FERNANDO MEITER *
El mundo está pasando por una denominada explosión de precios de las materias primas energéticas, traccionado por el encierro de los años 2020 y 2021 y los nuevos casos de Covid-19 que se están detectando en estos días, sumado a la extensión de la invasión rusa a Ucrania.
Una tormenta perfecta que la encuentra Europa con niveles muy bajos de gas natural, en especial en temporada invernal; una China que siempre mantiene su posición de comprador compulsivo, aunque en estos momentos se encuentren con algunos casos de encierro producto de rebrote de la crisis sanitaria.
Esta situación pone a Latinoamérica en una posición de privilegio, ya que tiene todo tipo de recursos a saber, energía, minería, alimentos, agua y un sin número de productos y subproductos que podrían convertir a nuestra región en un polo de atracción de inversiones de todo tipo.
Sin embargo da la impresión que la región no puede aprovechar esta particular situación y en lugar de poner todas sus fuerzas en como poder saciar ese hambre de recursos, y se enreda en discusiones internas, proyectos que en el mejor de los casos aparentan un total desconocimiento de la materia.
Veamos algunos ejemplos:
MÉXICO
Es de los mayores productores de hidrocarburos en Latinoamérica; sin embargo, ha buscado transitar a la diversificación de su matriz energética con el objetivo de alternarla en un 35% para el 2024, meta que según ciertos aspectos no podrá alcanzar en el tiempo planteado desde 2025.
Dentro de los aspectos mencionados está el bajo rendimiento de las inversiones de proyectos de energía renovable. Las estadísticas del “Monitor de Energía” del Instituto Mexicano para la Competitividad, evidenció que el país dentro del período de 2018 y 2021 solo incrementó un 6,5% de los proyectos, lo cual es un porcentaje menor a lo que alcanzó entre 2015 y 2017, las cuales corresponden al 21% de la capacidad actual.Con lo anterior agregamos que, la Secretaría de Energía comunicó que las metas planteadas, tomarán 13 años más en concretarse debido a la necesidad que este Estado tiene de cubrir la demanda de energía existente.
A pesar de que la Secretaría se pronunció ante el retraso, también planteó la ya aprobada Ley de “Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética, donde estipula en el artículo 48 la aprobación del Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de Energía. En este apartado se establece que los fondos de la Administración Pública Federal contribuirán a la estrategia de diversificación.
Adicionalmente, la Suprema Corte de Justicia de México dictaminó recientemente que las empresas de generación eléctrica están obligadas a cumplir con los objetivos de transición energética planteadas; al igual que el uso de combustibles menos dañinos para el medio ambiente.
Cabe destacar que México es un país altamente dependiente de los ingresos de las importaciones de combustibles: importa 342 mil de barriles diarios de gasolina y sólo las refinerías de la empresa de Petróleos Mexicanos (Pemex) producen 271 mil barriles/día, lo que hace que la demanda nacional no sea atendida. Por otra parte, las empresas privadas reportan una producción de aproximadamente 100 mil barriles/día en 110 contratos existentes.
VENEZUELA
Es uno de los países latinoamericanos con más reservas de gas y de petróleo, pero se encuentra sumido en la pobreza y en la escasez de recursos básicos. Actualmente, está manteniendo conversaciones con Estados Unidos para que vuelva a invertir en la industria petrolera venezolana, especialmente Chevron.
Y también con Colombia a los efectos de permitirle importar gas natural venezolano, una situación al menos bizarra ya que se trata de un país que posee recursos hidrocarburíferos suficientes como para abastecerse y acceder al mercado de exportación, pero por disposición de su nuevo presidente, Gustavo Petro, ha decidido no avanzar con nuevos proyectos.
ECUADOR
A través de su compañía estatal Petroecuador EP apuesta por expandir las reservas y la producción de gas en 2023. Para ello las autoridades estuvieron centradas en el anuncio de la ronda offshore del segundo semestre del 2022. Se espera que los proyectos se realicen en el Golfo de Guayaquil en el Campo Amistad, para aumentar la producción existente que equivale a 25 millones de pies cúbicos y que no está atendiendo a la demanda.
