El presidente de la AmCham y CEO del J.P. Morgan, Facundo Gómez Minujín, realizó un duro diagnóstico de la evolución de la economía local en los últimos años
Argentina camina sobre suelos inestables. En un clima de altísima preocupación empresarial se dió el AmCham Summit y el presidente de la Cámara, Facundo Gómez Minujín, presentó un duro diagnóstico de la actualidad del país y marcó las necesidades para mejorar el futuro.
Argentina necesita encontrar la solución a los problemas estructurales: pobreza, alta inflación, crisis ecómicas recurrentes, desigualdad de ingresos, pérdida de la movilidad social y la calidad educativa.
"La pobreza escaló al 39.2, significa que 11.5 millones de personas en nuestro país no alcanzan a satisfacer sus necesidades básicas. En Argentina la mayoría de los chicos son pobres y la mayoría de los pobres tienen menos de 30 años", remarcó Minujín en su discurso de apertura.
En un duro análisis de la situación actual de Argentina, anticipó una nueva recesión para una economía ya debilitada y mencionó que "Lamentablemente vivimos una recesión con inflación, esto sumado a una sequía sin precedentes, falta de divisas para abastecer los requerimientos de las importaciones, un mercado cambiario totalmente regulado, seguido de un recurso que ya demostró no tener éxito como el CEPO".
Enfatizó que "el comercio administrado y el ingreso a cuentagotas de insumos para la normal producción de nuestras industrias llevan al país al borde de una nueva crisis. La décima que sufrimos desde la vuelta de la democracia. Es imposible planear a largo plazo cuando no tenemos visibilidad en el cortísimo plazo. Estamos navegando en un banco de niebla y este nivel de incertidumbre es constante y resonante y no ocurre en nuestros países vecinos".
A pesar de un panorama sombrío AmCham considera que el 2023 será bisagra para el país, en un año de elecciones se deberá elegir por quienes tengan las herramientas necesarias para resolver los problemas enumerados por Minujín y agregó que "Es hora de que adoptemos un rol protagónico desde el sector privado, porque nosotros también somos parte de la solución"
"Si el país comienza a tener reglas claras y estables, se manifiesta un entorno ético y transparente. Nosotros, como líderes activos del sector privado, debemos dejar las dudas e invertir para ser protagonistas de la Argentina que viene. Debemos asumir riesgos, es nuestro rol, y mantenernos positivos en el pensamiento de que Argentina puede y va a mejorar".
Según las cifras, en la última década no ha habido crecimiento del empleo en el sector privado ni el crecimiento del volumen de exportaciones. Por el contrario, el gran empleador de la última década ha sido el gobierno nacional y los gobiernos proyecciones.
"Estamos convencidos que una vez que se elimine el déficit fiscal, se le dé verdaderamente independencia al Banco Central y a su directorio, y se recorte el excesivo gasto del Estado, el país comenzará a crecer de manera constante y beneficiosa para toda la población".
La cámara representa a una comunidad de negocios de casi 700 empresas, de origen americano, argentino y de otros países. Son muchas las necesidades que tienen las compañías, pero el denominador común es el compromiso con el desarrollo económico, social y sustentable de nuestro país. "Es fundamental colaborar en una agenda de trabajo entre las empresas y el gobierno argentino enfocándonos especialmente en industrias como la energía, la minería, la petroquímica, los agronegocios, la electromovilidad, la economía el conocimiento y el turismo".
Hoy, Argentina necesita generar una agenda basada en la integración comercial, la apertura de nuevos mercados, la búsqueda de inversiones y la generación de empleo de calidad. "Sólo, si logramos un cambio notable en la organización económica del país, lograremos revertir la tendencia declinante en la que estamos inmersos".
"Como requisito excluyente debemos analizar también los valores compartidos y el modelo del país que pretendemos. Ponernos de acuerdo sobre los problemas y por ende sobre las reformas necesarias, redefinir el rol del Estado que ha crecido desmedidamente desde un 20% del PBI a representar hoy casi el 40% del PBI en el gasto, y contribuir en la elaboración de marcos regulatorios para convertir al sector privado en motor de crecimiento y la empleabilidad".
Y concluyó "Las ideas y los proyectos individuales por sí solos no resuelven las crisis estructurales, tampoco los empresarios prevendarios, tampoco los atajos, tampoco las soluciones mágicas, pero tampoco las economías cerradas. Por eso cada uno de nosotros debe convertirse en protagonista para consensuar el mejor camino posible que permita el desarrollo sustentable y tan esperado de nuestro querido país".