El país cuenta con muchos de los componentes clave para la producción de hidrógeno renovable
STEFAN KRÜMPELMANN
Australia revisará su estrategia nacional sobre el hidrógeno, en parte como respuesta a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense y a los esfuerzos de otros países por crear una economía del hidrógeno.
El Consejo Ministerial de Energía y Cambio Climático del gobierno acordó que la estrategia debía revisarse para apoyar a Australia "en la senda de convertirse en líder mundial del hidrógeno para 2030, tanto en lo que respecta a las exportaciones como a la descarbonización de las industrias australianas".
Según el Consejo, la revisión tendrá en cuenta la evolución de la situación en Australia y en otros países desde que se elaboró la estrategia original en 2019. Esto incluirá "el impacto de la Ley de Reducción de la Inflación... y las políticas de otros países para apoyar una industria del hidrógeno".
La Ley de Reducción de la Inflación introducirá créditos fiscales de hasta 3 dólares por kilogramo para la producción de hidrógeno, cuya cuantía exacta dependerá del ciclo de vida de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
La medida se considera un cambio radical para la industria del hidrógeno con bajas emisiones de carbono, y otros países se han apresurado a seguirla. A principios de este mes, la UE anunció disposiciones específicas para el hidrógeno dentro de su plan Green Deal Industrial, incluidas subastas a través de las cuales concederá primas fijas a la producción de hidrógeno renovable, y afirmó que tendría "un impacto similar a la desgravación fiscal a la producción".
A principios de este año, India también destinó importantes fondos a incentivos ligados a la producción para estimular la producción de hidrógeno.
Algunos representantes de la industria australiana ya han advertido de que el país corre el riesgo de perder su ventaja si no recibe más apoyo político.
El país cuenta con muchos de los componentes clave para la producción de hidrógeno renovable a un coste competitivo -especialmente amplios recursos solares y eólicos y una vasta masa de tierra- y hay muchos proyectos previstos en todo el país, incluidos emplazamientos gigantescos como el Centro Asiático de Energías Renovables (Asian Renewable Energy Hub, AREH) dirigido por BP.
Sin embargo, pocos proyectos han avanzado hasta la decisión final de inversión, y hay problemas relacionados con la generación de electricidad, las infraestructuras de transmisión y el suministro de agua.
La estrategia australiana para el hidrógeno a partir de 2019 establece como objetivos clave la eliminación de las barreras del mercado, el desarrollo efectivo de la oferta y la demanda y el impulso de la competitividad global de costes.
El gobierno considera que la creación de centros de hidrógeno -que combinen todos los aspectos de la cadena de valor- es crucial para alcanzar estos objetivos.