Por otro lado, Petroecuador, inició la perforación del campo Ishpingo ubicado en el Bloque 43, en el Parque Natural Yasuní del Amazonas Ecuatoriano. Se estima que la perforación en este bloque sea de 40 pozos y en 2023 sean 14 con el fin de obtener 2.000 barriles diarios.
La Corte Constitucional había determinado una sentencia la cual especificaba que no se puede explotar una fracción importante de este Parque; sin embargo, los pozos solo entrarán en funcionamiento con las plataformas A y B, las cuales están fuera del límite estipulado por el órgano de poder.
En otro ámbito, en junio el país entró en un paro nacional el cual afectó fuertemente a la industria petrolera, debido a la situación, hubo una reducción de 520 mil barriles por día a 234 mil. Es decir que se evidenció una reducción del 55% aproximadamente en dos semanas desde que empezaron las protestas.
En un inicio, la organización indígena Conaie exigió en medio del paro al Gobierno Nacional mayores subsidios a los combustibles, una moratoria a los nuevos proyectos petroleros y una ralentización de las medidas de privatización de activos estatales.
Finalmente, se hizo una suerte de acuerdo entre las comunidades indígenas y el gobierno de establecer una consulta vinculante en donde el pueblo ecuatoriano decida qué hacer con sus recursos.
PERÚ
El país atravesó durante el segundo trimestre una serie de hechos relacionados con el derrame de petróleo ocasionado por Repsol en las costas de Callao. Dentro de los acontecimientos se resalta que la multinacional española hizo labores de limpieza correspondientes de las 28 playas afectadas; sin embargo, el gobierno peruano prorrogó la emergencia ambiental hasta septiembre. Asimismo, las demandas siguen acumulándose, llegando a la sexta sanción; el total a pagar por los daños ecológicos acumulan poco más de 700 mil dólares.
Por otro lado, no está alcanzando la suficiencia a la demanda de petróleo. La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía estima que el país produce actualmente 40 mil barriles diarios, cifra mínima a comparación de la demanda nacional de 250 mil.
Esto se debe a que solo existen 31 contratos vigentes y 6 se encuentran suspendidos por causas de fuerza mayor. Asimismo, el sector pide el nombramiento de funcionarios expertos que asuman la tarea de alcanzar los niveles de competitividad requeridos.
Petroperú como empresa estatal y Perupetro funcionando como una especie de Agencia Nacional de Hidrocarburos, no logran consolidar autoridades representativas de la industria lo que hace muy difícil cualquier tipo de negociación entre privados y el Estado para proyectar nuevas inversiones.
El país tiene un importantísimo yacimiento de gas natural: Camisea y que tiene un puerto al Océano Pacífico con una planta de licuefacción para poder exportar ese gas.
BOLIVIA
Con una producción de gas en declinación, con su correspondiente disminución de las exportaciones a Brasil y Argentina, sus únicos dos clientes, y sin nuevos descubrimientos a la vista, no podrá cumplir sus compromisos más allá de 2024, situación que pone a la Argentina en problemas de abastecimiento para el NOA y le da a Brasil una oportunidad única de profundizar sus políticas de libre compra y venta de hidrocarburos, abandonando la dependencia de su cada vez más desmembrada compañía petrolera Petrobras y accediendo a gas y petróleo flexible.
ARGENTINA
El país tiene 2 yacimientos estrella, uno ubicado con centro en la provincia de Neuquén (Vaca Muerta) y otro en el extremo sur denominado D 129, sumado a la capacidad de poder extraer gas natural del Golfo san Jorge y Petróleo Off Shore a unos 300 Km de la costa de Mar del Plata, proyecto que se encuentra paralizado por una orden judicial.
Un gasoducto que no se sabe si se va a terminar y en qué condiciones; 2 proyectos de exportación de gas, uno entre Petronas e YPF y el otro entre Excelerate y TGS, todo sujeto a las condiciones económicas, políticas y de mercado internacional.
El tiempo pasa, los países se adaptan a los nuevos tiempos, definitivamente no esperan, la transición energética sigue su curso, lo que acorta los tiempos de explotación de los recursos y definitivamente, la región pierde oportunidades y dinero. ¿Qué es lo que tiene que pasar para que esto cambie?
* Especialista en Oil Gas and Utilities, director de TNS Latam y Socio Director de Gas Energy LA