La empresa noruega proyecta invertir US$ 1.000 millones en los próximos cinco años en Chile
Statkraft, la mayor generadora de energías limpias en Europa, tiene un ambicioso plan de expansión en Chile. Además, cree que es urgente mejorar el sistema de transmisión e introducir mayor capacidad de almacenamiento para poder lograr las metas de carbono neutralidad.
Statkraft es una empresa de energías renovables del estado de Noruega que está presente hace 8 años en Chile.
La empresa utiliza fuentes de energía hidroeléctricas, eólicas y solares. La gerente general de la empresa en el país, María Teresa González, adelanta que “a nivel global, estamos invirtiendo principalmente en energía eólica y en relación a Chile, nos interesa mucho por su ambición de carbono neutralidad”.
- ¿Cuál es su situación hoy en el país?
- En Chile nosotros llevamos ocho años, estamos todavía subescalados. Por lo tanto, la meta que nosotros nos fijamos es que a 2028 tenemos que multiplicar por 10 nuestra generación, llegar por lo menos a una producción de 2 gigawatt/hora para poder generar la rentabilidad que esperamos. Para eso tenemos que multiplicar hoy día por 14 la capacidad instalada que tenemos actualmente para operar a una escala que nos permita ser rentables.
- ¿Qué proyectos están desarrollando?
- En estos últimos 3 años hemos estado desarrollando un pipeline de proyectos bien grandes y tenemos más o menos 1.700 gigas en carpeta. Proyectos solares en el norte y eólicos en el sur, estamos construyendo una central hidro en el sur, tenemos otra central hidráulica también operando en el sur, estamos construyendo tres parques eólicos en Litueche hoy día, donde ya estamos levantando las primeras turbinas esta semana.
También estamos buscando muy activamente en el mercado proyectos en distintas etapas, desde iniciativas greenfield hasta proyectos o activos en operación, incluso paquetes de activos. Creemos que hoy día es imprescindible avanzar en esta transición energética justa.
Chile es un país que nos interesa mucho precisamente por su ambición también de carbono neutralidad, y porque tiene estabilidad. En general, la política energética ha sido una política de Estado que ha traspasado las administraciones de los distintos gobiernos, entonces es un país que nos parece muy atractivo para el desarrollo de las renovables, además de obviamente los recursos naturales maravillosos que tiene para poder desarrollar este tipo de energía.
- ¿Cuánto tienen pensado invertir en Chile?
- Nosotros estamos desarrollando, como te decía, este portafolio de proyectos de tecnología eólica, solar e hidrógeno. También tenemos una prefactibilidad de un proyecto de hidrógeno bien grande en el norte de Chile. Estamos apuntando a lograr nuestra meta de crecimiento -estos 1.000 MW que nos hemos propuesto tener para 2028- que implican una inversión más o menos de US$ 1.000 millones.
- En febrero, un grupo de 9 generadoras renovables envió una carta al ministro de Energía solicitando una modificación en la normativa vigente de tarificación de la energía renovable para evitar insolvencias. Ustedes como Statkraft no estuvieron de acuerdo con esa propuesta ¿Cómo lo ven hoy y en qué está esa situación?
- Estamos logrando grandes hitos en el avance de las energías limpias, pero todavía hay desafíos, porque las energías renovables, mal llamadas según nosotros no convencionales, la eólica y la solar, son energías variables, entonces no están disponibles el 100% del tiempo, y por lo tanto, eso pudiera eventualmente afectar la seguridad.
Eso es lo que finalmente la política pública tiene que asegurar: el que haya un sistema eléctrico que sea seguro, o sea que cuando tú prendes la electricidad, haya electricidad y que sea costo-eficiente, ¿verdad? Entonces, en ese contexto es muy probable que sean necesarios ajustes regulatorios para reflejar el cambio en la matriz energética. Lo que nosotros no estamos de acuerdo es que esos ajustes regulatorios se hagan sobre la marcha.
Efectivamente tenemos que mirar qué ajustes regulatorios hay que hacer, pero a la luz de sólidos estudios técnicos, económicos y de factibilidad. Entonces creemos que sí, hay que sentarse y en esto nosotros promovemos muy fuertemente el trabajo colaborativo entre el Estado y las empresas. Creemos que esa es la forma de hacerlo, ojalá todos los actores nos podamos sentar y discutir propuestas para hacer aquellos ajustes que sean necesarios.
- ¿Cuáles son los desafíos que tiene el sistema eléctrico chileno hoy?
- Hoy día hay ciertas condiciones habilitantes de la transición energética que a nosotros nos parecen urgentísimas de abordar, como es el problema de la transmisión, que es la que está generando hoy día los mayores dolores a la industria y que está poniendo en problemas algunas de las empresas que son las que escribieron esta carta, la transmisión es urgente de abordar y no es rápido.
También promover el almacenamiento, tanto asociado a centrales como stand alone, (almacenamiento por sí mismo). Creemos que esos son dos tópicos que son imprescindibles de abordar para poder efectivamente hacer realidad la transición energética, porque una cosa es, en el fondo, poner metas ambiciosas que nosotros valoramos muchísimo, pero otra es la gestión de eso para que realmente se transforme en una realidad. Y nosotros hoy día, así como estamos con la construcción y transmisión que tenemos, no vemos que sea posible cumplir las metas que nos hemos puesto como país.
- ¿Cómo ha respondido el Estado de Chile frente a esos desafíos?
- Además de los desafíos de transmisión y almacenamiento, hay otra condicionante que es clave para poder cumplir con las metas que nos hemos puesto. El Estado también debe mejorar su capacidad de gestión para poder agilizar todos los procesos de permisología, sin bajar evidentemente los estándares ambientales.
Pero hoy día claramente hay cuellos de botella, especialmente en algunos servicios públicos, que hacen que las inversiones se atrasen y, por lo tanto, que tengan sobrecostos y sobretiempos que finalmente van matando los proyectos.