Como parte del Programa de Visitas de Josemaría, un contingente de referentes y vecinos de Iglesia viajó a conocer el campamento Batidero y las obras tempranas que se llevan adelante
El campamento Batidero abrió sus puertas a un grupo de referentes de asociaciones civiles de Iglesia que viajaron, en el marco del Programa de Visitas de Josemaría, para entender el presente y futuro del proyecto Josemaría, situado en la cordillera de los Andes a más de 4.000 metros de altura.
Esta visita contó con la participación de Maria Esther Vega, Maria Soledad Marinero, Armando Montaño, Iván Solar, Carla Vedia y Nieves Quilpatay, vecinos y referentes de diversas localidades de Iglesia.
La planificación de la visita estuvo en manos del equipo de Relaciones Institucionales de Josemaría, con el interés puesto en que los visitantes puedan conocer de cerca un proyecto cuprífero de la envergadura y complejidad que posee Josemaría, que aspira a ser la primera mina de cobre de San Juan y que hoy se encuentra en etapa de pre-construcción, mientras avanza en el proceso de permisos sectoriales, en el cumplimiento de requerimientos de la DIA y en las conversaciones para alcanzar acuerdos con autoridades nacionales y provinciales.
“Estamos muy satisfechos de que estos referentes de la comunidad de Iglesia hayan podido viajar para conocer el campamento Batidero y el estado de avance de Josemaría, ya que venimos manteniendo con ellos un relacionamiento permanente en estos años para que se sientan involucrados en este proyecto”, expresó Verónica Cunto, gerenta de Relaciones Comunitarias de Josemaría.
La comitiva contó con el acompañamiento y soporte de referentes de áreas claves de Josemaría para brindar información que facilite la comprensión de las diversas componentes del proyecto. Desde el área Relaciones Comunitarias participaron Yanina Maza,Andrea Manrique y Omar Zamorano. En tanto que Laura Laborde, desde Relaciones Institucionales, tuvo a su cargo la logística de la visita; Mariano Archilla viajó desde el área Sostenibilidad y Federico Norte, por el área Legales.
A ellos se sumaron, desde el campamento Batidero, David Delgado, gerente de Construcciones; Félix Valdez, superintendente de Operaciones; Walter Uriche, de Ambiente; Juan Pablo Figueroa jefe de Campamento; y Martín Quiroga, superintendente de Camino.
VIAJE HASTA EL PROYECO
El contingente de visitas y del equipo de Josemaría partió desde la ciudad de San Juan, el jueves temprano, en colectivos de larga distancia.
Al llegar a Guandacol, en La Rioja, tres horas y media después, abordaron camiones atego, de doble tracción, para realizar el tramo hasta el proyecto. Fue un trayecto largo, por un camino de montaña, apto para uso minero, que demandó unas 6 horas de viaje y que, en su ascenso hacia la cordillera de los Andes, pasó por un pico de casi 5.000 metros de altura, en la zona de la Brea, cerro El Torno, hasta llegar a los poco más de 4.000 donde se asienta Batidero. Hoy el campamento posee una capacidad para 1.250 plazas, oficinas, comedor, cocina, clínica y zonas de esparcimiento.
Al llegar, todos los viajeros pasaron por los controles de salud de rigor, que realiza el equipo médico de la clínica para abordar y prevenir los posibles efectos de la altura. Luego de la distribución de las habitaciones, se compartió un café en la sala de reuniones donde, además, los visitantes tuvieron la oportunidad de conocer a sus anfitriones de las áreas Campamento, Camino, Construcciones, Operaciones y Ambiente.
Laura Laborde se encargó de repasar la historia de Josemaría, desde sus inicios hace 20 años en etapa de exploración, pasando por la obtención de la DIA, en abril de 2022, hasta la etapa actual de pre-construcción. En tanto que, Yanina Maza se explayó sobre la puesta en marcha del procedimiento de retroalimentación, una vía de comunicación que permite relevar reclamos y comentarios que los vecinos de las comunidades pueden realizar sobre diversos aspectos relacionados al proyecto. A su tiempo, Omar Zamorano dio detalles sobre los diversos planes de inversión social que desarrolla Josemaría.
Juan Pablo Figueroa informó a los visitantes sobre la administración de Batidero, donde se alojan, distribuidos en dos turnos, 1.048 trabajadores propios de Josemaría y de contratistas, sus características generales, pabellones, cantidad de camas, organización del comedor, turnos, uso del agua, servicio de salud, entre otros.
Por su parte, David Delgado se refirió a los avances del futuro campamento de construcción Josemaría, que tendrá 1.250 plazas una vez que se concluya la fase 1, de su primera etapa, y que aspira a llegar a más de 4.000 plazas en la futura etapa de construcción del proyecto.
En tanto que, Martin Quiroga brindó información acerca de las responsabilidades de la Patrulla de Caminos, y los retos que implica el mantenimiento y la seguridad del camino de 205 km que conecta a Guandacol – provincia de La Rioja - con Batidero. Además, se refirió al Plan Invierno 2023 que se extiende desde el 1 de abril hasta septiembre y sus actividades de seguridad asociadas.
Luego de compartir la cena en el mismo comedor junto a los trabajadores del último turno, el grupo se retiró a descansar ya que al día siguiente la jornada comenzó también muy temprano. El objetivo fue conocer el cerro donde se encuentra el pórfido de cobre, y el sitio donde se levantará la futura planta de procesamiento.
Félix Valdez, acompañado por Silvina Allis, de Ambiente, se ocuparon de mostrar a los visitantes el cerro que contiene el yacimiento y explicaron cómo se hará el procesamiento del mineral, en qué consiste el concentrado de cobre, cómo se obtendrá agua para la planta, cómo y dónde se construirá el depósito de colas, de qué manera se abastecerá de energía eléctrica la planta, entre muchas más.
Un momento especial se dio casi al finalizar el recorrido donde la geóloga Andrea Manrique mostró los denominados “testigos”, que son trozos de roca extraída del yacimiento Josemaría con máquina de diamantina, para que los visitantes pudieran apreciar con lupas de geólogo la presencia del cobre y otros minerales.
Carla Vedia, vecina de Angualasto, expresó que “me pareció muy linda la experiencia, todos muy predispuestos a resolver nuestras dudas, por eso me voy contenta sabiendo que pronto va a haber muchas fuentes laborales para los iglesianos”. A su vez, Nieves Quilpatay, vecina de Rodeo, contó que “me pareció muy ilustrativo todo lo que nos explicaron, nos atendieron muy bien y me respondieron todas las dudas que tenía”.
Iván Solar, vecino de El Chinguillo, destacó que “lo bueno es venir a conocer cómo es el desarrollo de estos proyectos mineros porque somos vecinos directos y es bueno poder compartir ideas y ver lo que se está haciendo para integrarnos a este proyecto. Es bueno venir a sacarse dudas con el tema ambiente, agua, saber cómo están trabajando para cuidar estos lugares tan frágiles de la cordillera, como El Chinguillo”.
Armando Montaño, vecino de Colangüil, señaló: “Me impresionó que es un proyecto muy grande, nos dieron mucha información sobre cómo va a ser el futuro de la mina, fue una experiencia muy productiva”.
Una vez concluido este tramo, el contingente volvió al campamento Batidero y desde allí se emprendió el camino de retorno a la ciudad de San Juan, cuidando en todo momento la salud y seguridad de las visitantes.
Estas visitas constituyen un valioso canal de relacionamiento temprano y comunicación que Josemaría busca mantener abierto y cercano a todos los actores de interés y así dar cuenta de los avances del proyecto con vistas al desarrollo de la futura mina de cobre.