeudamiento”, afirmó Royon, en diálogo con José del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION, y moderador del encuentro.
En tanto, en referencia a la demora de la actual presidencia en ejecutarlo, justificó que, cuando Alberto Fernández asumió, llegó la pandemia de Covid-19.
“Cuando asume Fernández, por supuesto, se entendía la importancia de este gasoducto, pero nos encontró la pandemia. Los precios de la energía se destruyeron y también había una urgencia que atender en ese momento. Y, después, finalmente, en 2022 se avanzó con otro esquema. Esta primera etapa fue hecha con recursos del Tesoro Nacional, con lo recaudado por el impuesto a las grandes fortunas. No hubo financiamiento internacional, porque en tiempos de transición energética es complejo que organismos multilaterales financien algo que tenga que ver con hidrocarburos”, explicó, y ratificó que la decisión de avanzar vino de la mano de la asunción de Sergio Massa en Economía.
“Fue una firme decisión de esta gestión encarar la construcción de este gasoducto. El ministro Sergio Massa estuvo muy involucrado en el seguimiento diario de la obra porque también entendía la importancia que tenía”, continuó.
En cuanto a los siguientes pasos, Royon dijo que esta semana se está avanzando en la licitación de la reversión del gasoducto del norte, que tiene financiamiento de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), pero en lo inmediato también la indicación de Massa es avanzar con la licitación del segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner, que va a permitir dar otro salto productivo en Vaca Muerta.
“En esta primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner se van a transportar 11 millones de metros cúbicos al día y en octubre van a estar las plantas compresoras y se va a poder duplicar este volumen a 22 millones de metros cubo día. Y con la segunda etapa del gasoducto vamos a ir a 40 millones. Y, por supuesto, esto también va a generar saldos exportables en verano. Y la reversión del gasoducto norte también va a permitir la exportación al norte de Chile y a Brasil. Estamos en conversaciones también con YPFB, la estatal de Bolivia, que está interesada en, a partir de la reversión, también exportar gas a Brasil utilizando la infraestructura preexistente de Bolivia”, puntualizó.
Por último, se refirió también a la disputa con las petroleras por el mantenimiento del sendero de Precios Justos, por el cual solo pueden aumentar un 4,5% mensual cuando la inflación mes a mes viene siendo muy superior a ese número.
“En el sendero de precios de nafta y gasoil hubo un aumento debajo de la inflación. Pero es un tema de discusión controvertido si deberíamos tener un reflejo a precios internacionales. Tenemos condiciones de borde. Los recursos son argentinos y los costos tienen un alto componente claramente en pesos argentinos", agregó.
"Entonces, por supuesto, a todos nos gustaría tener precios internacionales, pero no tenemos costos internacionales. Con esta mirada de equilibrio, con las operadoras tenemos un sendero de precios que se fijó en el mes de diciembre y estamos gestionando cuidar la asequibilidad de los combustibles y de la energía. Tiene que haber una razonabilidad en este punto y las operadoras y el Gobierno tenemos todo el tiempo charlas en este sentido”, cerró la secretaria.
GONZÁLEZ SOBRE LA LEY DE PROMOCIÓN DE GNL: ”NO PODEMOS PERDER MÁS TIEMPO”
De acá a 15 años, la Argentina tendría la oportunidad de exportar al año 460 barcos de gas natural licuado (GNL). Significaría un ingreso de divisas por entre US$ 15.000 y US$ 20.000 millones anuales, según prevé el proyecto de Ley para la Promoción de GNL, que actualmente se está debatiendo en el Congreso.
Para Pablo González, presidente de YPF, la aprobación del marco regulatorio es fundamental para “monetizar estos recursos” que el país tiene en cantidad.
“El marco regulatorio tiene que salir este año, no podemos perder más tiempo. Tiene que haber una política de estado energética. En este proyecto se necesita un volumen igual al 80% de gas que hoy produce la Argentina. Todas las compañías de gas aportarían a este proyecto. La Argentina podrá exportar en un nivel parecido a lo que hoy exporta el campo”, afirmó el ejecutivo.
