El espodumeno australiano se envía tradicionalmente a China para su procesamiento, que cuenta con una tecnología de refinado de categoría mundial que le permite producir sales de litio con eficacia y eficiencia.

Las exportaciones chinas de hidróxido de litio representan aproximadamente el 64% del total mundial de 64.000 toneladas en el primer semestre de 2022, según las estimaciones de Argus.

Esto crea un mercado ineficiente en el que tanto el mercado ascendente de espodumeno como los mercados descendentes de productos refinados dependen en gran medida de la situación económica y política interna de China.

Las restricciones chinas de Covid-19 en 2022 redujeron la producción de las refinerías nacionales de litio debido a la reducción de recursos humanos, de capital y comerciales. Esto impulsó los precios del carbonato de litio y el hidróxido de litio a alcanzar máximos históricos de 561.000-576.000 yuanes/t 99,5pc ex-works China y Yn556.000-571.000/t 56,5pc ex-works China, respectivamente, el 11 de noviembre.

Con su propia capacidad de refinado, Australia puede aprovechar las sinergias y maximizar las economías de escala desde la producción previa hasta la posterior. Esto se ha hecho con inversiones extranjeras o asociaciones con refinadores de litio con el nivel adecuado de conocimientos técnicos.

El productor chino de litio Tianqi Lithium formó en 2020 una empresa conjunta con el productor australiano de litio IGO para desarrollar una refinería de hidróxido de litio en Kwinana, Australia Occidental.

La planta de Kwinana produjo el primer lote de hidróxido de litio para baterías de Australia en mayo de 2022. La refinería inició la producción comercial el 7 de diciembre, la primera vez que se produce hidróxido de litio en Asia-Pacífico fuera de China.

Kwinana tiene actualmente una capacidad de producción de 24.000 t/año en su primera fase. Está previsto ampliar la capacidad de la segunda fase en otras 24.000 t/año, pero aún no se conocen los plazos.

El productor australiano de espodumeno Pilbara Minerals también ha formado una empresa conjunta con el fabricante surcoreano de material para baterías Posco para desarrollar una planta de conversión de hidróxido de litio en la provincia de Gwanyang.

Se espera que la producción comercial comience a mediados de 2023. Tendrá dos líneas de producción, cada una con una capacidad de 21.500 t/año de hidróxido de litio. Este total de 43.000 t/año representa aproximadamente el 4,5% de la capacidad mundial.

El productor australiano de espodumeno Allkem también ha invertido en una planta japonesa de hidróxido de litio en Naraha. Allkem suministrará a la planta carbonato de litio procedente de su planta argentina de salmueras de Olaroz.

Olaroz produjo 13.000 t de carbonato de litio para baterías y de grado técnico en 2022, mientras que la planta de Naraha tendrá una capacidad máxima de producción de 10.000 t/año de hidróxido de litio para baterías. La primera producción comenzó el 10 de octubre y tardará un año en alcanzar su capacidad.

AUMENTO DE LA CUOTA
Argus prevé que la capacidad mundial de litio será de aproximadamente 1,2 millones de toneladas en 2023. La planta de Kwinana de Tianqi representará el 2% de la capacidad mundial, la de Gwanyang de Pilbara el 3,6% y la de Naraha de Allkem el 0,8%. Los tres proyectos combinados pueden producir hasta 77.000 t/año de hidróxido de litio o 6,4% de la capacidad mundial en 2023.

Argus prevé que la demanda mundial de carbonato de litio equivalente alcance las 750.000 toneladas en 2023. Tianqi, Pilbara y Allkem pueden suministrar conjuntamente más del 10% de la demanda prevista.

Los fabricantes de vehículos eléctricos y baterías podrán diversificar sus riesgos de suministro con una capacidad de refinado situada fuera de China, ya que dispondrán de una fuente alternativa de litio.

Esto también aumenta la eficiencia del mercado dentro del sector del litio, ya que los precios y el suministro de productos refinados dejarán de estar dictados por las políticas comerciales chinas y su entorno.