La provincia de Salta es productora de petróleo y gas, además de tener centrales con fuentes renovables como: las solares fotovoltaicas de Cafayate (100 MW de potencia instalada, desde 2019) y Olacapato (208 MW, diciembre de 2021), la de biomasa del ingenio San Martín de El Tabacal, y pequeños aprovechamientos hidráulicos como el del dique El Tunal.
El 25% de la generación eléctrica en la provincia ya proviene de fuentes renovables (la mayor parte de centrales fotovoltaicas), la hidráulica de Cabra Corral participa con un 7% y el resto se corresponde con fuentes fósiles (principalmente gas natural).
La potencia eléctrica total instalada de la provincia es de aproximadamente 1.300 megavatios (MW), con lo cual se genera un poco más de tres veces de energía eléctrica que la que se consume. Salta posee una amplia variedad de recursos naturales (hidrocarburos, energía solar, biocombustibles, geotermia) que le permiten avanzar sobre la diversificación de su matriz energética, acompañada de una política que promueve la generación con fuentes renovables.
Además, existen a nivel país y provincial acciones concretas para fomentar las inversiones en energías renovables, como así también para que cada usuario pueda convertirse en microgenerador de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, inyectando a la red de distribución provincial y favoreciendo, además, el empleo vinculado a la generación de energías renovables.
En el mismo sentido, existen otros proyectos que buscan el aprovechamiento de los recursos hídricos, como así también la promoción de la energía derivada de biomasa, para asegurar un creciente suministro de energía limpia, confiable y competitiva. Además, están en desarrollo proyectos de investigación de los recursos geotérmicos de la provincia.
EL CAMBIO CLIMÁTICO
La Tierra se está sobrecalentando. En 2020 la temperatura media fue de 1,02ºC más elevada respecto al período 1950-1980. El calentamiento global, además de provocar la fusión de los glaciares y cambios en la dinámica oceánica (como por ejemplo, ascenso del nivel del mar) provoca otros cambios climáticos como la desertificación y el aumento de fenómenos extremos como huracanes, inundaciones e incendios.
Estos cambios están vinculados directamente con la emisión de gases de efecto invernadero en la atmósfera, y el principal de estos gases, el dióxido de carbono, procede en gran parte del sector energético.
En diciembre de 2015, en el marco de la Conferencia sobre el Cambio Climático de París (COP21), se firmó un acuerdo internacional que establecía el objetivo de mantener, antes de finales de este siglo, el calentamiento global por debajo de 2 grados respecto a los niveles preindustriales y, de ser posible, limitarlo a 1,5 grados.
La acción principal para combatir el calentamiento global es la transición energética, o sea, cambiar parcialmente de un sistema energético radicado en los combustibles fósiles a uno de bajas emisiones, basado en las fuentes renovables.
El desafío implica, al mismo tiempo, avanzar en la captura de carbono de la industria de los combustibles fósiles, es decir, limpiar esta fuente de energía. El proceso de transición energética no es algo nuevo en la historia. En el pasado ocurrieron otros grandes cambios, como la transición de la madera al carbón o del carbón al petróleo.
HÍDRICA Y GEOTÉRMICA
La forma más antigua de generación eléctrica de fuentes renovables es la energía hidroeléctrica que, a la vez, es la más importante, con una capacidad instalada a nivel mundial que sobrepasa el total de las demás. Por otro lado, nuevas tecnologías permiten aumentar la eficiencia de las plantas y prolongar su duración.
También la energía geotérmica es una tecnología consolidada, aunque la geotermia aún desempeña un papel secundario a nivel global, porque solo algunas regiones del mundo cuentan con recursos geotérmicos importantes (de alta temperaturas). Sin embargo, tecnologías innovadoras, como las plantas de baja entalpía (bajas temperaturas), abren oportunidades en campos geotérmicos como los de Tocomar y Rosario de la Frontera, que tienen estudios avanzados en Salta.
SOLAR Y EÓLICA
La energía solar, junto a la eólica, son las grandes protagonistas de la transición energética actual.
La capacidad fotovoltaica global ha aumentado más de diez veces en los últimos 10 años (pasó de aproximadamente 40 GW en 2010 a 650 GW en 2020). La clave ha sido la innovación tecnológica, principalmente del sector de la ciencia de los materiales, que hizo competitivas las plantas fotovoltaicas, incluso desde el punto de vista económico respecto a las fuentes fósiles. Por esto último, el rol de una minería responsable, es importante para brindar los materiales que necesitan las energías renovables.
También en el sector de la energía eólica la tecnología ha tenido importantes avances. A la par del aumento de la productividad, han disminuido los costes, que en los últimos 10 años bajaron un 39% para la energía eólica onshore y un 29% para la offshore, respectivamente.
