Glencore Pachón convocó a emprendedores de Calingasta para participar de un taller de hilado a partir del reciclado de bolsas plásticas, con el objetivo de fomentar la creación de productos estética y comercialmente atractivos.
La iniciativa comprende seis módulos que comenzaron a dictarse el viernes 9 de junio en Tamberías y al día siguiente en Barreal, y se extenderán por seis meses en ambas localidades. No sólo promueve la creatividad y las habilidades artesanales, sino que también genera un valioso aporte al medio ambiente y a la comunidad local, ya que quienes participan pueden crear sus propios emprendimientos con una perspectiva de sostenibilidad.
El taller es dictado por la artesana Romina Gutiérrez y la diseñadora Manuela Victoria, quienes enseñan una importante variedad de técnicas textiles tradicionales y contemporáneas que incluyen telar, tapiz y cestería, entre otras.
Las bolsas plásticas constituyen la materia prima. Si bien pueden contaminar el entorno cuando se arrojan en lugares inadecuados, con esta propuesta se transforman en objetos ornamentales y funcionales. Al usar este material para fabricar un nuevo producto se favorece la economía circular, un nuevo modelo de producción y consumo que permite dar una segunda oportunidad a ciertos productos, agregándoles valor y contribuyendo a extender su ciclo de vida.
La artesana sanjuanina comentó que la iniciativa comenzó tiempo atrás cuando, en otro departamento sanjuanino, observó “gran cantidad de bolsas que se acumulaban en arbustos de la zona, contaminando visualmente hermosos paisajes. Es así como comencé a juntarlas y a pensar en distintas opciones de uso. Este proyecto, además de brindar una salida laboral, tiene que ver con encontrarle otro uso a las cosas antes de que se conviertan en basura”, describió Gutiérrez.
Por su parte, Rosa Carbajal, una de las alumnas del taller, asegura que le resultó “muy interesante poder ver y aprender una nueva técnica de tejido que surja en base a una acción de reciclado”.
A través de las técnicas específicas y/o ancestrales que se dictan durante las clases, se potencia la generación de nuevas experiencias que, a su vez, pueden transformarse en una oportunidad laboral.
Los participantes, sus familias y miembros de la comunidad del departamento Calingasta son quienes recolectan las bolsas con las que trabajarán durante todo el taller de hilado. Esta iniciativa es óptima para concientizar a la población acerca de la importancia del reciclado, la reconversión de la basura y el potencial de la economía circular
De hecho, el taller tiene como fin visibilizar la problemática ecológica que ocasiona el desecho de este tipo de materiales en el medio ambiente, a la vez que propone una solución con impacto positivo que estimule la generación de proyectos individuales o colaborativos para contribuir al crecimiento socioeconómico de la comunidad. Esto también influye en el bienestar integral de las personas, otro de los fines de Glencore Pachón.
El taller de hilado forma parte de un prolífico abanico de iniciativas educativas y culturales, entre otras, que reafirman el compromiso de Glencore Pachón con la comunidad para seguir contribuyendo con el presente y el futuro de los calingastinos.