Iniciativa permitirá extender la vida útil de la unidad minera en ocho años más, del 2028 al 2036. Según el MINEM debería empezar a construirse este año
Compañía Minera Antamina, el segundo productor cuprífero de Perú, prepara un proyecto con significativo impacto para la economía nacional, pues demandará una inversión del “orden de los US$2.000 millones”.
En el marco del Desayuno Empresarial organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú la ingeniera Fabiola Sifuentes, vicepresidenta de Salud, Seguridad y Medio Ambiente de Compañía Minera Antamina ofreció una actualización del Proyecto de Extensión de Vida y la situación de la Modificatoria de Estudio de Impacto Ambiental (MEIA).
Destacó que el citado proyecto minero tipo brownfield contará con una inversión de capital aproximada de US$ 2.000 millones a partir de la aprobación del expediente ambiental, lo que permitirá generar un impacto económico directo traducido en el incremento del 1.3% del Producto Bruto Interno del Perú y el incremento del 22% en el Producto Bruto Interno de Áncash.
Asimismo, puntualizó que el proyecto busca ampliar la vida de la mina desde el 2028 hasta el 2036, manteniendo la misma área de operación previamente aprobada; y que este no supone un aumento de la capacidad de producción, sino optimizar la eficiencia y sostenibilidad operativa y ambiental de los componentes actuales, como son el tajo, chancadoras y depósito de relaves.
También, sustentó que la empresa minera con el proyecto aspira a maximizar la recirculación del agua al 100% en la planta de procesos en cumplimiento de los compromisos de cantidad y calidad del recurso hídrico; reducir al 100% los gases de efecto invernadero de alcance 2 en 2030 y ser carbono neutral en 2050; y conservar bofedales y revegetar suelos con especies nativas.
“La MEIA se viene desarrollando en cumplimiento de los requerimientos del Senace, y ha implicado procesos participativos en el 100% de localidades. Su aprobación es clave para dar predictibilidad a nuestro plan de inversiones. Con ello, estimamos que el expediente obtenga la certificación ambiental a mitad o en el tercer trimestre del 2023”, dijo Sifuentes.
MODIFICACIÓN DE COMPONENTES ACTUALES
Según el estudio ambiental, el Proyecto de Extensión de Vida de Antamina considera el rediseño del tajo para hacerlo más profundo y acrecentar su área en 25%, siempre dentro del área de operación; manteniendo y optimizando los controles actuales para mitigar la generación de polvo, ruido y vibraciones, y garantizando el cumplimiento de los estándares ambientales.
Otra de las acciones será la mejora del sistema de chancado y transporte de mineral y desmonte, con el propósito de aminorar el tamaño y derivar a través de túneles y fajas tanto el material que se procesa como el que se dispone en el depósito de desmonte, siendo necesario afianzar el diseño de ingeniería de las chancadoras para mitigar la generación de polvo, ruido y vibraciones.
Finalmente, se realizará el recrecimiento de los depósitos de desmonte existentes para recibir un promedio de 30% más de desmonte, procurando un riguroso cuidado con el manejo del agua; y a su vez se prolongará la capacidad del depósito de relaves, con las mismas condiciones de seguridad y estabilidad del dique, y conservando el sistema de colección y tratamiento de aguas.
“Extender la vida de la mina permitirá que Antamina siga contribuyendo durante 8 años más mediante sus aportes directos y de los aportes al Estado, despliegue un plan de cierre de brechas y colabore con los niveles de gobierno en la ejecución eficiente de los recursos y al progreso social, disminuyendo los conflictos sociales en la región”, afirmó la vicepresidenta de Antamina.