El resultado ha sido un notable crecimiento de la capacidad total de los parques eólicos onshore, que ascendió de aproximadamente 200 GW en 2010 a 600 GW en 2020.
Otra fuente de energía renovable del futuro se encuentra en el mar, es decir, generar electricidad a partir de la energía del oleaje, o bien aprovechar las mareas. El potencial teórico estimado es de 700 GW para oleaje y 200 GW para mareas, aunque las tecnologías para desarrollar estas fuentes de energía no son maduras.
Por otro lado, está el hidrógeno, que no es una fuente de energía sino un vector energético, principalmente para hacer sostenibles sectores difíciles de electrificar, como la industria pesada, la navegación, la aeronáutica y el transporte por carretera con vehículos pesados.
Un rol decisivo será asumido por los sistemas de almacenamiento, o sea de acumulación de energía, necesarios para poner remedio a la intermitencia de fuentes renovables como el sol y el viento. La tecnología de acumulación más importante es la de las centrales hidroeléctricas de bombeo, pero en la actualidad existe un gran avance de las baterías, especialmente las de litio, que pueden colocarse en cualquier sitio.
LA FORMACIÓN LOS MONOS
Argentina tiene una de las mayores reservas del mundo de gas no convencional (Vaca Muerta), por lo que es interesante señalar que debemos continuar trabajando en estas fuentes de energías, ya que el país lo necesita, no sólo para desarrollarse sino también para acompañar la transición energética, trabajando paralelamente en la captura de carbono y, por lo tanto, en la limpieza de esta industria.
La provincia de Salta cuenta con un potencial recurso de hidrocarburos no convencionales (petróleo y gas) llamado Formación Los Monos. Se trata de la principal roca generadora de hidrocarburos del norte argentino y el sur de Bolivia.
Esta unidad tiene un importante espesor en subsuelo (700-1000 metros) y una gran continuidad areal (mayor a 100 kilómetros). En los últimos años, la importancia de esta unidad ha crecido, dado el interés y desarrollo de reservorios de hidrocarburos no convencionales como el de Vaca Muerta (shale gas y shale oil) en Neuquén.
Estos yacimientos se caracterizan por poseer alto contenido en materia orgánica, portadores tanto de petróleo como de gas, alta fragilidad y capacidad para producir cantidades comercialmente importantes de hidrocarburos con una amplia fractura. Un ejemplo clásico de estos tipos de reservorios es Barnett Shale, en los Estados Unidos.
En el caso de Los Monos, posee una composición que lo clasifica como ampliamente fracturable y, por lo tanto, con mejor fracturación que el yacimiento de Barnett y otros importantes reservorios de América del Norte (Marcellus, Woodford, Haynesville y Doig). A pesar de su bajo contenido de materia orgánica, existirían importantes volúmenes de hidrocarburos dentro de la unidad. Además, el potente espesor en subsuelo y la amplia distribución areal realzan el atractivo de la Formación Los Monos. De todos modos, aún se requieren estudios de detalle para terminar de descubrir el potencial de la unidad.
Finalmente, debemos mencionar el potencial hidrocarburífero que tiene el offshore de nuestro país, ampliamente estudiado por la empresa estatal YPF, en el mismo sentido, estos esfuerzos exploratorios no sólo favorecerán el desarrollo del país sino también nos brindarán soporte durante el proceso de transición energética.
OFERTAS ACADÉMICAS
A través de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNSa estamos elaborando una oferta académica en la temática energética. Se trata de la Diplomatura de Posgrado en Introducción a las Energías, que contará con la participación de distintos especialistas (Agostina Chiodi, Ana Zelarayán, Gonzalo Durán, Fernando Tilca, Leonardo Gualpa, entre otros) de distintas instituciones como el CONICET, CNEA, Secretaría de Minería y Energía, universidades nacionales y otros centros académicos y de investigación.
El objetivo de la diplomatura es brindar conocimientos a profesionales del medio sobre energía convencional, no convencional, renovable y no renovable; sus unidades, desarrollo histórico, distintos tipos de fuentes y posibilidades de utilización para la generación de energía eléctrica.
El programa integrará conceptos de la matriz energética del país, la transición energética y las energías renovables e incorporará, asimismo, herramientas para la formulación de anteproyectos energéticos.
La Diplomatura, que tiene fecha de inicio estimada para junio de 2023, incluirá cuatro módulos o cursos que se impartirán en línea. La carga horaria total será de 200 horas, distribuidas en cinco meses, y los módulos a desarrollar serán: Energía, Marco Histórico y Legal, Energías Renovables, Hidrocarburos Convencionales y No Convencionales, (Onshore y Offshore), Energía Nuclear y Trabajo Final Integrador.