MARCELO BONELLI
Ya es prácticamente oficial. La inflación de febrero estará en el 6%. Marco Lavagna en forma confidencial se lo anticipó al Presidente y a Sergio Massa. En las últimas horas envió el primer informe preliminar del Indec: suba fuerte de la carne, la remarcación avanzó en servicios y la inercia parece imparable.
A ese paper secreto le falta incluir las últimas jornadas de febrero. El trío reza para que el índice no supere -al final- el techo del 6%. Lavagna ya notificó que el número del Indec estará entre 5,6% y 6,1%. Y que marzo viene complicado.
Un informe del JP Morgan lo describe de manera contundente: “Nuestro escenario prevé una inflación promedio mensual en el primer semestre del 5,9%”. La cuestión se repite en los documentos de Wall Street. Coinciden los textos confidenciales de UBS, Morgan Stanley y Credit Suisse.
Por eso, estos trabajos realizados para sus exclusivos clientes se concentran en el mediano plazo. Y apuntan a dilucidar qué ocurrirá después de la elección. Los papers de Wall Street coinciden en tres conclusiones.
La mayoría sostiene, como primera medida, que Alberto Fernández llega a las elecciones de agosto, sin que le explote antes la bomba económica.
Es decir que el difícil statu-quo financiero de Massa se sostendría hasta las PASO. También afirman que la foto de hoy asegura un triunfo de la oposición y un desplazamiento del kirchnerismo.
Aunque tratándose de Argentina persisten las dudas. En el influyente “Council of the American” de Manhattan insisten en que habrá "que ver para creer, no habrá cheque en blanco para nadie". Entre los banqueros de New York sacudió una información sobre un encuentro secreto entre economistas argentinos y un peso pesado del Tesoro.
Michael Kaplan, es mano derecha de Janet Yellen y responsable de América Latina como secretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental. Su pareja es una argentina con vínculos sólidos en Buenos Aires.
Ambos organizaron una cena en su domicilio a la cual invitaron a por lo menos dos ex presidentes del Banco Central, uno de ellos un conocido de la familia. Además había otros economistas argentinos .
La versión de Wall Street indica que Guido Sandleris y Luis Toto Caputo fueron animadores del encuentro. Pero ambos niegan haber estado en la coqueta casa de Kaplan. Sandleris categórico dice que no participó y Caputo sobreactúa. "Hace 2 años que no viajo a Estados Unidos", dice. En esa reunión se terminó hablando de Argentina. El diagnóstico fue muy crítico hacia la gestión de Massa.
Los invitados hablaron de la necesidad de buscar déficit cero y de imponer metas altas de acumulación de reservas. Afirmaron: "Solo así se sale ". Kaplan vio el campo propicio y preguntó por una futura devaluación. La respuesta fue concreta: "Va a ser inevitable".
Así, el encuentro social se transformó en una bomba. Kaplan -prudente- blanqueó la reunión en el Tesoro y tambien en el FMI.
A partir de ahí fue la comidilla de Washington. Las advertencias estuvieron en línea con el último documento económico de Juntos en el que se denunció que Massa está armando una bomba para que le explote al próximo gobierno. Jorge Argüello trasmitió la información a la Casa Rosada. Alberto quiere usarla para -otra vez- para acusar a Mauricio Macri de intentar sabotear al gobierno.
Macri contragolpea: "Lo único que dicen los economistas es la verdad". El ex presidente está dando clases en Italia. Este jueves se la brindó al equipo de conducción de la automotriz Ferrari.
Antes, en Buenos Aires, se había reunido a solas con Facundo Manes. Este le avisó que no se baja y será candidato a presidente por la UCR. En otras palabras, que competirá contra Gerardo Morales, el archienemigo de Macri.
Dicen en el entorno del ex presidente que a fines de marzo definiría su futuro político. Vuelve el 22 de marzo. Pero Mauricio puso paños fríos: "Estamos para ganar la interna, pero hay que elaborar una propuesta para salir de este desastre". Horacio Rodríguez Larreta tiene un encuentro clave con un inminente desayuno a solas con las multi de EE.UU.
Además, existe expectativa por el lanzamiento el lunes de la Fundación Mediterránea. Estará Juan Schiaretti y el niño mimado de los empresarios, Carlos Melconian.
EL NUEVO ACUERDO CON EL FMI
Del affaire Kaplan no se habló en el encuentro entre Kristalina Georgieva y Sergio Massa. Ambos sabían de su existencia, pero no querían echar nafta al fuego .
Como anticipó en exclusiva Clarín, en la India se acordó el cambio del acuerdo y la nueva meta de acumulación de reservas.
La decisión implica una cuestión política porque se trata de un apoyo de Washington -la Casa Blanca y el FMI- para que Alberto Fernández llegue a las elecciones sin que explote la economía.
Sin duda implica un alivio para el BCRA y le quita presión a Massa. Pero no resuelve el problema de fondo, la falta de divisas en la economía argentina. Una escasez que promete tensión y turbulencia en el mercado cambiario.
En Washington confirman que el convenio se oficializará el lunes próximo. El equipo de Luis Cubbedu trabaja contra reloj para hacer el anuncio.
Igual hubo una ardua discusión tecnica, entre Cubbedu y Gabriel Rubinstein. Las diferencias motivaron que la misión argentina en Washington postergara su regreso al país por 48 horas.
Kristalina Georgieva llegó a la India con los tapones de punta. Censuró la intervención y recompra de bonos que dispuso Massa en el mercado. La Jefa del FMI fue categórica: "Las reservas no están para eso". Massa se cubrió: "Hicimos lo mismo que hace el Tesoro de EE.UU.”. Tambien Georgieva habló de la inflación. Esta al rojo vivo y por eso las metas de déficit fiscal y monetarias no se cambian.
Massa habría adelanto otra bomba. El BCRA tiene la decisión política de aplicar un mayor torniquete y apretón monetario.
Alberto habló con Kristalina desde Buenos Aires. El propio Presidente difundió la charla para anotarse un éxito. Sobreactuó y dijo: "Le exigí a Georgieva una respuesta política".
Alberto lo cela a Massa e intentó opacarle el logro en la India. La competencia es insólita y refleja la irresponsabilidad del gobierno. Argentina está al borde del precipicio y la Casa Rosada juega a las influencias.
También Alberto optó por una ofensiva despiadada contra la Corte Suprema. Generó una crisis institucional para cubrir la corrupción de Cristina. Este jueves subió el riesgo país y se volvió a despertar el dólar.
La Corte no va a responder. Los jueces dicen que fue una emboscada y hasta cambiaron sus habituales ubicaciones en el recinto para montar el escrache y show televisivo.
Alberto tenía en su discurso marcadas en negrita las frases ofensivas, para sobreactuar su alocución cuando hablara de la Corte.
El Presidente adhirió al peor discurso de Cristina pero no pudo -ni siquiera así- congraciarse con la Vice que no intentó disimular su malestar. No le perdona a Alberto su traición al pacto funcional. Ella lo hacía Presidente y él, a cambio, le solucionaba los problemas en Tribunales .
Ahora el enojo de Cristina está vinculado a la elección y el "papel triste" que hace el Presidente. La Vice quiere cambios en el gobierno. Dice que sin un volantazo en la gestión de Alberto no hay chance de competir en las elecciones .
Alberto contragolpea, alude a la psiquiatría, asegura que no va a tocar nada en la Casa Rosada y ratifica su candidatura.
La cuestión altera a Cristina: "Yo quiero cambios y el me boludea con su reelección". Y cruel concluye: "Hacerse el pelotudo es lo que mejor le sale".