Expertos señalan que perspectiva es favorable para el país. Cartera de proyectos supera US$ 53.000 millones
MIGUEL DE LA VEGA POLANCO
Estamos en un punto de la historia mundial en el cual el Perú juega un papel clave como proveedor de los metales para la transición energética de la humanidad hacia las energías renovables y con ello generar los recursos para que millones de familias peruanas mejoren sus condiciones de vida.
El mercado tiende hacia un claro contexto de déficit de cobre para el próximo quinquenio y el precio de este metal podría superar los cinco dólares por libra, lo cual es un escenario excelente para el Perú.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que la economía global reducirá su tasa de crecimiento de 3.4% en el 2022 a 2.9% en el 2023, señala el informe publicado hoy en el Diario El Peruano.
No obstante, en el marco de la desaceleración del crecimiento mundial y la complicada coyuntura que el Perú atraviesa, un reciente informe de Moody’s Investors Service señala que “una continua y fuerte demanda mundial de metales utilizados en tecnología de energía renovable, brindarían soporte económico a Chile y Perú”.
La libra de cobre, principal mineral de exportación del Perú, se cotiza por encima de los 4 dólares en los mercados internacionales, nivel ampliamente superior a los 0.80 dólares que cotizaba a comienzos del presente siglo y a los 2.83 dólares en febrero del 2019, nivel prepandemia del Covid-19. Sin lugar a dudas, un precio atractivo para la industria minera.
“La perspectiva en el largo plazo es favorable, porque el mundo entero se dirige a un cambio progresivo de la matriz energética, a reducir el consumo de combustibles fósiles por su impacto negativo en el clima y eso lleva al requerimiento de metales clave que produce el Perú como el cobre y el zinc”, señala el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Víctor Gobitz.
MEJOR COTIZACIÓN
Por su parte, el economista senior de Macroconsult, Isaac Foinquinos, añade otra razón para la mejor cotización del metal rojo: “no se espera que entren grandes proyectos de cobre a nivel mundial, el único importante que entró recientemente fue Quellaveco, que en términos de la producción mundial no representa mucho. Entonces, tienes una demanda que todavía está fuerte y una oferta que no se expande como se quisiera, eso va a mantener aun los precios altos”.
Por su parte, el presidente de Perumin 36, Miguel Cardozo, refiere que al 2027 se proyectan unos 27 millones de automóviles eléctricos en el mundo, lo que aumentará la demanda del cobre.
“El mercado tiende hacia un claro contexto de déficit de cobre para el próximo quinquenio y el precio de este metal podría superar los cinco dólares por libra, lo cual es un escenario excelente para el Perú”, explica.
Asimismo, dijo que el oro, otro de los principales minerales que el Perú exporta, tiene un futuro auspicioso, debido a que en tiempos de turbulencia económica global, los inversionistas compran este metal como activo refugio.
IMPACTO EN LA ECONOMÍA
El presidente de la Snmpe, Víctor Gobitz, señala que “la narrativa del aporte de la minería al país siempre ha sido hablar en términos económicos de PBI y divisas, pero hay un impacto que es menos reconocido, pues la industria minera tiene el atributo de integrar espacios remotos como son las zonas altoandinas con el mundo, con una logística de entrada y salida a través de un sistema de carreteras, ferrocarriles, transporte multimodal, que permite exportar la producción y eso genera un cambio positivo”.
“Esa población que estuvo en una situación remota, empieza a encadenarse con un mercado nacional e internacional, eso para mí es fundamental, como ingeniero que recorre las minas”, subraya.
Asimismo, destaca la cadena productiva que se genera en las zonas alejadas donde las minas operan.
“Comienzan a requerirse y contratarse localmente bienes y servicios como el transporte, alojamiento, y otros vinculados a la producción, todo eso hace que el entorno de la industria minera se integre a los mercados”, señala.
CONTRIBUCIONES
Cardozo, destaca que la industria minera “generó más de 157,000 millones de soles para el Estado a través de impuestos y contribuciones en las últimas dos décadas”.
Foinquinos explica que la contribución directa de la minería sobre el PBI es alrededor de 10%, y es uno de los principales motores de la economía peruana.
También destaca que la inversión y exportación minera incrementa la oferta de dólares en el mercado nacional, lo cual contribuye a que el tipo de cambio se mantenga estable.
En efecto, el dólar en enero del 2000 se cotizaba en 3.47 soles, bajando hasta 2.55 soles en enero del 2013, y luego hubo un pico de 4.12 soles en setiembre del 2021, ahora se ubica alrededor de los 3.80 soles.
Por su parte, el Socio de Impuestos de EY Perú, Marcial García, destaca la contribución en impuestos de la minería.
“Se advierte que buena parte del incremento de los ingresos tributarios registrado en el 2022 se dio gracias al impacto positivo del alza de los precios internacionales de los metales, principalmente del cobre, en el cual el Perú es el segundo productor mundial”, refiere.
