La baja ejecución de gasto por los gobiernos regionales y locales con ingresos provenientes de industrias extractivas se debe a que hay una falta de alineamiento de proyectos con cierre de brechas sociales.
Así lo señaló el economista Gonzalo Tamayo, socio de Macroconsult, durante su análisis sobre desarrollo territorial, un enfoque de trabajo propuesto por la industria minera para impulsar el bienestar en el Perú.
Tamayo, durante la segunda jornada del evento Rumbo a PERUMIN “Desarrollo Territorial: un desafío para el cierre de brechas sociales”, también indicó que la baja ejecución frente a la evolución creciente de recursos, la abundancia de proyectos inconclusos, evidencias de actos de corrupción, fragmentación de proyectos y la insuficiente transparencia en las transferencias dificultan una adecuada ejecución en el gasto de recursos.
“Los problemas en el país ya son conocidos; sin embargo, el problema de fondo es la ausencia de una mejora sostenida en el bienestar de los ciudadanos. Esto se ve reflejado en las brechas que existen actualmente, sobre todo en sectores clave como educación e infraestructura, así como en el porcentaje de proyectos paralizados y sin ejecución a lo largo del territorio”, detalló Tamayo.
TRANSFERENCIAS SERÁN IMPORTANTES PARA LA EJECUCIÓN DE PROYECTOS
Tamayo indicó que el alto precio del cobre (por encima de los US$ 3 por libra) indica que las transferencias por canon, regalías y el impuesto especial a la minería (IEM) serán estructuralmente altos los próximos años debido al elevado precio internacional de los minerales.
No obstante, precisó que el país se encuentra frente a un problema estructural que requiere soluciones de mayor horizonte que las que se han aplicado hasta ahora.
En ese sentido, el ponente detalló que siempre habrá restricciones de índole legal e institucional para un mejor aprovechamiento de los recursos, a lo que también se suman los actos de corrupción. Esto no permite que haya consenso político para cambios legales profundos y corregir fácilmente los problemas de una descentralización no vinculada a corredores económicamente integrados.
PROPUESTA DE SOLUCIÓN PARA UNA MEJOR EJECUCIÓN DEL PRESUPUESTO
El socio de la consultora económica, planteó algunas propuestas de solución para poder mitigar este problema.
Ante ello, Tamayo destacó que se requiere liderazgo por parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), a través de esfuerzos que puedan trascender, más aún cuando ahora hay 72 funcionarios en dicho ministerio.
En esa misma línea, el ponente detalló que el contacto entre las autoridades de los diversos gobiernos locales, el MEF y otros ministerios debe ser permanente, sobre todo cuando la tecnificación actual permite la interacción de manera remota.
Además, destacó que un soporte de cooperación técnica internacional, así como el apoyo de empresas privadas al equipo del MEF, permitirá desarrollar un plan de desarrollo territorial.
“Se debe tener en cuenta que los funcionarios del gobierno central pueden derivar funciones a sus pares de gobiernos regionales, con el objetivo de centrarse en temas más macro. Además, y como propuesta, se puede tener un esquema de incentivos para inversión en conjunto y tener un plan para saber por cuál de las regiones comenzar”, finalizó el economista.
DIÁLOGO Y CONSENSOS PARA SACAR ADELANTE AL PERÚ Y A NUESTRA MINERÍA
JUAN CARLOS ORTIZ */IIMP
En el contexto que nos encontramos, el desafío más grande que tenemos no solo como país, sino también a nivel de nuestra industria minera, es promover y llegar a acuerdos sostenibles en el tiempo, por el bien de todos los peruanos, especialmente de los más pobres.
Ese es el camino que deben seguir nuestras regiones a nivel general. Una de ellas, Cajamarca que tiene en su potencial minero una oportunidad, que puede ayudar a sacar del atraso a miles de cajamarquinos, si es que se llega a consensos entre la población, las autoridades y las empresas mineras.
Cabe resaltar, que hoy Cajamarca ostenta el mayor monto de inversión del portafolio de proyectos mineros del país, con 6 proyectos de envergadura que implican una inversión de USD 18 494 millones, que representan más del 34% de la inversión total de esta cartera.
Esta región de la sierra norte del Perú no solo cuenta con el proyecto Yanacocha Sulfuros, en fase de ingeniería de detalle, sino también con cuatro grandes proyectos como Galeno, Michiquillay, La Granja y Conga, que pueden producir hasta 1 millón de toneladas de cobre anuales si se ponen en marcha en el mediano plazo.
Estos cuatro últimos son emprendimientos con exploración avanzada y que vistos en conjunto generarían miles de empleos y una gran demanda de servicios, energía, construcción de carreteras y modernización de infraestructura no solo en Cajamarca sino también en zonas adyacentes, como Chiclayo.
Hoy que se pone en cuestionamiento temas como la regionalización o descentralización en el Perú, consideramos que una de las salidas más sensatas para salir adelante y lograr un desarrollo territorial en nuestras regiones es apostar justamente por nuestra minería, presente en los rincones más alejados de nuestro país.
Nuestra industria minera no solo tiene un enorme poder dinamizador, sino que además promueve esa verdadera descentralización que necesita el país, el avance de diversos indicadores así lo demuestran. Aunque el desafío de mejorar la calidad de vida de más peruanos, aún requiere de mayores esfuerzos.
Uno de estos esfuerzos consiste justamente en crear espacios de diálogo constructivo donde el uno y el otro se escuchen, y emprender la búsqueda de líderes a todo nivel, que nos ayuden a generar las condiciones para llegar a consensos tanto en el plano político, económico y social.
De lo contrario seguiremos en lo mismo, con un país en permanente tensión y con episodios de incesante violencia, como consecuencia no solo de la ausencia del Estado, sino también de estos espacios, o la apuesta por monólogos, que no admiten las diferencias, y que nos conducen a escenarios donde nuestra minería corre el riesgo de estancarse.
Para finalizar, otro tema también preocupante en el Perú es la minería ilegal de oro, que es la economía ilícita que más dinero mueve al año, con US$ 1,777 millones, según el libro “Las economías criminales y su impacto en el Perú” (2022), y contra la cual debemos actuar con urgencia e inteligencia.
Si todo continúa tal como hoy -con un Estado débil, con informalidad y economías ilegales-, en un futuro próximo podríamos seguir el camino de países que no han podido avanzar, pese a contar con los recursos naturales para apalancar su desarrollo.
* Vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú