La economía boliviana atraviesa una profunda crisis, ocasionada por el ansía estatal de acaparar el sector de petróleo y gas. Mauricio Medinacelli, ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia, advierte los riesgos de copiar este fracasado modelo
JUAN SALDARRIAGA
En los últimos tres lustros el modelo de hidrocarburos de Bolivia ha sido elogiado como un ejemplo a seguir por políticos y especialistas en energía de gran parte de Sudamérica y, por supuesto, del Perú. Por tal razón, ha causado mucha sorpresa la noticia de la crítica situación de la economía boliviana, gatillada (ironías del destino) por el naufragio de su sector gasífero.
¿Cómo pasó Bolivia de ser un referente en la industria de hidrocarburos a un ejemplo de lo que no se debe seguir? Responde Mauricio Medinacelli, ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia.
- Cuando conversamos, en 2020, se hablaba de una posible crisis en Bolivia por el agotamiento de sus reservas de gas natural. Esa crisis ya es una realidad. ¿Por qué se ha acelerado?
- Para comenzar, la declinación de la producción del gas natural en Bolivia comenzó en el 2015. Desde esa época ya había una evidencia de que el gas natural tenía problemas. Y estos problemas surgen porque en los últimos 15 años, desde la llamada ‘nacionalización del gas’, tanto los operadores privados como la empresa estatal del gobierno (YPFB) se dedicaron a cosechar (explotar) el gas que se descubrió antes y no a sembrarlo (explorar).
- ¿No ha habido exploración por gas en Bolivia en los últimos 15 años?
- No se ha hecho ningún descubrimiento importante desde el 2005. Y, como los periodos de maduración en este sector son largos, todo lo que (no) se hizo en 2005, en 2006, en 2007, en 2008 y en 2009 tuvo repercusiones en 2015 y 2016.
En ese sentido, a partir del 2015 empieza una declinación en la producción de los principales campos de gas natural, la cual se acentuó en los últimos tres años a pesar de los precios altos del petróleo (a los cuales está indexado el gas en Bolivia).
- ¿Los buenos precios del petróleo no han sido de ayuda?
- No. Y lo que tenemos hoy en día es que las exportaciones de gas natural a Brasil y Argentina han caído, y siguen cayendo, porque Bolivia no tiene la capacidad para enviar los volúmenes acordados según los contratos. Y por eso se han firmado adendas para disminuir la cantidad de gas natural exportado.
- Este déficit de gas ha repercutido negativamente en la economía boliviana. ¿Pero, cómo?
- Lo que hizo el gobierno boliviano ante la ausencia de dólares (por la menor exportación de gas) y ante su empecinamiento en mantener estable el tipo de cambio, fue consumir las reservas del Banco Central para abastecer con dólares a la economía.
Y cuando las reservas empezaron a caer notablemente comenzó a afectarse la deuda (externa). Entonces, hoy por hoy, el gran problema de Bolivia es que las exportaciones son muy pequeñas, las importaciones no dejan de crecer y no hay dólares en la economía.
- ¿Por qué las petroleras privadas no han invertido en explorar más gas?
- Porque el marco jurídico en Bolivia, desde 2005 y 2006, crea todos los incentivos para explotar o cosechar el gas, pero ninguno para explorar. Por el contrario, crea desincentivos.
- ¿Qué tipo de desincentivos?
- Por ejemplo, tenemos el sistema de impuestos y regalías más alto del mundo. Más del 50% en regalías e impuestos para producción. Luego, tenemos un problema de inseguridad jurídica porque se cambiaron los contratos con la ‘nacionalización’, casi unilateralmente.
Y tenemos precios subsidiados del gas y la gasolina en el mercado interno, por lo que no existe ningún incentivo para producir. Adicionalmente, no hay perspectivas de que el mercado de Brasil y Argentina vaya a crecer porque estos países se dedicaron a explorar y hallaron nuevas reservas de gas ante la inestabilidad boliviana.
