Pampa Energía (PAMP.BA), el tercer productor de gas más grande de la cuenca Neuquina de Argentina, invertirá US$ 550 millones en 2023 para aumentar su producción no convencional en Vaca Muerta, según informó Marcelo Mindlin.
Vaca Muerta, la segunda reserva de gas de esquisto más grande del mundo y la cuarta de petróleo de esquisto bituminoso, es crucial para que Argentina reduzca su dependencia de las costosas importaciones de energía y desarrolle un sector exportador que pueda reducir un profundo déficit y generar los dólares que tanto necesita.
El gobierno lanzó un plan para estimular la producción de gas, está construyendo un nuevo gasoducto importante desde Vaca Muerta a Buenos Aires para aumentar la capacidad de transporte y está buscando inversiones para construir terminales de gas natural licuado (GNL).
“Todo el potencial del que hablamos en Vaca Muerta ya está comenzando a materializarse”, dijo Mindlin a los periodistas en el sitio de la firma en el árido sur patagónico de Argentina.
Mindlin dijo que Pampa invertirá “no solo en pozos, sino también en la importación de un juego de fractura porque para la cantidad de actividad que se va a dar en Vaca Muerta no alcanzan los juegos de fractura que tenemos hoy en el país”.
Pampa aumentó la producción de un millón de metros cúbicos (m3) por día en 2016 cuando compró Petrobras Argentina, a 7 millones de m3 en 2021. Este año aumentó eso a 11 millones de m3 y apunta a 15 millones de m3 por día en 2023, dijo Mindlin.
Mindlin, también presidente de la constructora local Sacde, que participa en la construcción de parte de la primera sección del nuevo gasoducto planificado, dijo que confiaba en que la primera etapa se completaría a tiempo para junio de 2023.
Con la primera etapa, el país incrementará su capacidad de transporte de gas en 11 millones de m3 por día.
“Al producir 11 millones de metros cúbicos más, en lugar de importarlos, estaremos ahorrando el próximo año entre US$ 2.500 y US$ 3.000 millones”, dijo. Se espera que el país tenga un déficit comercial de energía de unos US$ 6.000 millones este año.
Según publica el sitio Shale en Argentina, los "no convencionales", son dos tipos de hidrocarburos: los de las formaciones "shale", como Vaca Muerta, y los de las formaciones "tight". En ambos casos, se trata de formaciones muy compactas. Las "tight", de baja permeabilidad. Las "shale", directamente impermeables.
En el caso del shale (que los geólogos identifican como lutitas y margas), se trata de rocas formadas a partir del lecho de lagos y mares. En ellas, a lo largo de millones de años, la materia orgánica atrapada (restos de microorganismos, algas, animales, etc.) se convirtió en gas y petróleo. Por eso es común leer o escuchar que al shale se lo llama también "rocas generadora" o "roca madre".
Este último término -roca madre- puede llevar a confusiones. No se trata de la roca madre del planeta Tierra, o de una especie de roca basal, sino de apenas un estrato, que puede tener decenas a centenas de metros de espesor, en la que se formaron el gas y el petróleo. Es solo la "roca madre" de los hidrocarburos. Por debajo, se continúan decenas a cientos de kilómetros de otras formaciones rocosas hasta el manto terrestre.
Esta roca generadora (shale) ha resultado fisuradas por procesos físicoquímicos naturales. En algunos casos, por esas fisuras, una parte de los hidrocarburos migró, en general, en dirección hacia la superficie (algunos llegaron; otros quedaron atrapados en lo que llamamos "trampas" o yacimientos convencionales). Pero buena parte de los hidrocarburos quedó allí, atrapada en la roca generadora.