Congresista Arturo Alegría García, quien planteó no aprobar informe que responsabiliza a empresa por derrame de petróleo en las costas de Ventanilla, tuvo reunión previa con asesora de la empresa
ABEL CÁRDENAS
El legislador fujimorista Arturo Alegría García, quien se opuso a la aprobación del informe de investigación del Congreso que responsabiliza a Repsol por el derrame de petróleo en Ventanilla, se reunió previamente con una persona de la empresa Llorente y Cuenca (LLyC), que hacía lobby a favor de la empresa española.
Llorente y Cuenca divulgó una “ayuda memoria” entre los congresistas, en la que sostiene que la comisión que presidió la legisladora Margot Palacios, de Perú Libre, emitió un informe “sesgado” por “razones ideológicas”.
El informe al que se refería Llorente y Cuenca atribuye a Repsol el deficiente manejo del vertido de petróleo frente a las costas de Ventanilla, “ocasionando un daño irreparable a la ecología y a la biodiversidad del área geográfica que ha sido contaminada en su mayor plenitud”.
El 15 de septiembre, Arturo Alegría, cuando el informe estuvo en la agenda del Pleno para su debate y aprobación, interpuso una cuestión previa con los mismos argumentos de Repsol y propuso que el documento regresara a la comisión.
“Es una lástima que cuando se emite un informe este venga cargado de un sesgo político e ideológico”, fueron las palabras del fujimorista Alegría.
Con 60 votos a favor y 42 en contra, la mayoría del Parlamento respaldó la cuestión previa de Alegría (ver recuadro).
Repsol contrató a Llorente y Cuenca para que manejara la crisis que estalló luego del derrame de petróleo en Ventanilla, confirmó este diario.
El documento de Llorente y Cuenca alega que el informe de la comisión del Congreso es “ideológico”, porque “Perú Libre es un partido de izquierda con un marcado discurso antiempresarial, que busca caracterizar a las grandes empresas como enemigas de la ciudadanía”.
El informe de la consultora está firmado por Paola Fune Zambrano, en ese entonces directora senior de Asuntos Públicos de Llorente y Cuenca. Ella se reunió con el congresista fujimorista Arturo Alegría.
Entrevistado por La República, Arturo Alegría aceptó que se reunió con Llorente y Cuenca. Pero negó haber conversado sobre el caso de Repsol.
“De manera formal, (Llorente y Cuenca) no me lo ha pedido (rechazar el informe). Dudo que me hayan enviado esa información por otro canal. Pero, más allá de eso (...), qué bueno en todo caso que una consultora (Llorente y Cuenca) se dé cuenta de la carga negativa que tenía este informe”, declaró Alegría a este diario.
Otro de los legisladores visitados por Llorente y Cuenca fue el congresista fujimorista Nano Guerra García, aunque dijo que no le hablaron del tema de Repsol. Sin embargo, votó para que no se debata el informe de investigación y regrese a la comisión.
“Esta chica (Paola Fune Zambrano, de Llorente y Cuenca) sí ha estado en la reunión que nos pidió, pero para ver temas de casinos. Tú sabes que Llorente y Cuenca ve varios temas. (...) Creo que vino con otras personas”, señaló Guerra García.
Paola Fune también visitó congresistas de otras bancadas, como José Cueto Aservi, de Renovación Popular, quien aceptó el encuentro con Llorente y Cuenca.
“Sí, han ido a mi oficina. Ella (Paola Fune) ha ido una o dos veces, no recuerdo. No solamente del caso Repsol, no me acuerdo si ha hablado el tema de Repsol, porque ella estaba viendo un tema de transporte. Ahora, de repente, hemos tocado el tema de Repsol, seguro que sí. No recuerdo. Primero que no sé si tengo ese informe. (...) Esa es su chamba, lo lógico es que vaya a buscar a varios. Para eso le pagan”, aceptó Cueto.
La empresa Repsol expresó a este diario que no daría declaraciones sobre el caso. Mientras que Llorente y Cuenca manifestó que ofrecería su versión cuando lo creyera conveniente. Paola Fune fue ascendida.