La compra a Iberdrola se financiará en un 60% por la banca y el restante 40% por un fondo estatal de infraestructura, que asumirá la mayoría del capital de riesgo, según anunció el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
México anunció a inicios de abril que acordó comprarle 12 plantas de ciclo combinado y una eólica a Iberdrola, en una operación de US$ 6.000 millones que el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como una "nueva nacionalización" del mercado eléctrico, informó Reuters.
Los activos que forman parte de la transacción son los ciclos combinados de gas Monterrey I y II, Altamira III y IV, Altamira V, Escobedo, La Laguna, Tamazunchale I, Baja California y Topolobampo II y III, Monterrey III y IV, Tamazunchale II y Enertek, además del parque eólico terrestre La Venta III.
El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, dijo que el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) aportará 45.000 millones de pesos (US$ 2,490 millones), equivalentes al 51% del capital de riesgo, mientras que 66,500 millones de pesos (US$ 3,690 millones) se obtendrán vía financiamiento.
"El Fonadin se asegura que tiene la mayoría del control de los activos de capital de riesgo", dijo Ramírez de la O durante la conferencia de prensa matutina de López Obrador.
"Además, este tipo de operaciones se financian con capital en riesgo y con deuda o financiamiento, y ese es el conjunto, pero lo que nos interesa a nosotros es que Fonadin tenga el 51% del capital en riesgo", añadió.
Aunque el secretario dijo primero que la operación no iba a significar deuda para el país, luego matizó que sí era una forma de endeudamiento pero fuera del presupuesto nacional y que el financiamiento será "soportado por los flujos" de las plantas.
Cuando se anunció la compra se informó que la generadora estatal, Comisión Federal de Electricidad (CFE), asumirá la operación de las plantas. La empresa contabilizará como suya la energía de esas instalaciones y de esa forma logrará producir más del 50% de la electricidad en el país, una meta del gobierno de López Obrador.
Ramírez de la O dijo entonces que la compra se cerraría en unos cinco meses.
Aún no queda claro qué pasará con los trabajadores actuales de Iberdrola en las plantas en el acuerdo ni si la CFE recibirá un pago por la operación de esas instalaciones, cuya generación ya recibía la empresa estatal por contrato.