Los flujos de crudo transportado por mar de Rusia se mantienen firmes, lo que significa que la promesa del Kremlin de reducir drásticamente la producción de la nación aún no se refleja en los suministros del mercado internacional.

Los envíos de la nación se redujeron en 123.000 barriles por día a 3,11 millones de barriles en los siete días hasta el 24 de marzo, según el seguimiento de petroleros de Bloomberg. El promedio de cuatro semanas menos volátil cayó en una cantidad similar.

Es la sexta semana consecutiva que se mantienen por encima de los 3 millones al día.

Rusia se comprometió a reducir la producción en 500.000 barriles por día desde este mes hasta junio en respuesta a un tope de precios del Grupo de los Siete en las ventas de crudo de la nación. El corte planificado aún no aparece en los datos de carga. 

Desde que se anunció la reducción, los precios del petróleo han caído considerablemente, lo que sugiere poca ansiedad de los comerciantes por la amenaza de reducción.

Cualquier caída en la producción se compensará inicialmente con una demanda reducida de las refinerías del país durante un período de mantenimiento estacional. Los flujos de oleoductos perdidos a Europa también se suman a los volúmenes disponibles para la exportación por mar.

La reducción de la producción se realizará a partir de un nivel de referencia de alrededor de 10 millones de barriles por día, dijo Alexander Novak, viceprimer ministro de Rusia. Pero la reducción real puede ser menor, con las tasas de producción de enero y febrero evaluadas por debajo de ese nivel por la Agencia Internacional de Energía.

Dado que el crudo Brent se cotiza actualmente a cerca de US$ 75 por barril y las previsiones del mercado muestran un superávit en la primera mitad del año, los socios de la OPEP+ de Rusia pueden acoger un recorte unilateral de la producción del segundo mayor productor del grupo.

El aumento de los flujos marítimos visto a principios de año, que es más evidente en los datos promedio de cuatro semanas, probablemente refleja el desvío de crudo entregado anteriormente a Polonia y Alemania a través del oleoducto Druzhba.

Los flujos a Alemania se detuvieron a fines de 2022 y las entregas a Polonia cayeron a unos 60.000 barriles por día en virtud del último contrato de suministro restante del país con una empresa rusa.

La pérdida de esos mercados de oleoductos significa que ahora se exportan 500.000 barriles diarios adicionales de crudo ruso a través de los puertos del país, a pesar de la prohibición de la Unión Europea sobre las importaciones de casi todo el crudo y los combustibles refinados de Moscú y un tope de precios del G7 que, en conjunto, impulsaron a Moscú a amenaza de cortar la producción.

El volumen combinado de crudo en los barcos que se dirigían a China e India más flujos más pequeños a Turquía y cantidades en barcos que aún no han mostrado un destino final retrocedió en el último período de cuatro semanas, a un promedio de 3,1 millones de barriles por día, cayendo a su nivel más bajo en seis semanas.

A medida que se hicieron evidentes los destinos finales de los cargamentos que se cargaron a fines de enero, los flujos a China aumentaron a nuevos máximos posteriores a la invasión, aunque esos niveles no se mantuvieron con los cargamentos que se cargaron en febrero.

Los patrones históricos sugieren que la mayoría de los barcos actualmente identificados como destinos de "Asia desconocida" y que se dirigen al Canal de Suez terminarán en la India.