En una presentación corporativa para el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, representantes de Compañía Minera Zafranal dieron a conocer que el estudio técnico realizado para determinar la fuente de agua que será usada en las actividades de la operación cuprífera, asentada en la región Arequipa, se encuentra en los archivos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA).
“Nuestro estudio hídrico fue entregado a la ANA para que realicen la gestión que corresponda. Sabemos que ya lo incorporaron en el Plan de Gestión de Cuencas y ahora es una fuente nueva que otros usuarios podrán solicitar adecuándose a la normativa del agua para la obtención de derechos”, refirió la líder de Prensa y Relaciones Institucionales, Giuliana Retamozo.
De acuerdo con el artículo 44 de la Ley de Recursos Hídricos, para usar el recurso agua se requiere contar con un derecho de uso, el cual es expedido por la Autoridad Administrativa del Agua con participación del Consejo de Cuenca Regional o Interregional; y a su vez es otorgado, suspendido, modificado o extinguido por resolución administrativa de la ANA, conforme a ley.
Asimismo, la ejecutiva afirmó que la empresa minera, conformada por Teck Resources y Mitsubishi Materials, se tomó varios años en identificar la fuente de agua para Zafranal, lo que implicó la evaluación de hasta ocho alternativas y la elección de una de ellas, dando por definido un acuífero no natural formado por exceso de riego debajo de la pampa de Majes.
“Finalmente, se decidió emplear como fuente principal un acuífero formado en la zona de Majes El Pedregal, el cual contiene aguas salobres. Es una fuente de agua artificial con una gran cantidad de recurso hídrico que puede ser empleado directamente solo para fines industriales como la minería”, indicó Giuliana Retamozo.
Como razón para la elección de esta fuente de agua, recordó que uno de los motivos para el desarrollo del proyecto minero fue no emplear fuentes de agua superficiales o subterráneas que sean utilizadas por otros usuarios, como son principalmente la población y los agropecuarios, ya que, de lo contrario, esto podría originar futuros conflictos sociales en torno al agua.
“Y también hay otro factor que es importante decirlo: esta fuente de agua, que hemos identificado para emplear y que está declarada en el EIA, no interfiere para nada en el abastecimiento de agua para riego, porque la zona de Majes El Pedregal es agropecuaria. Entonces, nos vamos a interferir en lo absoluto en la dotación que ellos reciben”, acotó.
Así pues, la ejecutiva señaló que el proyecto minero tendrá una demanda inicial de 410 litros por segundo (L/s), pero a medida que este se desarrolle aún más, se implementarán procesos de recirculación para reducir la demanda a futuro a 285 L/s, por lo que la demanda total a lo largo de la vida útil de Zafranal no superaría el 10% de la oferta total del acuífero artificial.
Finalmente, al término de la reunión con el IIMP, Retamozo recalcó que el proyecto minero de cobre considera una inversión inicial de US$ 1,263 millones, una recaudación fiscal de US$ 1,519 millones durante los casi 20 años de operación, canon minero de US$ 490 millones a partir del segundo año de producción y regalías mineras de US$ 150 millones.