- ¿No hay, entonces, ningún incentivo para la exploración?
- No. Todos estos elementos hacen que las empresas digan: me funciona la ecuación económica para cosechar o explotar gas, pero no para sembrar o explorar. Entonces, me dedicó a explotar hasta que se acaben las reservas.
- ¿Y por qué el Estado no ha invertido en exploración?
- El problema no es la empresa estatal en sí misma, sino la injerencia político-partidaria que suele ser muy agresiva en los países con empresas de hidrocarburos estatales. Ocurre así en Venezuela, donde la injerencia partidaria hace que la empresa estatal pague bonos, contrate a muchos empleados, otorgue subsidios y realice inversiones sinsentido.
La empresa estatal es maltratada en América Latina y por eso es muy riesgoso que una empresa del Estado sea parte activa del sector de hidrocarburos.
- ¿Y todo eso se gestó en el gobierno de Evo Morales?
- Evo Morales accedió al poder en el 2006 con una forma de gobierno que nos está pasando la factura ahora. El gran boom económico de Bolivia no se debió a una gestión positiva suya en el sector hidrocarburos, sino a una coyuntura de precios internacionales muy poderosa.
Y a que Bolivia sembró, antes de Morales, un proyecto de exportación de gas al Brasil, que fue luego cosechado por él. Eso está bien, pero el tema es que Morales no sólo debió dedicarse a la cosecha, sino también a la siembra.
- ¿Entonces todos esos planteamientos de importar gas de Bolivia para el sur del Perú son sólo sueños?
- Lo cierto es que Bolivia ya no está en la posición, desde el 2015, de ofrecer más gas natural a otros países porque, inclusive, el riesgo de desabastecimiento para el mercado interno está en riesgo a partir del 2030. Es decir, si todo sigue como hasta ahora, desde el 2030 o, incluso, desde el 2028, Bolivia tendrá que importar gas natural.
- ¿Cuáles son las reservas de gas natural de Bolivia ahora?
- No hay una cifra oficial. Todas son estimaciones. Lo único que puedo decir con alta probabilidad y certeza es que en 2028 o 2030 Bolivia debe empezar a importar gas natural.
- ¿Por qué no hay cifras oficiales?
Hay una ley que obliga a la estatal petrolera boliviana a publicar un estudio de reservas año tras año, pero no lo cumple. Ese es uno de los problemas cuando el Estado se hace cargo de la actividad económica: no regula a sus empresas estatales porque es juez y parte. Entonces, dar mucho poder a una empresa estatal es como poner todos los huevos en una canasta. Si a la empresa estatal le va mal, todo el sector se cae.
- ¿Poniendo un paralelo: ese es el riego que corre el Perú si nuestra estatal petrolera (Petro-Perú) ingresa a los principales lotes petroleros del país?
- Sí. En el 2005 el sector petrolero de Bolivia estaba institucional y legalmente bien estructurado, como está Perú hoy en día. Pero se apuntó a un modelo de desarrollo completamente estatal y se desordenó todo. Entonces, yo creo que si el Perú copia el modelo de hidrocarburos boliviano, eventualmente, puede caer en el mismo desorden que hoy tenemos en Bolivia.
- La justificación para otorgar lotes petroleros a Petro-Perú es que es necesario para nuestra seguridad energética. ¿Es lo mismo que señalaba Evo?
- Es ese mismo mensaje, asociado a la industrialización del gas, que nunca se concretó. La petrolera estatal boliviana tiene hoy más de 100 bloques (lotes) de hidrocarburos a su cargo, pero no sirve de nada otorgarle más bloques si no tiene la capacidad para lograr que den frutos.
Entonces, yo siento que el Perú está tomando como ejemplo el modelo boliviano, pensando que esto fue lo que hizo que tengamos grandes ingresos, cuando la realidad es que tuvimos altos ingresos por los mayores precios internacionales y por una siembra de gas que se hizo antes de Evo Morales.