Pesa más las preocupaciones macroeconómicas sobre las economías estadounidense y europea y una recuperación china más lenta de lo previsto
En su último informe Perspectivas Energéticas a Corto Plazo (STEO), la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) muestra que los precios del petróleo no superarán una media de US$ 80 por barril en el segundo semestre de este año.
De acuerdo a las estimaciones de la EIA, el último recorte de producción anunciado por Arabia Saudí no tendría impacto en los precios del crudo.
En la última reunión, los productores de la OPEP+ decidieron prorrogar sus recortes de producción de crudo hasta 2024, mientras que Arabia Saudita dijo que reduciría voluntariamente su producción en 1 millón de barriles de petróleo diarios (bpd) en julio, hasta unos 9 millones de bpd. El recorte saudí podría prolongarse más allá de julio, según declaró el ministro saudí de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman.
A pesar del recorte saudí y de la prórroga de los recortes actuales de la OPEP+ hasta 2024, la EIA espera que los productores no pertenecientes a la OPEP impulsen la producción mundial de líquidos hasta un crecimiento de 1,5 millones de bpd en 2023 y de 1,3 millones de bpd en 2024, limitando el alza de los precios del petróleo.
El crecimiento de la producción en Estados Unidos, Noruega, Canadá, Brasil y Guyana será el principal motor del aumento de la producción mundial de líquidos.
Los recortes, sin embargo, provocarán reducciones en los inventarios mundiales de petróleo en cada trimestre entre el tercer trimestre de 2023 y el tercer trimestre de 2024, según la EIA.
Los inventarios de petróleo descenderán ligeramente el año que viene, en comparación con el STEO del mes pasado que preveía un crecimiento de los inventarios de 300.000 bpd para 2024. Esto, según la administración estadounidense, ejercerá una presión gradual sobre los precios del petróleo.
Pero no se espera que el precio del petróleo repunte, y los precios del crudo Brent promediarán US$ US$ 79 por barril en el segundo semestre de 2023, US$ 1 por barril más que en la estimación del STEO de mayo.
La previsión del precio del petróleo para 2024 se elevó a una media de US$ 84 por barril, lo que supone un aumento de US$ 9 por barril respecto a la evaluación del mes pasado.
PRECIOS CAEN
El precio del barril de petróleo bajó a causa de versiones, luego desmentidas, de un posible acuerdo entre los Estados Unidos e Irán sobre las actividades nucleares en el país persa, lo que determinaría un aumento importante de la oferta global de crudo, en medio de una demanda mundial deprimida.
El barril WTI bajó 2,2% y cerró en US$ 70,90; mientras que el tipo Brent cayó 1,8% y se negoció en US$ 75,50, según cifras suministradas por el New York Mercantil Exchange (NYMEX).
Las versiones dieron cuenta sobre un posible acuerdo entre los Estados Unidos e Irán que levantaría algunas sanciones a las exportaciones de ese país, pero que la Casa Blanca se apuró a descalificar.
Las informaciones fueron desmentidas por el gobierno estadounidense y ello hizo que el precio del petróleo limitase sus pérdidas en los tramos finales de la jornada.
Previamente, los analistas habían apuntado al optimismo por los últimos datos sombre demanda en Estados Unidos y China como motivo de las alzas iniciales del crudo.
LA FUERTE INFLUENCIA DE UNA RECESIÓN ECONÓMICA
A primera hora del miércoles, los precios del crudo Brent cotizaban justo por debajo de los US$ 76 por barril, ya que el recorte saudí no logró elevar los precios y el mercado se centró más en la desaceleración económica que en las expectativas de un mercado más ajustado a lo largo de este año.
El consumo de petróleo aumentará en 1,6 millones de bpd este año, y en otros 1,7 millones de bpd el año que viene, dijo la EIA, pero señaló que "sigue habiendo una incertidumbre significativa en torno al crecimiento económico mundial y el impacto potencial en la demanda de petróleo durante el período de previsión".
La EIA también revisó a la baja sus estimaciones sobre la economía estadounidense y el consumo de diésel para este año y el próximo.
Las últimas previsiones asumen un crecimiento del PIB de EE.UU. del 1,3% en 2023 y del 1,0% en 2024, lo que supone una rebaja respecto a las previsiones del mes pasado del 1,6% en 2023 y del 1,8% en 2024, basadas en el modelo macroeconómico de S&P Global para la economía estadounidense y en las previsiones de precios de la energía de la EIA.
La reducción de las previsiones de crecimiento del PIB ha llevado a rebajar las estimaciones de consumo de combustibles destilados, principalmente del diésel.
La EIA espera ahora que el consumo de destilados en EE.UU. caiga en 2024, lo que supone un cambio respecto a la previsión del mes pasado, que esperaba que el consumo de destilados creciera el año que viene.
Recientemente, la producción del sector servicios ha sido el principal impulsor del crecimiento del PIB, lo que requiere menos consumo de diésel, dijo la EIA en su discusión sobre el consumo y el crecimiento económico como parte del último STEO.
"Esperamos que esta tendencia continúe; pronosticamos en nuestro STEO que el consumo de diésel de Estados Unidos en la segunda mitad de 2023 estará por debajo del promedio 2015-2019 antes de una ligera disminución adicional en 2024 a pesar de un aumento esperado en el PIB durante los mismos períodos", dijeron.
El pronóstico de la EIA asume que los aumentos de las tasas de interés de la Fed ralentizarán la inflación sin causar grandes trastornos en el empleo o la actividad económica de Estados Unidos.
"Si el crecimiento del PIB disminuye, podríamos asistir a una mayor ralentización del consumo de gasóleo en Estados Unidos", señaló la EIA.
A pesar de los intentos saudíes de tensar aún más el mercado del petróleo e impulsar los precios al alza, las preocupaciones macroeconómicas sobre las economías estadounidense y europea y una posible recuperación china más lenta de lo previsto siguen pesando sobre los precios del petróleo.