El proyecto de ley para el sector de GNL fue el foco de la charla, ya que para González se trata una de las grandes “oportunidades” que tiene el país en los próximos años. En números, el presidente de YPF aseguró que la empresa podría producir, asociada con la petrolera internacional Petronas, unos 25 millones de toneladas de gas natural licuado. Y comparó: España consume 21 millones y Francia, 25 millones. El proyecto demandaría una inversión inicial de US$10.000 millones, por lo que la compañía constituiría una nueva figura jurídica.
La política fue otro de los temas tratados en la charla. “YPF tiene que seguir invirtiendo a este nivel y recuperando la compañía a este nivel. Nosotros, YPF, por lo que entiendo que fue una mala política energética entre 2016 y 2019, cayó la producción, cayó el EBITDA [beneficios brutos de la compañía], aumentó la deuda. Son los números que están. ¿Qué le falta a YPF? Seguir invirtiendo, una política energética que tenga a YPF como la locomotora de este crecimiento. YPF tiene el 40% de Vaca Muerta, hemos financiado o invertido en un aprendizaje que viene desde 2003 y determinó que las demás compañías argentinas se hayan visto beneficiadas de esto”, dijo González, quien también se desempeñó como legislador y fue vicegobernador de Santa Cruz, en una fórmula junto con Alicia Kirchner.
Al ser consultado por qué considera que hubo una “mala política energética” durante la presidencia de Mauricio Macri, el ejecutivo respondió que “tal vez la prioridad no era YPF y pasaba por otro lado”. Y agregó: “Pregunte por qué Aranguren firmó la resolución 46 [plan de promoción gasífero], a quién beneficio. Y por qué YPF no ingresó”.
Por otro lado, teniendo en consideración que el 51% de la compañía tiene participación estatal, para el presidente de la firma es necesario que “el mercado nos vea confiables”. El año pasado, la acción costaba US$2,9 en la Bolsa de Nueva York.
En cambio, hoy alcanza los US$15. Es un crecimiento del 400% interanual que, si bien fue en línea con el rally alcista que vienen presentando otros papeles locales, en el caso de YPF fue impulsada -en parte- por la resolución de algunos conflictos judiciales.
“Es un crecimiento que va a parar. Pero creo que tuvo que ver con la eficiencia, la inversión, los proyectos, Vaca Muerta Sur que, además de duplicar la producción del crudo, le permitirá a YPF evacuar el crudo por Río Negro; el gasoducto que empezamos a construir ahora, y volvemos a exportar a Chile. El mercado ve todo esto, ve que YPF viene mejorando en sus índices de producción, cada tres meses le informamos los resultados a la Bolsa. Es un crecimiento silencioso, pero sostenido. Había dos juicios que presionaban mucho la acción, Maxus el que más, y pudimos resolverlo este año”, enumeró.
Finalmente, consultado sobre cómo afecta la cuestión política en los negocios, González aseguró que el lugar “más importante a seguir de cerca” es Neuquén. En esa provincia ganó la gobernación el Rolando Figueroa, apoyado por el Pro, aunque también tuvo su paso por el Movimiento Popular Neuquino (MPN). En ese sentido, recordó que en 2021 hubo un paro en ese distrito que frenó al sector durante 20 días, lo que provocó una pérdida de US$ 400 millones en el sector.
“Nosotros tenemos la obligación de tratar de estar, pensar en estos proyectos, en cerrar este segundo semestre creciendo, bajando la deuda. Porque lo que se va a discutir acá, con matices y diferencias, es que tenemos los recursos para crecer en serio esta vez. Tenemos una gran oportunidad. Pensemos diferente, pero los grandes proyectos de crecimiento, fundamentalmente con estos recursos, son los que tienen que normalizar el país y generar divisas. El panorama a nosotros nos llena de optimismo, siempre que esté la voluntad de invertir y de crecer, y que haya una política energética que acompañe ese crecimiento”, cerró.
