El ministro de Energía y Minas de Ecuador, Fernando Santos Alvite, consideró "un suicidio" prohibir la explotación petrolera del yacimiento Bloque 43-ITT, situado en la selva amazónica del Parque Nacional Yasuní, y la minería en el Chocó Andino de Quito, como proponen dos consultas populares que se votarán en agosto.
Santos Alvite aseguró en una rueda de prensa que el gobierno nacional no hará campaña en estos dos plebiscitos pero manifestó la "preocupación" del Ejecutivo, ya que advirtió de "un golpe muy grave" para la economía ecuatoriana si gana el "Sí" en cualquiera de las dos.
"No es un plebiscito simple. Nos estamos jugando el futuro del país. ¿Queremos un futuro impulsado por la riqueza que nos dio la naturaleza, la minería y el petróleo o cerramos ese futuro y entramos en un periodo realmente muy incierto?", preguntó el ministro.
"No se puede vivir del aire, de los pajaritos y reptiles que habitan en la selva", apostilló.
Según informó EFE, el titular de la cartera de Energía y Minas señaló que cesar la explotación del Bloque 43-ITT, del que salen unos 55.000 barriles al día, equivalentes al 11 % de la producción nacional, provocará que el Estado deje de percibir unos beneficios de US$ 1.200 millones al año por la venta de ese crudo.
FLUJO DE DINERO
"Son US$ 1.200 millones que van directos a la balanza comercial, que es el sustento de la dolarización", dijo Santos Alvite sobre la divisa que rige la economía ecuatoriana desde el año 2000.
Asimismo, sostuvo no ha habido afectación alguna al medioambiente desde que el Bloque 43-ITT entró en operación en 2016, lo que no comparte el colectivo ambientalista Yasunidos, promotor de la consulta, que ve en ello un riesgo latente dentro de una de las zonas de mayor concentración de biodiversidad del mundo.
Para el ministro, detener la explotación sería "un gesto vacío hacia el calentamiento global", porque la demanda mundial de petróleo seguirá siendo la misma y ese petróleo saldrá de otro país que lo produzca.
También advirtió la inviabilidad de abandonar el campo en el plazo de un año como ha dictado la Corte Constitucional en caso de ganar el "Sí", y afirmó que las actividades de abandono deben ser también consultadas a las comunidades indígenas de la zona, donde hay algunas en contra de la retirada.
Si bien reconoció que la industria petrolera está en declive ya que la demanda y el precio van a ir disminuyendo, Santos Alvite auguró que a Ecuador todavía le pueden quedar veinte o veinticinco años de potencial petrolero.
MINERÍA, EL "REEMPLAZO" DEL PETRÓLEO
En esa transición, el ministro vaticinó que "la minería va a reemplazar al petróleo como motor de su economía", por lo que también lamentó que se haya convocado una consulta popular para prohibir esta actividad en el Chocó Andino, una reserva de la biosfera situada dentro del área metropolitana de Quito, de gran importancia paisajística y natural.
"La minería es el futuro del país, reemplazará al petróleo y durante muchos años mantendrá una economía sana y estable, pero si los inversionistas ven que en Ecuador hay un ambiente hostil a una minería que bien hecha no afecta al medioambiente, no vendrá ninguno y morirá en su infancia la minería (en Ecuador)", dijo Santos Alvite.
"Recuerden que si la naturaleza nos dio recursos en forma de petróleo y minerales, es para beneficiarnos, no para dejarlos abandonados. Por supuesto, con una operación limpia, cuidadosa del medio ambiente y socialmente responsable", agregó.
El ministro recordó que el año pasado Ecuador batió su récord de exportaciones mineras con más de US$ 2.700 millones.
También destacó que Ecuador es un país muy rico en cobre como Chile y Perú, los dos principales productores mundiales, y que requiere de grandes inversiones que el Estado no tiene para construir las minas, como Cascabel (US$ 5.000 millones) y Llurimagua (US$ 7.000 millones), ambas en la provincia norteña de Imbabura.
Las dos consultas se votarán el domingo 20 de agosto, en coincidencia con las elecciones generales extraordinarias.