Esta medida ha intensificado una guerra comercial con Estados Unidos
Una medida de China para restringir las exportaciones de algunos metales ampliamente utilizados en semiconductores, vehículos eléctricos e industrias de alta tecnología ha intensificado una guerra comercial con Estados Unidos y podría causar más interrupciones en las cadenas de suministro globales.
Las empresas se apresuran a reaccionar ante la abrupta noticia anunciada el lunes y un fabricante de obleas de semiconductores de EE.UU. dijo rápidamente que estaba solicitando permisos de exportación para tranquilizar a los inversores.
El galio y el germanio, de los que China ostenta el 80% y 60% de la producción mundial, respectivamente, son dos metales ampliamente utilizados para la fabricación de chips de computadores, así como cables de fibra óptica y hasta vehículos eléctricos, informó la agencia France 24.
El Ministerio de Comercio de China dijo que a partir del 1 de agosto controlará las exportaciones de ocho productos de galio y seis productos de germanio para proteger su seguridad e intereses nacionales, una medida que los analistas vieron como una acción de represalia en respuesta a los crecientes esfuerzos de Washington para frenar los avances tecnológicos de China.
"China ha golpeado las restricciones comerciales estadounidenses donde más le duele", dijo Peter Arkell, presidente de la Asociación Minera Global de China.
"El galio y el germanio son solo algunos de los metales menores que son tan importantes para la gama de productos tecnológicos y China es el principal productor de la mayoría de estos metales. Es una fantasía sugerir que otro país puede reemplazar a China en el corto o incluso a mediano plazo", explicó Arkell.
China es el principal productor de galio y germanio. En 2022, los principales importadores de productos de galio de China fueron Japón, Alemania y los Países Bajos, dijo el sitio web de noticias Caixin, citando datos de aduanas. Los principales importadores de productos de germanio fueron Japón, Francia, Alemania y Estados Unidos.
PERMISOS DE EXPORTACIÓN Y PREOCUPACIONES POR INTERRUPCIONES
El fabricante estadounidense de obleas de semiconductores AXT, que tiene instalaciones de fabricación en China, manifestó el lunes que su subsidiaria china, Tongmei, solicitará de inmediato permisos para seguir exportando productos de sustrato de galio y germanio desde China.
"Estamos buscando activamente los permisos necesarios y estamos trabajando para minimizar cualquier interrupción potencial para nuestros clientes", indicó el director ejecutivo de AXT, Morris Young.
Un gerente de un productor de germanio con sede en China dijo que su empresa había recibido varias consultas de compradores en Europa, Japón y Estados Unidos con la esperanza de almacenar el producto antes de que entraran en vigor los controles de exportación. Los compradores anticipaban que podría tomar hasta dos meses obtener los permisos de licencia para las exportaciones.
"Los precios de oferta en el mercado interno y el mercado de exportación han aumentado a 10.000 yuanes (US$ 1.380) por kg y más de US$ 1.500 por kg, respectivamente", dijo.
Si bien la industria esperaba ver algunos controles de exportación para estos metales, el momento la tomó por sorpresa.
"Algunos usuarios intermedios han firmado contratos de venta a largo plazo para los próximos dos o tres años y están molestos por un posible aumento en los precios de las materias primas, ya que aumenta sus costos de producción y puede causarles pérdidas", expuso, declinando a ser nombrado citando la sensibilidad del asunto.
RIESGO DE ESCALADA
Los controles de China se producen cuando Washington evalúa nuevas restricciones al envío de microchips de alta tecnología a China, luego de una serie de restricciones en los últimos años.
También se espera que Estados Unidos y los Países Bajos restrinjan aún más las ventas de equipos de fabricación de chips a los fabricantes de China este verano, como parte de los esfuerzos para evitar que su tecnología sea utilizada por el ejército chino.
Pekín tomó por última vez un movimiento de represalia contra la presión de Estados Unidos sobre los chips en mayo, cuando prohibió a algunos sectores nacionales comprar productos del fabricante estadounidense de chips de memoria Micron.