Un consorcio formado por la petrolera noruega Equinor, la hispano-china Repsol Sinopec y la brasileña Petrobras anunció que invertirá US$ 9.000 millones en el desarrollo del gigantesco campo de gas BM-C-33 en Brasil.

Equinor, operadora del proyecto, calificó como un “hito” el anuncio de la inversión en el bloque, que comenzará a producir gas natural previsiblemente a partir de 2028, según un comunicado.

El yacimiento BM-C-33 está situado en aguas muy profundas de la cuenca de Campos, frente a las costas de Río de Janeiro, y contiene reservas recuperables de gas natural y de crudo calculadas en cerca de 1.000 millones de barriles equivalentes de petróleo.

La producción comenzará con una plataforma flotante FPSO con capacidad para extraer 16 millones de metros cúbicos de gas al día, lo que puede representar cerca del 15% de la demanda de gas de Brasil, según cálculos del consorcio, según destacó EFE. 

Además de Equinor, Repsol Sinopec tiene el 35% de participación en el bloque y Petrobras, empresa controlada por el Estado brasileño, el 30% restante.

El BM-C-33 será el primer proyecto marítimo en Brasil que esté conectado directamente con tierra a través de un gasoducto, de 200 kilómetros de extensión, mientras que la producción de crudo será transportada por medio de buques petroleros.

Entonces, con una participación del 49% en el proyecto, la contribución de Repsol ascendía a una inversión de unos US$ 1.300 millones. En el caso de este bloque en Brasil, teniendo en cuenta la participación del grupo español en él, la inversión ascendería a unos US$ 1.890 millones en cinco años.

Esta decisión de inversión respecto a ‘BM-C-33‘ representa un hito importante para el mercado de gas brasileño, con una capacidad de flujo estimada de 16 millones de metros cúbicos de gas diarios. Esto equivale al consumo de todo el Estado de São Paulo, demostrando su potencial para abastecer de energía a Brasil para atender su creciente demanda y crear valor para la sociedad.