Precisa que en el 2022 la recaudación total de la Sunat llegó a los 157,768 millones de soles, “el máximo histórico registrado a la fecha”, cantidad superior en 12.7% en términos nominales y 4.8% en términos reales frente al 2021 (casi 140,000 millones de soles).
EMPLEOS
De otro lado, el MINEM indica que entre enero y noviembre del año pasado, el empleo promedio generado por la actividad minera fue de 242,616 trabajadores contratados de manera directa.
Al respecto, Gobitz refiere que estimaciones realizadas por el IPE con la matriz insumo-producto, establecen que por cada puesto de trabajo directo en la minería se generan ocho indirectos en actividades de la cadena productiva.
“Aproximadamente hay dos millones de personas cabeza de familia que directa e indirectamente tienen sus ingresos o mantienen a sus familias, siendo parte de la industria minera”, explica el directivo.
Asimismo, destaca un lado poco conocido, que el Perú “exporta” personal altamente preparado del sector minero.
“Sé de profesionales y técnicos peruanos que están trabajando en algunos países de Centroamérica, desarrollando la industria minera, y lo mismo en África. Estamos exportando conocimiento de ingenieros, técnicos y operadores”, subraya.
Cardozo señala que en la minería peruana el 47% de la demanda laboral apunta a operadores, el 19% a mantenedores, el 8% a supervisores, el 22% a profesionales y el 3% a ejecutivos.
CARTERA DE INVERSIONES
De acuerdo con las estadísticas oficiales del MINEM, la nueva Cartera de Proyectos de Inversión Minera 2023 comprende 47 proyectos mineros que representan una inversión de 53,715 millones de dólares.
Al respecto Víctor Gobitz señala que en un estudio encargado a Macroconsult y al Instituto de Gobierno de la Universidad San Martín de Porres, con la matriz insumo-producto, para conocer el impacto si se ejecutan estas inversiones, la producción peruana de cobre pasaría de 2.5 millones de toneladas al año actuales a 4 millones y los puestos de trabajo directos se acercarían a los 500,000 con un impacto laboral de cuatro millones vinculados directa e indirectamente a la minería formal.
“Además, la pobreza en el Perú estaría debajo de un dígito, alcanzaríamos una cifra cercana al 9%”, subraya.
RIQUEZA POLIMETÁLICA
Gobitz también destaca que el Perú con su riqueza polimetálica tiene una ubicación privilegiada con acceso a menor costo por el mar a las dos principales economías: China y Estados Unidos, que son dos grandes demandantes de metales.
Destaca que en general el inversionista nacional y el internacional continúan viendo al Perú con un potencial de crecimiento. Por ello, se necesita un sistema político que no se quede en la coyuntura, sino que piense en qué va a pasar en los siguientes 40 años. “El futuro depende más de los peruanos”, señala.
“Somos una industria que tiene una perspectiva de largo plazo en el país, la coyuntura sin duda preocupa, y esperamos que estos eventos de violencia entre peruanos concluya lo más pronto posible”, dijo.
Agregó que el espacio de diálogo no violento, tolerante, es fundamental para entender puntos de vista distintos. “Ello nos permitirá encontrar una solución consensuada”, puntualiza el presidente de la SNMPE.
CAPACIDADES
¿Cómo lograr mayor respaldo social? Ante esta interrogante, el presidente de la SNMPE, señala que es una reflexión se hacen permanentemente al interior del gremio empresarial y que si bien el Perú macroeconómicamente es sólido, es un país de ingresos medios que no necesita de ayuda internacional, hay una disparidad muy grande en el crecimiento económico, porque no todos avanzan a la misma velocidad.
Gobitz reflexiona sobre las millonarias transferencias de dinero a las regiones vía canon y otras contribuciones desde hace casi 20 años.
“No se trata de transferir dinero, sino que se tiene que transferir capacidades. Los fondos públicos han llegado, pero no hay planes sólidos y sobre todo la población no está conociendo esos planes”, señala.
“Tenemos el potencial de tener mucho más recursos para hacer un sistema más virtuosos, y entender que ese cierre de brechas va a requerir ser disciplinados en la planificación, priorización y también transparentes y eficientes en la ejecución”, subraya.
Por su parte, el presidente de Perumin 36, Miguel Cardozo, señala que el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), propone para la mejor convivencia entre comunidades y empresa, un plan de desarrollo territorial concertado, para evaluar las potencialidades de un distrito en los rubros de la agricultura, ganadería, manufactura, turismo y otros, y con ello trabajar alternativas para un progreso sostenible de las comunidades a mediano y largo plazo.
Al respecto el Centro de Planeamiento Estratégico Nacional (CEPLAN) destaca que la actividad minera es un “motor del desarrollo económico y social” especialmente a nivel regional. Por ello, destaca que los planes de desarrollo concertados se configuran como un instrumento de planeamiento importante para las regiones del país.