La minería es una de las industrias mejor pagadas en la mayoría de los países. Cuando traen inversores extranjeros, se generan empleos bien remunerados y se crea una base impositiva que ayudaría a mitigar la inflación que hay en el país.
Hay un número de áreas que deberían ver de otros países como Arabia Saudita. Ese país está abriendo sus puertas a la minería y nunca se ha esperado eso en ese lugar. Como dije antes, las empresas extranjeras o cualquier inversionista que hace una inversión espera obtener una ganancia. Si no puede sacar su dinero de Argentina, ¿para qué quiere poner su dinero?
- En febrero de 2016, el entonces presidente Mauricio Macri anunció la eliminación de las retenciones a las exportaciones mineras, pero después se implementaron de nuevo. ¿Qué opina del impuesto y de estas contramarchas?
- La implementación de los impuestos a la exportación castiga la industria. Niega a los inversores la capacidad de repatriar sus ganancias. Pienso que también ralentiza/detiene las inversiones en el país, lo cual pienso que es muy importante. Argentina trata de cuidar sus reservas, pero al hacerlo le está quitando a sus ciudadanos la posibilidad de más empleo.
- ¿Considera que la Argentina es un país asfixiado por el acuerdo con el FMI y la inflación?
- No importa a quién le pidas prestado. Si tienes una deuda, tienes que pagarla. Y la deuda es, a menudo, una forma en que los gobiernos gastan dinero que no tienen. Entonces, si el dinero es pedido al FMI o un banco internacional, o algún inversor internacional como Elliot Management tienes que pagarlo.
Es como si le pidieras plata a un amigo. Él espera que le devuelvas ese dinero. Por ende, no hay diferencia entre si le pides plata a una empresa para construir una parte de Los Azules, la persona o el grupo que nos presta el dinero, lo quiere de vuelta.
- ¿Cree que la Ley de Glaciares ha sido un escollo para las inversiones mineras en Argentina?
-Es importante agregar que los glaciares se mantienen lejos. Se preservan y se protejan evitando acercarse. También es importante entender, estudiar en el lugar, para ver si lo que ha sido identificado por satélite es realmente un glaciar. El agua es un tema de suma importancia a nivel mundial, y especialmente en San Juan.
Lo miras y dices, ¿Hay otras áreas donde conservamos agua? ¿Puedes hacer esfuerzos de conservación mientras el agua sale de la montaña? ¿Y puedes tapar los canales por donde sale el agua? ¿Se puede tener un uso agrícola más eficiente? He visto zanjas desbordándose y nos preguntamos si podríamos traer alguna tecnología que pudiera hacer que el agua alcance para más producción agrícola y más hogares.
No veo la Ley de Glaciares como un impedimento para la minería en Argentina. Probablemente hay minerales debajo de esos glaciares, pero permanecerán debajo de esos glaciares. Y posiblemente habrá proyectos que no saldrán adelante por la legislación sobre glaciares.
- ¿Al mundo inversor minero le preocupa la Ley de Humedales que propician los legisladores?
-Cuando subes a Los Azules en ciertas épocas del año, hay cientos de cabras que vienen de Chile y andan por todas las vegas, se las comen y defecan en ellas. En términos de calidad del agua, ellos estarían poniendo todo tipo de bacterias que fluye río abajo y podría afectar la salud de todas las personas que usan el agua.
Queremos proteger los humedales y tratamos de encontrar una forma de compensación medioambiental. Creo que, si hay una ley de protección de humedales muy estricta, probablemente no habría industria del litio y tampoco la industria del cobre. Litio y cobre son parte del futuro. No se puede negar que una mina tendrá un impacto en el medio ambiente, pero queremos minimizar ese impacto.
- ¿Si Argentina no avanza para aumentar el atractivo de la nación para los inversionistas, podría perder el tren en los mercados de metales cíclicos?
- Veo que Argentina tiene una gran oportunidad y no dura para siempre. El dinero se mueve internacionalmente y ahora mismo el mundo está considerando cambiar su fuente de energía. Se van a construir baterías y vehículos eléctricos, y van a necesitar cobre, litio y níquel.
Tengo esperanzas de que la gente que dirige Argentina reconozca la oportunidad que se les presenta no solo de aumentar su base impositiva a través de la inversión extranjera, sino de elevar el nivel de vida de muchas personas en el país y tener una base impositiva que eliminará, con el tiempo, el monto de la deuda que han tomado prestado, estabilizará la moneda y mejorará la vida para todos los argentinos.
De niño escuché la expresión “tan rico como un argentino” y me gustaría escuchar eso nuevo.