¿Cuál sigue? El Congreso de Perú ya lleva rechazados dos proyectos de adelanto de elecciones a julio, primero el de Fuerza Popular y ahora Perú Libre pero aún queda a propuesta que ha presentado el Ejecutivo para celebrar elecciones en octubre de este año.
Bajo el lema "Que se vayan todos", los manifestantes exigen la renuncia de Boluarte, la disolución del Congreso y elecciones inmediatas. Algunos reclaman también una nueva Constitución para Perú.
Aunque al principio aseguró que agotaría el mandato de Pedro Castillo y se mantendría en el cargo hasta 2026, Boluarte ha ido modificando su posición ante la presión de las protestas y de las encuestas que reflejan que una mayoría de peruanos ve unas elecciones inmediatas como la única salida a la crisis. De acuerdo con la del Instituto de Estudios Peruanos, casi un 75% de la población quiere que las elecciones tengan lugar lo más pronto posible.
Primero, promovió la celebración de los comicios en abril de 2024, lo que ha sido preliminarmente aprobado en el Congreso. Pero eso no hizo amainar las manifestaciones y más tarde abogó por un proceso electoral ya en 2023.
Sus intentos han chocado hasta la fecha con la negativa del Congreso, que también aparece en los sondeos con un mínimo porcentaje de aprobación. Los manifestantes en Perú y comentarios en los medios de comunicación acusan a los congresistas de aferrarse al curul e impedir así una solución para el país.
EL PROYECTO DEL EJECUTIVO
El proyecto del Ejecutivo fija la primera vuelta para el segundo domingo de octubre de este año Las elecciones serían generales y se elegirián un nuevo presidente, al vicepresidente y a los integrantes de un nuevo Congreso.
El objetivo es que todos ellos pudieran asumir sus cargos en los primeros meses de 2024.
El gobierno reconoce que el país se halla en una situación de emergencia, que tiene además un grave impacto económico. Los bloqueos de carreteras han provocado escasez de alimentos, combustible y otros productos básicos en varios departamentos del país. Algunas de las principales minas han tenido que suspender sus actividades, y el turismo internacional casi ha desaparecido, según BBC.
Moody's estimó que las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte tendrán un efecto "negativo" sobre el crecimiento del PIB en el año 2023, al mismo que lastrarán las perspectivas de crecimiento a medio plazo.
La agencia calificadora Moody's cambió de estable a negativa la perspectiva de la calificación crediticia de Perú, ante la continuidad de las protestas sociales que asolan el país desde el pasado mes de diciembre y que "amenazan" su fortaleza económica.
YA NO ES DEMOCRÁTICO
The Economist Intelligence Unit Limited hizo un recuento de los hechos al recordar que Pedro Castillo “anunció inesperadamente que tenía la intención de cerrar el Congreso, convocar elecciones legislativas anticipadas, gobernar por decreto, reestructurar el poder judicial e imponer un toque de queda”; y lo comparó al exmandatario con Alberto Fujimori (1990-200), quien también cerró el Parlamento en 1992 en un intento “por concentrar el poder”, publicó FM Luz.
El 7 de diciembre de 2022, Pedro Castillo dio un golpe de Estado. Ese día se tenía previsto el debate de la vacancia presidencial, presentada por tercera vez, en la sesión del Pleno del Congreso. Sin embargo, nada de esto sucedió cuando la entonces primera autoridad disolvió el Parlamento e instauró un gobierno de emergencia excepcional.
La presidenta de la República reiteró que no tiene responsabilidad política en las más de 60 muertes registradas en las manifestaciones contra su régimen, responsabilizó a la izquierda de la vacancia del exmandatario y mencionó que se malinterpretó sus palabras con la región del sur.
En un poco más de dos horas desde que se emitió el mensaje a la Nación, el expresidente fue intervenido por su propia seguridad en la avenida Garcilaso de la Vega, en el Centro de Lima. Actualmente se encuentra recluido en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional del Perú (PNP) donde permanecerá los próximos 18 meses en prisión preventiva mientras se lleve a cabo el proceso de investigación por el presunto delito de rebelión y conspiración.
Por su parte, el Parlamento adelantó la sesión del Pleno del Congreso para debatir la vacancia presidencial que fue aprobada con 101 votos a favor y, posteriormente, asumió Dina Boluarte.
Para The Economist, actualmente el Perú vive “un entorno político inestable (seis presidentes y tres congresos diferentes que gobiernan el país desde 2016), una polarización extrema y una alta tolerancia hacia el gobierno militar”.
Y agrega que Dina Boluarte “presentó al Congreso una reforma constitucional para convocar a elecciones anticipadas e impuso un Estado de Emergencia por un mes”.
En efecto, desde que Pedro Pablo Kuczynski (PPK) fue electo presidente de la República venciendo en segunda vuelta a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, en 2016, todo siguió cuesta abajo en el país.
La presidencia de PPK solo duró dos años. Tras su renuncia el 23 de marzo de 2018 llegó a asumir su vicepresidente Martín Vizcarra que fue vacado por el Congreso de la República por “incapacidad moral” y ahora es investigado por los presuntos delitos de cohecho, colusión y asociación ilícita para delinquir.
Manuel Merino de Lama continuaría con la sucesión presidencial que duraría menos de cinco días: renunció por las protestas sociales en Lima en las que murieron los jóvenes Inti Sotelo y Bryan Pintado.
Francisco Sagasti asumió la presidencia por sucesión constitucional desde noviembre de 2020 hasta julio 2021 cuando tomó el cargo Pedro Castillo, en unas elecciones marcadas por Keiko Fujimori como ilegítimas pese a que los organismos internacionales, como la OEA, habían expresado que el conteo de votos había sido limpio y no existieron irregularidades.
Pedro Castillo dejó el cargo el 7 de setiembre de 2022, vacado por el Congreso de la República, después de su fallido autogolpe. Horas después, su vicepresidenta Dina Boluarte tomó el mando del Perú en medio de una crisis social y política, y varias protestas en el Perú que han dejado más de 55 muertos y no se detienen.