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BlackRock anunció que Amin Naser, presidente y director ejecutivo de la estatal saudí Aramco, la empresa petrolera más grande del mundo, ha sido designado como nuevo miembro del Consejo de Administración.

La medida refleja el énfasis de la firma en el Medio Oriente como parte de su estrategia a largo plazo. BlackRock tenía más de US$ 8 billones en activos de clientes bajo administración a partir de 2022.

“La distinguida carrera de Amin en Aramco, que abarca más de cuatro décadas, le brinda una perspectiva única sobre muchos de los problemas clave que enfrentan nuestra empresa y nuestros clientes”, dijo Larry Fink, presidente y director ejecutivo de BlackRock.

“Su experiencia de liderazgo, comprensión de la industria energética mundial y los impulsores del cambio hacia una economía baja en carbono, así como su conocimiento de la región de Medio Oriente, contribuirán significativamente al diálogo de la Junta de BlackRock”, agregó Fink.

Nasser ha ocupado el puesto más alto en Aramco desde 2015. Supervisó la cotización pública de la empresa petrolera en 2019. En 2021, Aramco anunció su propuesta para lograr emisiones netas de gases cero para 2050.

BlackRock ha estado a la vanguardia de la adopción de pautas y estrategias ambientales, sociales y de gobierno corporativo por parte de la industria financiera. La empresa, que vende una serie de fondos “sostenibles”, ha sido criticada por sus inversiones en combustibles fósiles, convirtiéndose en un saco de boxeo político con demócratas y republicanos que critican sus políticas ESG.

En agosto de 2022, el contralor de Texas, Glenn Hegar, apuntó a BlackRock y colocó al administrador de activos en una lista de compañías financieras que  “boicotean a las compañías de energía”.

En diciembre, el director financiero de Florida, Jimmy Patronis, dijo que la tesorería de Sunshine State comenzaría a vender US$ 2.000 millones de activos administrados por BlackRock. 

“Usar nuestro efectivo... para financiar el proyecto de ingeniería social de BlackRock no es algo en lo que Florida se haya inscrito”, dijo en un comunicado en ese momento. “No tiene nada que ver con maximizar los rendimientos y es lo opuesto a lo que se le paga a un administrador de activos”. 

Fink dijo anteriormente que los administradores de activos como BlackRock no son “la policía ambiental”, pero es el deber fiduciario de la empresa brindar a los inversores acceso a la mejor y más completa información para tomar sus decisiones de inversión financiera, y eso incluye datos climáticos.

“Como he dicho constantemente durante muchos años, corresponde a los gobiernos formular políticas y promulgar leyes, y no a las empresas, incluidos los administradores de activos, ser la policía ambiental”, escribió Fink en su carta anual.

Uno de los fondos cotizados en bolsa ESG más populares de Blackrock, iShares ESG Aware MSCI USA ETF, tiene casi US$ 15.000 millones en activos bajo administración.