Varias regiones de Ucrania trabajan para restaurar el suministro eléctrico tras los ataques con misiles rusos del martes contra infraestructuras críticas en todo el país, mientras la población intenta adaptarse a la falta de luz y calefacción.

Rusia lanzó misiles y proyectiles alcanzando posiciones ucranianas en varias regiones y los intensos combates en Donetsk, en el este del país, continuaron, según informó el ejército ucraniano el jueves por la noche, mientras las fuerzas de ocupación de Moscú parecían más activas.

Y es que Ucrania vuelve a ser atacada un día más por nuevos bombardeos rusos, con ataques con misiles tanto en la región de Kiev, así como en la ciudad de Odesa y Dnipro en el sur del país.

Kyrylo Tymoshenko, subjefe de la Oficina del Presidente, dijo que las fuerzas rusas habían bombardeado Dnipro esta mañana con varios impactos en dos instalaciones energéticas, publicó Investing.

El número de hogares sin suministro eléctrico varía entre dos y cuatro millones, ya que se están aplicando cortes de emergencia en distintos puntos del país, según informó el vicepresidente de la oficina presidencial de Ucrania, Kyrylo Tymoshenko.

Advirtió de que las interrupciones continuarían durante dos o tres días más, aunque según Tymoshenko en algunas regiones como Leópolis, Kiev o Jmelnytskyi ya se ha conseguido estabilizar la situación.

A pesar de ello, en estos momentos solo el 30% de los hogares en la región occidental de Leópolis pueden consumir electricidad al mismo tiempo, reveló este miércoles el gobernador, Maksym Kozytskyi, en una comparecencia.

Afirmó que seis de los 13 misiles rusos que alcanzaron la región lograron sortear los sistemas de defensa aérea e impactaron en tres instalaciones de la infraestructura esencial, incluidas dos que ya habían sido golpeadas en la oleada de ataques del mes pasado.

Aún así, mientras que el martes el 80% de Leópolis capital permanecía sin electricidad, este miércoles la mayoría de los usuarios ya han visto restablecido el suministro.

El alcalde de la ciudad, Andriy Sadovyi, informó de que también se ha restaurado el suministro de calefacción central y de agua, aunque recomendó a los ciudadanos que se preparen para nuevos ataques almacenando agua, baterías portátiles y ropa de abrigo.

Por otra parte, el jefe de Odesa RMA, Maksym Marchenko, dijo que Rusia había lanzado un ataque con misiles en la región portuaria del sur. “Existe la amenaza de un ataque masivo con misiles en todo el territorio de Ucrania. Pido a los vecinos de la región que se queden en los albergues”, apunta Marchenko, en declaraciones recogidas por CNBC.

Los ataques casi implacables de Rusia contra la infraestructura energética de Ucrania se consideran una parte central de su estrategia de guerra, con el objetivo de privar a los ucranianos de agua, calor y electricidad a medida que se acerca el invierno.

Todo esto surge en medio de una crisis diplomática entre Ucrania y sus aliados de la OTAN por un ataque con misiles que llegó a Polonia el martes después de que Kiev rechazara los hallazgos preliminares, presentados por la OTAN el miércoles, que sugerían que las fuerzas de Ucrania estaban detrás de un ataque con misiles en una aldea polaca que mató a dos personas.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo que "no tenía dudas" de que su país no tenía la culpa de un ataque con misiles y nuevamente solicitó que Ucrania sea parte de una investigación conjunta de Estados Unidos y Polonia sobre el incidente.

Las infraestructuras energéticas ucranianas estaban siendo atacadas de forma persistente por misiles y drones rusos desde la capital, Kiev, en el norte, hasta Dniéper, en el centro de Ucrania, y Odesa, en el sur, dijeron los militares en un comunicado.

Las fuerzas ucranianas habían derribado en las últimas 24 horas dos misiles de crucero, cinco misiles lanzados desde el aire y cinco drones Shahed-136 de fabricación iraní, dijo. Reuters no pudo verificar estas informaciones del campo de batalla.

Mientras caían las primeras nieves del invierno en Kiev, las autoridades dijeron que estaban trabajando para restablecer el suministro eléctrico en todo el país después de que Rusia, a principios de esta semana, desencadenara lo que, según Ucrania, fue el mayor bombardeo sobre la infraestructura civil de la guerra, que comenzó a finales de febrero cuando Rusia invadió a su vecino.

Alrededor de 10 millones de personas estaban sin electricidad, dijo el presidente Volodímir Zelenski en un discurso por vídeo el jueves por la noche. Las autoridades de algunos lugares ordenaron apagones forzados de emergencia, dijo.

Una agencia de la ONU dijo que se avecinaba una grave crisis humanitaria, ya que millones de personas se enfrentan a "constantes cortes de electricidad" al comenzar el típico invierno largo y frío de Ucrania.

Por otra parte, un tribunal neerlandés condenó a dos hombres rusos y a un ucraniano en rebeldía por su papel en el derribo del vuelo MH17 de Malaysian Airlines sobre el este de Ucrania en 2014. Las fuerzas respaldadas por Rusia y el ejército ucraniano se enfrentan en las provincias orientales desde 2014, el mismo año en que Rusia se anexionó Crimea a Ucrania.

"El castigo por todas las atrocidades rusas -tanto presentes como pasadas- será inevitable", escribió Zelenski en Twitter en respuesta a la decisión del tribunal.

Moscú calificó el fallo de "escandaloso".

La región de Donetsk ha sufrido los combates más intensos de los nueve meses de guerra de Rusia contra Ucrania. Las fuerzas rusas fueron reforzadas por tropas retiradas de la ciudad de Jersón, en el sur, que Ucrania reconquistó la semana pasada. Las fuerzas rusas dispararon artillería sobre las ciudades de Bajmut y la cercana Soledar, entre otras, dijo el ejército ucraniano.

Los disparos rusos también alcanzaron Balakliya, en la región nororiental de Járkov, que Ucrania reconquistó en septiembre, y Nikopol, una ciudad situada en la orilla opuesta del embalse de Kajovka de la central nuclear de Zaporiyia, según el comunicado.

Los ataques del martes revelaron que los comercios locales y los ciudadanos habían tomado medidas para estar preparados ante nuevos cortes de suministro y habían acumulado fuentes alternativas de luz y calor.

Así, aunque la mayor parte de la ciudad quedó sumida en la oscuridad, algunas tiendas, restaurantes y farmacias siguieron funcionando gracias a generadores de diésel o gasolina, colocados en las entradas de los edificios para evitar la acumulación de gases.

“Es suficiente para generar electricidad para nuestra farmacia durante unas doce horas”, dijo a EFE el gerente de una farmacia.

Una tienda cercana atendía a sus numerosos clientes, que compraban sobre todo pan y comidas precocinadas, con la pequeña estancia tenuemente iluminada con linternas.

Los pagos debían realizarse principalmente en efectivo, ya que los operadores móviles se centraron en garantizar la realización de llamadas y el envío de mensajes y el acceso a internet era intermitente.

Al contrario que durante apagones anteriores, muchos residentes paseaban, se desplazaban en bicicleta o incluso salían a correr por las calles oscuras, algunos de ellos alumbrándose con linternas y otros portándolas sujetas a la cabeza.

No obstante, con las temperaturas a punto de caer por debajo de cero grados centígrados por primera vez este otoño, es probable que la calefacción se convierta pronto en un problema de mucho mayor calado.

Quienes todavía poseen viejos calefactores de gas han podido por el momento mantener sus apartamentos calientes, ya que no hay escasez de suministro de gas, y se han iluminado con velas, linternas y baterías portátiles.