MONTAMAT: “SI SEGUIMOS REINCIDIENDO EN ESTAS POLÍTICAS FALLIDAS, NO VA A HABER DESARROLLO DEL POTENCIAL ENERGÉTICO”
En conversación con Pablo Fernández Blanco, Daniel Montamat, ex secretario de Energía de la Nación dejó varios puntos de análisis para la Argentina que se viene y sostuvo que, pese a la crisis económica actual, el país tiene una ventana para su desarrollo energético.
“Una Argentina con 120% de inflación, cepo cambiario y tasas de riesgo país que se traducen en tasas de descuento en los proyectos no moviliza todos los capitales que se necesitan para desarrollar el potencial y hacer las obras de infraestructura que son muy costosas", explicó.
"Yo no creo en las islas microeconómicas frente a los tsunamis macroeconómicos. La Argentina tiene que estabilizar su economía, llegar a precios y tarifas de la canasta energética que recuperen costos económicos, políticas de largo plazo y, sí es posible, políticas de Estado”, agregó.
No obstante, sí hay una oportunidad muy grande. “Argentina tiene abundancia de recursos naturales, fósiles, vientos, sol... Tenemos que debatir hacia largo plazo: ¿Argentina tiene que hacer un esfuerzo de descarbonización acelerada o ir por una senda gradual? Tenemos una ventana para desarrollar petróleo, gas y gas natural licuado", señaló.
"En términos de compromisos relativos, [Argentina] ya está cumpliendo con la sustitución intrafósil. Estamos relativamente bien para negociar nuestro camino en la trancisión energética. Los vientos del sur, en la próxima década, se pueden transformar en hidrógeno, amoníaco y exportarse. Si Argentina respeta estas tendencias ajustándolas a sus riquezas relativas, vamos a tener energía abundante, de precios competitivos y ajustada a la trancisión energética que se va dando en el mundo”, dijo el ex secretario de Energía de la Nación.
Sin embargo, Montamat, quien aseguró que el sector eólico y el petrolero pueden ser complementarios en la medida que sean competitivos, planteó que hay un problema interno que está dificultando el desarrollo de infraestructura para seguirle el ritmo a estas tendencias.
“De 2003 a 2022, gastamos US$.167.000 millones en subsidios energéticos. ¿Cuánto salió el gasoducto Kirchner? US$ 2.000 millones. Hubiéramos hecho 80 gasoductos. Toda esa infraestructura hubiera estado hecha mucho antes si no hubiéramos reincidido en políticas energéticas fallidas. Si seguimos reincidiendo en estas políticas, no va a haber desarrollo de todo el potencial energético que Argentina tiene”, detalló.
VACA MUERTA PARA APALANCAR UN SUPERÁVIT ENERGÉTICO Y LA AGENDA POLÍTICA NECESARIA
“El año pasado tuvimos US$ 4.700 millones de déficit de balanza comercial energética. De 2003 a 2011, hubo superátiv de US$ 35.000 millones. Lo dimos vuelta. Vaca Muerta es la gran apuesta para que la balanza comercial energética vuelva a ser superavitaria”, sintetizó el experto.
Desde su consultora hicieron una serie de cálculos que predicen un buen futuro para el país en esta materia. Siempre hablando, tal como se encargó de aclarar, de “una Argentina normal”.
“En el próximo lustro, el país podría estar produciendo unos 850.000 barriles por día de petróleo y, en gas natural, de 130 millones metros cúbicos por día pasaríamos a 170 millones. Proyectamos para 2028 unos US$ 12.000 millones positivos en la balanza económica energética”, añadió. Pero para que todo eso suceda, es necesario atacar ciertas cuestiones y una de ellas son los subsidios.
“Las tarifas tienen que reflejar costos económicos”, definió Montamat.
“Tiene que haber una agenda de aumento de tarifas hasta sus costos económicos y perfeccionar mucho más la tarifa social. El populismo le ha hecho dos grandes daños culturales en materia de precios y tarifas de energía a la sociedad: asimilar que el servicio es un bien público y que los subsidios, que son la contracara de la recuperación de costos económicos, son un ‘paga Dios’. Se están financiando con emisión inflacionaria”, completó.
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